En medio de un silencio en el país por las implicaciones aún no investigadas en forma profunda en el escándalo FIFA Gate que salpicó el fútbol federado costarricense, el líder de la organización de este deporte por casi una década, Eduardo Li Sánchez, participó en conspiraciones que le permitieron apropiarse en forma indebida de una fortuna en sobornos entre el 2007 y el 2015, en primer término con una suma de dinero que asciende a más de medio millón de dólares por derechos televisivos y comerciales de juegos de la Tricolor hacia el Mundial de Catar 2022 y en distintos partidos amistosos.
También se adueñó de otra plata proveniente de intermediarios de una firma patrocinadora de ropa deportiva y una cantidad generosa de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para financiar el Mundial Femenino Sub-17, que se organizó por Costa Rica en el 2014.
Li, empresario de 57 años, compareció el último viernes 9 de octubre en una corte federal en Brooklyn y dio detalles sobre las conspiraciones que le permitieron recibir una fortuna en sobornos entre 2007 y 2015.
Esta realidad quedó al descubierto en una corte federal de Brooklyn, Estados Unidos, durante la comparecencia del exdirigente, quien se declaró culpable de esas acusaciones ante la jueza local Pamela Chen, específicamente de tres de los 14 cargos esgrimidos y que le imputaba la Fiscalía de Estados Unidos, en el marco del controvertido caso de corrupción conocido como FIFA Gate.
El exdirectivo porteño de la Fedefútbol asumió su responsabilidad por complot y asociación para infringir la ley y cometer delitos de conspiración de crimen organizado (‘raketeering conspiracy‘), participación en un esquema de transferencias bancarias fraudulentas (‘wire fraud‘) y conspiración para perpetrar un fraude electrónico bancario (‘wire fraud conspiracy‘), según documentos judiciales de Estados Unidos.
“Estos tres cargos imputan a don Eduardo en un esquema de actividades consideradas delictivas y de usar como medio de pago transferencias electrónicas derivadas o dirigidas a los bancos de estado en Estados Unidos”, explicó a los periodistas la defensa de Li, su abogado costarricense Róger Guevara, en declaraciones facilitadas por un video de la firma Novum Comunicaciones.
El resto de la acusación formal del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra el costarricense incluía otros delitos relacionados también con “conspiración de crimen organizado, conspiración de fraude electrónico, siete de fraude electrónico, dos por conspiración de lavado de dinero y otros dos por lavado de dinero”.
Cada uno de estos tres delitos por los que Eduardo Li se declaró culpable, solicitó clemencia al pueblo costarricense y se encuentra arrepentido, conlleva una pena máxima de 20 años de cárcel, aunque probablemente reciba una condena menor. Hasta ahora, un total de 17 personas y dos entidades de mercadeo deportivo se declararon culpables en este caso.
“Don Eduardo se siente arrepentido y pide perdón al pueblo de Costa Rica” por sus actuaciones cuando era el máximo jefe del fútbol tico, agregó el jurista Guevara al finalizar la audiencia, tras una declaración en español, traducida simultáneamente al inglés por una intérprete.
Trascendió en las agencias internacionales de noticias, Agence France-Presse (AFP), Associated Press (AP) y Reuters –presentes con sus corresponsales en la audiencia– que el exjerarca de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) dio estos valiosos pormenores en la Corte del Distrito Este de Brooklyn, en Nueva York, sobre las conspiraciones que le permitieron recibir una fortuna en sobornos durante su cargo, que se dio del 2007 hasta su arresto en Zurich, Suiza, en mayo del 2015.
Por último, el expresidente, al declararse culpable y confesar sus delitos, estuvo de acuerdo en devolver $668.000 (¢374 millones) al gobierno estadounidense, monto que fue recibido por sobornos y otros actos de corrupción, una suma que, de hecho, les serán confiscados por parte de la justicia estadounidense.
“Sabía que estaba mal que aceptara esos pagos por debajo de la mesa”; Eduardo Li, expresidente de la Fedefútbol, ante la jueza Pamela Chen.
LOS DINEROS ESTAFADOS POR LI
Entre los dineros inapropiados que malversó en forma sucesiva, el empresario puntarenense reconoció haber exigido sobornos a la empresa Traffic Sports de Estados Unidos por más de $500.000 (¢280 millones), para otorgar los derechos de mercadeo y transmisión televisiva de la Selección Nacional entre el 2009 y el 2015 y hacia el Mundial de Catar 2022, así como percibir comisiones ilegales para que la Tricolor disputara distintos partidos internacionales de carácter amistoso.
