El histórico seleccionado costarricense que debutó con éxito en el Mundial de Italia 90, el 11 de junio de 1990 al vencer 1-0 a Escocia, en Genova, Italia. Al final, la Tricolor ocupó el puesto 13 entre 24 países. De izquierda a derecha: Róger Flores (fuera de foco), Héctor Marchena, Róger Gómez, Rónald González, Juan Cayasso, Luis Gabelo Conejo, Claudio Jara, Óscar Ramírez, German Chavarría, Mauricio Montero y José Carlos Chaves (foto archivo de Rodrigo Calvo)

Luego del su histórico papel en el Mundial de Italia 90, los halagos y buenos comentarios para la Selección de Costa Rica no se hicieron esperar. Desde la propia Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) hasta prestigiosos medios internacionales se refirieron a la Tricolor como una de las grandes sorpresas del certamen.

En el libro “XIV FIFA World Cup Italia 90, Official Report”, los técnicos del máximo organismo del fútbol mundial afirmaron que Costa Rica, sin discusión, fue sorpresa en Italia ’90, al igual que Camerún y Egipto.

“Tanto Camerún como Costa Rica y Egipto – recalcó la FIFA- se impusieron en grupos muy potentes. En una competición final de la Copa Mundial -añadió-, ya no existen los así llamados ‘países en vías de desarrollo’. Anteriormente ese papel le tocó cumplir a naciones como Corea del Norte, Haití, Túnez, Argelia, Honduras e Irlanda del Norte… En Italia 90 se amplió la mejoría de esas formaciones sobre una base más sólida. El equipo que logra clasificarse entre los 24 finalistas está al mismo nivel de rendimiento de los favoritos tradicionales. Esto lo han demostrado especialmente Costa Rica y Camerún con sus buenos resultados“.

El triunfo ante Escocia, con el gol de Juan Arnoldo Cayasso, marcó el inicio de la hazaña tricolor en el Mundial de Italia 90. El volante fue el mejor anotador de todo el proceso con cuatro goles oficiales entre 1988 y 1990 (foto Twitter de la Copa Mundial de la FIFA).

El estudio técnico-táctico de Costa Rica estuvo a cargo del portugués Carlos Queiroz, el norirlandés Billy Bingham y el alemán Dettmar Cramer; el primero estuvo en Génova y Turín, y el segundo y tercero lo hicieron en Bari. Ellos extrajeron sus conclusiones directamente de los partidos o de las visitas que realizaron a los entrenamientos, así como de las charlas con los responsables técnicos de la Selección.

Para estos analistas de la FIFA, los ticos dieron una espléndida actuación colectiva y un magnífico espectáculo futbolístico en el Mundial 90, y aseguraron que el éxito estuvo basado en cuatro elementos fundamentales: gran capacidad de trabajo, talento, ambición y suerte.

La conclusión generalizada de los estudiosos subraya que se hizo un gran papel configuras jóvenes y experimentadas, pero con un agregado fundamental: el factor mental, aspecto que la FIFA apuntó en su análisis.

“Bora impuso su filosofía no con el poder de la fuerza, sino con la fuerza de la convicción. En Italia se demostró que los mejores entrenadores como Bora son psicólogos prácticos”, señaló el reporte.

El astro brasileño Edson Arantes do Nascimento, el famosísimo Pelé, Rey del Fútbol y todo un tricampeón del mundo (1958, 1962, 1970), expresó que, para él, Costa Rica fue lo más sorprendente del torneo, por su clasificación a la segunda ronda de los octavos de final.

“Esto refleja el gran equilibrio que hay en el fútbol. Los pequeños van mejorando cada vez más y más. Costa Rica venció con justicia a los desmoralizados escoceses y suecos y lo hicieron con todos los predicados latinos, buen toque, habilidad y buena protección de la pelota. No sé cuántos habrán apostado por ello, pero con seguridad habrán ganado su buen dinero. De mi parte, tienen toda mi simpatía. ¡Bravo por los muchachos de Bora!”, declaró Pelé en una columna escrita en junio de 1990.

