
Después de su histórico papel en el Mundial de Italia ’90, las alabanzas y buenos comentarios para la Selección de Costa Rica no se hicieron esperar. Desde la propia Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) hasta prestigiosos medios internacionales se refirieron hace 35 años a la Tricolor como “una de las grandes sorpresas” del certamen.
En el libro oficial de la FIFA, el “XIV FIFA World Cup Italia 90, Official Report“, los técnicos del máximo organismo rector del balompié universal afirmaron que Costa Rica, sin discusión, fue “sorpresa” en el verano italiano, al igual que lo consiguieron los combinados de Camerún y Egipto.
“Tanto Camerún como Costa Rica y Egipto –recalcó la FIFA en 1990– se impusieron en grupos muy potentes. En una competición final de la Copa Mundial -añadió la entidad-, ya no existen los así llamados ‘países en vías de desarrollo’. Anteriormente ese papel le tocó cumplir a naciones como Corea del Norte, Haití, Túnez, Argelia, Honduras e Irlanda del Norte… En Italia ’90 se amplió la mejoría de esas formaciones sobre una base más sólida. El equipo que logra clasificarse entre los 24 finalistas está al mismo nivel de rendimiento de los favoritos tradicionales. Esto lo han demostrado especialmente Costa Rica y Camerún con sus buenos resultados“.

El estudio técnico-táctico de Costa Rica estuvo a cargo de tres entrenadores europeos de prestigio, el portugués Carlos Queiroz, el norirlandés Billy Bingham y el alemán Dettmar Cramer; el primero de ellos estuvo presente para hacer sus análisis en los estadios de Génova y Turín, y el segundo y tercero lo hicieron en la sede de Bari. Ellos extrajeron sus conclusiones directamente de los partidos o de las visitas que realizaron a los entrenamientos, así como de las charlas con los responsables técnicos de la Selección tica.
Para estos analistas de la FIFA, los ticos dieron “una espléndida actuación colectiva y un magnífico espectáculo futbolístico” en el Mundial ’90, y aseguraron que el éxito estuvo basado en cuatro elementos fundamentales: “gran capacidad de trabajo, talento, ambición y suerte”.
La conclusión generalizada de los estudiosos subraya que se hizo un gran papel con figuras jóvenes y experimentadas, pero con un agregado fundamental: el factor mental, aspecto que la FIFA apuntó en su análisis.
“Bora impuso su filosofía no con el poder de la fuerza, sino con la fuerza de la convicción. En Italia se demostró que los mejores entrenadores como Bora son psicólogos prácticos”, señaló el reporte de la FIFA.
El astro brasileño Edson Arantes do Nascimento, el famosísimo Pelé, el “Rey del Fútbol” y todo un tricampeón del mundo (1958, 1962 y 1970), expresó que, para él, Costa Rica fue lo más sorprendente del torneo, por su clasificación a la segunda ronda de los octavos de final.
“Esto refleja el gran equilibrio que hay en el fútbol. Los pequeños van mejorando cada vez más y más. Costa Rica venció con justicia a los desmoralizados escoceses y suecos, y lo hicieron con todos los predicados latinos, buen toque, habilidad y buena protección de la pelota. No sé cuántos habrán apostado por ello, pero con seguridad habrán ganado su buen dinero. De mi parte, tienen toda mi simpatía. ¡Bravo por los muchachos de ‘Bora’!”, declaró Pelé en una columna escrita en junio de 1990.
Prensa llena de halagos
Después del Mundial de Italia ’90, la prestigiosa revista italiana Guerin Sportivo hizo una clasificación en la que ubicó a Costa Rica entre los equipos “buenos” del torneo, con una calificación de “7”.
La publicación dividió los países participantes en “aprobados” (óptimos, buenos y suficientes) y “reprobados” (insuficientes y desastrosos).
Alemania, Argentina, Italia, Inglaterra y Camerún estuvieron en lo más alto del escalafón (7,5 a 10), seguidos por Checoslovaquia, Costa Rica, Irlanda y Yugoslavia (7). Entre los desastrosos figuraron Austria, Holanda, Suecia, Unión Soviética y el otro representante de la Concacaf, Estados Unidos.