“Una persona que vivía en Florida (…) me pagó sobornos para que Costa Rica jugara amistosos que él organizó”, declaró un serio Eduardo Li, vestido de traje y corbata oscuros, según parte de la declaración divulgada por el gobierno estadounidense en un video, consignada por la AFP y reportes distribuidos en San José por la firma Novum Comunicaciones.
El exfederativo agregó, en el documento divulgado por el gobierno estadounidense, que “acepté decenas de miles de dólares de esta persona para autorizar estos amistosos”, pero no se detalló de cuánto dinero se trataba.
Igual confesó ante la jueza Pamela Chen: “Yo acepté recibir un soborno por $500.000 (¢280 millones) y de hecho recibí $300.000 (¢168 millones) por este contrato (…). Sabía que estaba mal que aceptara esos pagos por debajo de la mesa”.
#EduardoLi admits agreeing to accept more than $1 million in bribes as president of Costa Rican Football Federation #FEDEFUT #FIFA
— John Marzulli (@marzullij) 7 de octubre de 2016
Li detalló que estos $300.000 (168 millones) que quedaron en sus bolsillos los depositó en la cuenta bancaria de un socio comercial en la Florida, con el propósito de saldar una deuda de bienes raíces. Es decir, este dinero sucio transitó por bancos estadounidenses y de Costa Rica a través de intermediarios. No obstante, el reporte judicial no especificó sobre los $200.000 (¢118 millones) restantes.
En otro caso de soborno, el exfederativo admitió haber recibido plata de intermediarios no identificados en Panamá, que eran los representantes de una empresa norteamericana dedicada a la confección de uniformes deportivos, con el fin de vestir a la Sele dentro de las cláusulas de su contrato.
Este soborno se produjo por $500.000 dólares (¢280 millones) de parte del patrocinador citado y, finalmente, recibió $230.000 (¢129 millones) en efectivo por dicho contrato, que cedió los derechos para patrocinar los uniformes de la Selección tica.
Li no recibió la suma completa del medio millón de dólares debido a que, antes de que la transferencia a su nombre se diera, “fue arrestado el 27 de mayo de 2015 en Zúrich, Suiza, por lo que no pudo recibir el resto del dinero”, unos $270.000 (¢141 millones), precisó la fiscalía estadounidense en un boletín de prensa.
“Esos pagos de sobornos no fueron declarados a la Fedefútbol, a la Concacaf o a la FIFA (…). Yo sé que estuvo mal de mí parte aceptar estos pagos no declarados”, insistió un compungido Li a la jueza Chen.
Todo se dio del 2014 al 2015, cuando la Fedefútbol dejó de tener un contrato con la marca italiana Lotto, que vendió su contrato a New Balance. La firma estadounidense negoció, entonces, un nuevo contrato con la entidad federativa, aclaró un comunicado publicado en Fedefútbol.com. Dicha relación se dio el 4 de abril del 2015, al ser anunciada de manera oficial en nuestro país.
Eduardo Li reveló también que “se apropió indebidamente” de fondos por $90.000 (¢50,4 millones), destinados por la FIFA para que el Comité Organizador Local sufragara gastos, planificara, promocionara, restaurara uno de las cuatro sedes asignadas a la cita (Estadios Nacional de San José, Alejandro Morera de Alajuela, Ricardo Saprissa de San Juan de Tibás y Edgardo Baltodano de Liberia) y desarrollara todo lo referente a la organización del Mundial Femenino Sub-17, que Costa Rica montó entre el 15 de marzo y el 4 de abril del 2014.
De acuerdo al comunicado de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el exjerarca admitió que se robó esa cantidad de dinero mediante la utilización de un sistema de facturas falsas dentro de las liquidaciones del certamen menor de mujeres, que Japón lo ganó después de la final ante España, a la que doblegó por 2-0 en el Estadio Nacional de La Sabana.
FEDEFÚTBOL: DEL SILENCIO A LA INVESTIGACIÓN
Tras la controvertida declaración de Eduardo Li ante la jueza Pamela Chen en los tribunales de justicia en Brooklyn, Nueva York, la Federación Costarricense de Fútbol apareció por primera vez mencionada por su expresidente del Comité Ejecutivo.