Prensa llena de halagos

Después del Mundial, la prestigiosa revista italiana “Guerin Sportivo” hizo una clasificación en la que ubicó a Costa Rica entre los equipos “buenos” del torneo, con una calificación de “7”.

La publicación dividió los países participantes en “aprobados” (óptimos, buenos y suficientes) y “reprobados” (insuficientes y desastrosos).

Alemania, Argentina, Italia, Inglaterra y Camerún estuvieron en lo más alto del escalafón (7,5 a 10), seguidos por Checoslovaquia, Costa Rica, Irlanda y Yugoslavia (7). Entre los desastrosos figuraron Austria, Holanda, Suecia, Unión Soviética y el otro representante de Concacaf, Estados Unidos.

La prensa internacional resaltó la decisión federativa de contratar al serbio Velibor “Bora” Milutinovic (centro) como técnico de la Tricolor para Italia 90 (foto archivo de Rodrigo Calvo).

La brillante actuación tica en el Mundial italiano fue repasado por el periodista Keir Kadnedge, de la revista británica World Soccer, quien resaltó la decisión de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) de nombrar al yugoslavo-serbio Velibor Bora Milutinovic como entrenador.

“Es un analista sagaz del fútbol. Dominó los partidos de Costa Rica desde el inicio y le dio a sus jugadores un tipo de fe en sí mismos que todos sus oponentes tienen que haber envidiado”, escribió Kadnedge.

“Convertir ilustres desconocidos en el segundo equipo de la Concacaf en ganar un partido de Mundial (contra Escocia) fue suficiente logro. Pero volcar luego un encuentro decisivo de grupo contra Suecia fue algo que no desmerece en nada el material de que están formadas las leyendas, agregó.

Entretanto, Marcelo Aparicio, de la Agencia France-Presse (AFP), escribió que Costa Rica jugó con “ínfulas de un David envalentonado”.

Su juego tuvo aplicada tecnica y espíritu de grupo, un fútbol alegre, picante, movido… un fútbol-salsa. Las huestes de Milutinovic demostraron en Italia que la teoría no es ciencia matemática. Una moral de hierro les forjó una sorprendente trayectoria mundialista”, afirmó Aparicio.

Por su parte, el periodista galo Jean-Marie Lorant, de la revista France Football, de París, Francia, aseguró que Costa Rica “murió como héroe” y “partió en paz” dejando una imagen sorpresiva en todo Italia.

“Los costarricenses, aunque goleados en Bari, dejaron en Italia un equipo proyectado para el futuro, dominado por individualidades como Conejo, Cayasso, Medford o Ramírez… Costa Rica no perdió su tiempo en este Mundial. Se hizo conocer y reconocer”, escribió Lorant a mediados de 1990.

Los periodistas europeos ubicaron al tico Luis Gabelo Conejo como el portero más destacado de la primera fase del Mundial 90, mientras que colegas de la revista “France Football” lo eligieron el mejor arquero de aquella Copa de la FIFA (foto archivo de Rodrigo Calvo).

Individualmente, los nombres de Luis Gabelo Conejo (“la revelación de la primera fase”, según la FIFA), Róger Flores, Juan Cayasso, Claudio Jara y Hernán Medford, entre otros, figuraron en las principales menciones de los analistas del fútbol, por sus “soberbias actuaciones” por los triunfos ante seleccionados de mayor tradición mundialista como Escocia y Suecia.

La base del seleccionado de Bora Milutinovic lo fue el Deportivo Saprissa, con ocho elementos, seguido por el Club Sport Herediano con cinco, la Liga Deportiva Alajuelense con cuatro, el Club Sport Cartaginés con tres, el Municipal Puntarenas y Limón FC con uno cada equipo.