La brillante actuación tica en el Mundial italiano fue repasado por el periodista Keir Kadnedge, de la revista británica World Soccer, quien resaltó la decisión de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) de nombrar al yugoslavo-serbio Velibor Bora Milutinovic como su entrenador para la cita mundialista.
“Es un analista sagaz del fútbol. Dominó los partidos de Costa Rica desde el inicio y le dio a sus jugadores un tipo de fe en sí mismos que todos sus oponentes tienen que haber envidiado”, escribió Kadnedge sobre la influencia positiva de Bora en el equipo nacional.
“Convertir ilustres desconocidos en el segundo equipo de la Concacaf en ganar un partido de Mundial (contra Escocia) fue suficiente logro. Pero volcar luego un encuentro decisivo de grupo contra Suecia fue algo que no desmerece en nada el material de que están formadas las leyendas“, agregó.
Entretanto, Marcelo Aparicio, de la Agencia France-Presse (AFP), escribió que Costa Rica jugó con “ínfulas de un David envalentonado”.
“Su juego tuvo aplicada tecnica y espíritu de grupo, un fútbol alegre, picante, movido… un fútbol-salsa. Las huestes de Milutinovic demostraron en Italia que la teoría no es ciencia matemática. Una moral de hierro les forjó una sorprendente trayectoria mundialista”, afirmó Aparicio en su análisis de hace 35 años.
Por su parte, el periodista galo Jean-Marie Lorant, de la revista France Football, de París, Francia, aseguró que Costa Rica “murió como héroe” y “partió en paz” dejando una imagen sorpresiva en todo Italia.
“Los costarricenses, aunque goleados en Bari, dejaron en Italia un equipo proyectado para el futuro, dominado por individualidades como Conejo, Cayasso, Medford o Ramírez… Costa Rica no perdió su tiempo en este Mundial. Se hizo conocer y reconocer”, escribió Lorant a mediados de 1990.

Individualmente, los nombres de Luis Gabelo Conejo (“la revelación de la primera fase”, según la FIFA), Roger Flores, Juan Arnoldo Cayasso, Claudio Miguel Jara y Hernán Medford, entre otros, figuraron en las principales menciones de los analistas del fútbol, por sus “soberbias actuaciones” y por los triunfos ante seleccionados de mayor tradición mundialista como Escocia y Suecia.
La base del seleccionado de Bora Milutinovic lo fue el Deportivo Saprissa, con ocho elementos, seguido por el Club Sport Herediano con cinco, la Liga Deportiva Alajuelense con cuatro, el Club Sport Cartaginés con tres, el Municipal Puntarenas y Limón FC con uno cada equipo. Es decir, la Tricolor no tenía futbolistas legionarios en su nómina y que su exportación al exterior se produjo posterior a la Copa Mundial del ’90.
Se convocaron a 64 jugadores en todo el proceso desde 1987 hasta 1990, de los cuales 29 fueron utilizados en los 10 juegos eliminatorios y 16 de los 22 seleccionados elegidos para intervenir en el Campeonato Mundial de Italia ’90 intervinieron en los cuatro partidos celebrados por Costa Rica. El promedio de edad del equipo en aquella Copa Mundial de la FIFA fue de 26,7 años.
Mientras Il capitano Roger Flores fue el jugador insustituible de aquella Sele costarricense, al disputar los 14 encuentros oficiales –1.260 minutos en el campo–, entre las eliminatorias de 1988 a 1989 y la fase final en 1990; el volante ofensivo Juan Arnoldo Cayasso fue el máximo goleador en estos partidos con cuatro tantos anotados, que fue uno a Panamá, Trinidad y Tobago, El Salvador y Escocia.
El Mundial de Italia ’90 terminó así para la Selección de Costa Rica. Tras jugar cuatro encuentros en la ciudades italianas de Génova, Turín y Bari finalizó en el puesto 13 entre 24 países participantes. Además, superó a monarcas y subcampeones de anteriores Mundiales, como los uruguayos –primero en 1930 y 1950–, los holandeses –segundo en 1974 y 1978; años después en el 2010– y los suecos –segundo en 1958–.
También quedaron debajo de la selección costarricense otros equipos con tradición relevante como Colombia, Austria, Escocia y Unión Soviética, sin olvidar a otros considerados “débiles” en el balompié universal como Egipto, Corea del Sur, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos.
Este enorme rendimiento de una nación debutante en las Copas Mundiales de la FIFA en categoría mayor la ubicó en ese instante en el lugar 36 de la historia de los Campeonatos Mundiales, entre 58 países desde 1930. En la misma clasificación que se divulgó en julio de 1990, la Tricolor superó a 22 seleccionados, incluso algunos con dos y tres intervenciones mundialistas, mientras que Costa Rica disfrutaba hace 35 años de su primera presencia en la élite del fútbol mundial.

Datos de la Tricolor de 1990 que quedaron en la historia



FUENTES CONSULTADAS: Libro “Aventura Tricolor: Mundial Italia ’90; Historia de la Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica”, de Rodrigo Calvo y Mayela Solano (1993); diario “La Nación” (Costa Rica), FIFA News (1990) y archivo de “Buzón de Rodrigo”. YouTube: Fedefútbol. Fotografías: Twitter de la Copa Mundial de la FIFA, el fotógrafo Luis Castillo Sagot y el archivo de Rodrigo Calvo.





