Sin embargo, la entidad que rige el balompié nacional se contuvo en un principio, no se pronunció de ninguna manera, ni rindió ninguna declaración comprometedora el mismo viernes 7 de octubre, pues adujo que era un tema que solo involucraba al exfuncionario, quien se declaró culpable en Estados Unidos de recibir dineros inapropiados en el caso “FIFA Gate”.
“Ante las diversas solicitudes recibidas, les comunicamos que la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefutbol), no tiene nada que decir respecto a la noticia del señor Eduardo Li”, señaló, entonces, el escueto boletín de prensa emitido por el Departamento de Comunicación de la entidad.
“Como se ha tratado el tema desde su inicio, es un asunto que corresponde especificamente a don Eduardo y nos corresponde mantenernos al margen”, agregó el comunicado oficial.
Sin embargo, 48 horas después, este domingo 9 de octubre, la Fedefútbol presidida por Rodolfo Villalobos, quien fue tesorero durante la gestión del hoy detenido Eduardo Li, envió un nuevo boletín a los medios de comunicación en la que varió su posición original y declaró en su anuncio que buscará “sentar responsabilidades” tras la confesión de su exjerarca de haber aceptado más de $600.000 (¢374 millones) en sobornos.
“El Comité Ejecutivo de la Fedefútbol se abocará a investigar y tomar las medidas legales necesarias y pertinentes para resarcir el daño moral, social y económico que se ha producido” ante las declaraciones de Li ante una corte de Nueva York, señaló un escueto comunicado de prensa.
Después recalcó que las acciones en los tribunales buscarán “sentar las responsabilidades del caso a quien corresponda”, dentro del peor escándalo en la historia del fútbol de Costa Rica y de la propia Concacaf y FIFA, en el cual muchos sectores vinculados a esta disciplina en el país, el deporte en general y el Ministerio Público se han mantenido callados; no se han pronunciado de ninguna forma ni han actuado de oficio.
Li encabezó la Fedefútbol del 2007 a mayo del 2015, en el momento de mayor brillo de su historia, cuando alcanzó los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014, hasta que fue detenido en Zurich, Suiza, como parte de una investigación de corrupción en la FIFA a cargo de la justicia estadounidense.
El exjefe del fútbol tico y exvicepresidente de la FIFA se declaró culpable de tres de 14 delitos que le imputó la justicia norteamericana: asociación para delinquir, transferencias bancarias fraudulentas y conspiración para cometer un fraude bancario.
El comunicado federativo del domingo 9 de octubre es la primera manifestación de la dirigencia del fútbol costarricense de que indagará qué paso con estos dineros malversados por Li, desde que su expresidente aceptó su culpa, el pasado viernes 7 de octubre, y también desde que comenzó el caso de corrupción en la FIFA hace año y medio.
Por este penoso incidente, la FIFA le congeló el financiamiento para los proyectos de la Fedefútbol hasta que se aclarara lo sucedido con Eduardo Li y el funcionamiento operativo de su Complejo Deportivo, hecho que frenó el desarrollo del balompié tico por año y medio.
Por ello, en la primera quincena de setiembre, una comisión de auditores de la FIFA finalizó una inspección de cuatro días en la Fedefútbol en la que respaldó los cambios implementados en la entidad rectora local y brindó sugerencias para fortalecer su estructura, procedimientos, medios de control interno y procesos operativos en la sede, situada en San Rafael de Alajuela.
Con el desenlace de este encuentro formal, una vez que se adoptaron las medidas correctivas ya señaladas, la Fedefútbol recuperó la confianza y la FIFA le quitó “el embargo” económico este lunes 10 de octubre, para continuar con los desembolsos de dinero que ayuden al desarrollo del balompié nacional.
“La Federación ha sido desbloqueada. Nos quitaron la suspensión que teníamos para acceder los recursos que estaban pendientes, como el premio del Mundial Femenino en Canadá 2015, los recursos del Programa de Asistencia Financiera de la FIFA, el nuevo programa ‘Forward’, programas de desarrollo que están congelados; a partir de esta notificación, la FIFA nos girará el dinero pendiente para salir con compromisos económicos y ahora podemos pensar en proyectos para el próximo año”, aseveró el secretario general de la Fedefútbol, Rafael Fello Vargas.
Además del desbloqueo de dineros, “esta notificación ratifica la transparencia con la que ha trabajado el Comité Ejecutivo de la Federación que asumió labores en agosto del 2015”, afirma un comunicado de prensa de la Fedefútbol que figura en su sitio web.