Se utilizaron 45 jugadores en todo el proceso desde 1987, de los cuales 29 estuvieron en los 10 juegos eliminatorios y 16 de los 22 seleccionados elegidos para Italia 90 intervinieron en los cuatro partidos del Mundial. El promedio de edad del equipo en la Copa de la FIFA fue de 26,7 años.

Mientras Il capitano Róger Flores fue el jugador insustituible de aquella Sele, al disputar los 14 encuetros oficiales (1.260 minutos en el campo), entre las eliminatorias de 1988 a 1989 y la fase final en 1990; Juan Arnoldo Cayasso fue el máximo goleador en estos partidos, con cuatro tantos anotados, que fue uno a Panamá, Trinidad y Tobago, El Salvador y Escocia.

El Mundial de Italia 1990 terminó así para Costa Rica. Tras jugar cuatro encuentros en Génova, Turín y Bari finalizó en el puesto 13 entre 24 países participantes y superó a monarcas y subcampeones de anteriores Mundiales, como los uruguayos (1º en 1930 y 1950), los holandeses (2º en 1974 y 1978; años después en el 2010) y los suecos (2º en 1958).

También quedaron debajo de la selección costarricense otros equipos con tradición relevante como Colombia, Austria, Escocia y Unión Soviética, sin olvidar a otros considerados “débiles” en el balompié universal como Egipto, Corea del Sur, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos.

Esta enorme rendimiento de una nación debutante en las Copas de la FIFA la ubicó en ese instante en el lugar 36 de la historia de los Campeonatos Mundiales, entre 58 países desde 1930. En la misma clasificación que se divulgó en julio de 1990, la Tricolor superó a 22 seleccionados, incluso algunos con dos y tres intervenciones, mientras que Costa Rica disfrutaba hace 30 años de su primera presencia en la élite del fútbol mundial.

El delantero Hernán Medford fue destacado en el informe de FIFA como una de las figuras de la Tricolor en Italia 90 (foto archivo de Rodrigo Calvo).

Datos de la Tricolor de 1990 que quedaron en la historia

FUENTES CONSULTADAS: Libro “Aventura Tricolor: Mundial Italia ’90; Historia de la Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica”, de Rodrigo Calvo y Mayela Solano (1993); diario “La Nación” (Costa Rica), FIFA News (1990) y archivo de “Buzón de Rodrigo”. YouTube: Fedefútbol. Fotografías: Twitter de la Copa Mundial de la FIFA y el archivo de Rodrigo Calvo.

Previous articleCosta Rica en Mundiales de la FIFA y Olimpiadas del COI
Next articleMondoví, la acogedora casa de Costa Rica en Italia 90
Tiene 43 años de ejercer el periodismo deportivo. Estudió en la Universidad de Costa Rica, graduado en 1989. Laboró en Radio Monumental, Deportes Repretel y la oficina de prensa del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA. Estuvo ligado por tres décadas al Grupo Nación, en la revista deportiva “Triunfo” y los periódicos “Al Día” y “La Nación”. Ha colaborado para medios especializados de la FIFA y en Centroamérica, Caribe, México, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Argentina, Brasil, España e Italia. Obtuvo el Premio Nacional “Pío Víquez” de Periodismo en el 2007 y dos veces el Premio “Jorge Vargas Gené-Óscar Cordero Rojas". Su especialidad son temas de historia y estadística del deporte nacional e internacional. Desde 1995 escribe la columna “Buzón de Rodrigo” y desde 1989 es corresponsal del semanario deportivo “France Football” de Francia. Integra la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Futbol en Alemania y a partir del 2007 es miembro del jurado mundial del “Balón de Oro”, de la revista “France Football". Escritor de múltiples obras deportivas, como la colección "Aventura Tricolor: Mundial de Italia 1990, "Tiempos de Selección" (1997), "La Copa Mundial de Fútbol (1998), "100 años de Deportes" (1999), "Huellas del Fútbol Tico" (2009), "Legionarios" (2012), "CSH-100: ¡El equipo que nació Grande! 1921-2021" (2021) y "Crónica del Centenario 1921-2021" (2021).