“Con seguridad podemos decir que, a pesar de las ultimas comunicaciones que han salido (en la prensa), la Federación queda limpia, lo que haya sucedido o pasado hay que cuestionarlo, pero la FIFA tiene claro cuál es el manejo, controles y estructura que tiene actualmente la Fedefútbol. Todo esto como parte de la transparencia que hemos manejado con lineamientos, controles y procesos claros”, afirmó este lunes 10 el dirigente federativo.
LI: DETENIDO MÁS DE 500 DÍAS EN SUIZA Y EE. UU.
El cuestionado Eduardo Li estuvo preso casi seis meses en la cárcel de Winterthur, en Zúrich –la sexta ciudad más poblada de Suiza–, luego de que, en una redada emprendida por la policía helvética, se produjeran siete arrestos de dirigentes en un hotel de lujo, el Baur au Lac, que se dio el 27 de mayo del 2015.
Este penoso hecho para el fútbol de Costa Rica sucedió dos días antes de ser envestido como vicepresidente de la FIFA durante el Congreso de la FIFA en Zúrich, pero el escándalo de corrupción impidió que el exdirigente lograra ocupar el cargo. Ya registra 507 días detenido.
Salió del presidio de Winterthur el 18 de diciembre del 2015, cuando fue extraditado a Estados Unidos, donde se destapó el caso, y decidió someterse a su jurisdicción de la justicia, para ser procesado por 14 delitos. En un principio, ese mismo día, se declaró “no culpable” e inocente de todos los cargos, en la Corte del Distrito Este de Nueva York, y, de inmediato, fue pasado al Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn.
En febrero pasado, tras luchar y emprender varias negociaciones con sus abogados, Eduardo Li hizo un pago de cinco millones de dólares (¢2.800 millones) para recibir el 8 de marzo anterior la libertad de estar bajo fianza y seguir bajo el régimen de arresto domiciliario en un apartamento de Nueva York.
Desde entonces, el exdirigente puntarenense entregó todos sus pasaportes al ‘Federal Bureau of Investigation‘ (FBI; Oficina Federal de Investigación, en español), lleva un brazalete electrónico y permanece bajo monitoreo por circuito cerrado de televisión las 24 horas del día.
Bajo esa condición se ha mantenido Li, asistiendo a las audiencias previas en la Corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, mientras el proceso judicial sigue su curso y se fija una fecha para la lectura de la sentencia definitiva.
El jurista defensor del exdirigente indicó que, por el momento, no puede ahondar en detalles, ni Eduardo Li podrá referirse a su caso públicamente, ya que el asunto todavía se encuentra en trámite judicial; no obstante, adelantó que el exdirigente de la Fedefútbol permanecerá en libertad bajo fianza a la espera de dicho fallo.
Li mantendrá un estatus similar al que tienen Jeffrey Webb, expresidente de la Concacaf (permaneció ahí del 2012 al 2015) Daryl y Daryan Warner, hijos del también expresidente de la Concacaf, el trinitense Jack Warner, quien estuvo al frente de esta confederación 21 años, entre 1990 y el 2011.
En el juzgado neoyorquino, se definió que el juicio se realice hasta el 7 de noviembre del 2017, en contra del exfederativo y los restantes implicados del escándalo de corrupción que sacudió los cimientos del fútbol, generó una profunda crisis en la FIFA y tumbó a su jerarquía, incluido a su expresidente Joseph Blatter, al descubrirse todo hace un año y medio.
Todo lo anterior confirmó al exmandamás del balompié costarricense como el más reciente caso de conspiración en una larga lista de 43 dirigentes del fútbol latinoamericano y entidades de mercadeo, 17 de los cuales se declararon “culpables” de solicitar y recibir en forma ilegal decenas de millones de dólares en sobornos y comisiones.
Precisamente, los fiscales estadounidenses acusaron a los 43 implicados de participar en esquemas que involucran más de 200 millones de dólares (¢112.000 millones) en sobornos vinculados a los derechos de comercialización y transmisión de torneos eliminatorios y partidos internacionales amistosos.
Un tercio de estos personajes aceptaron cooperar con las autoridades judiciales de Estados Unidos, a cambio de una posible reducción de su condena, luego de que fueron investigados por esta maraña de sobornos, que salpicó a altos dirigentes del organismo rector del balompié.
En resumen, el reporte del Departamento de Justicia de Estados Unidos indica que son 17 personas y dos empresas de mercadeo deportivo las que ya se declararon “culpables” de los cargos achacados a estos personajes, incluido el expresidente de la Fedefútbol, Eduardo Li.
El caso afecta, entre otros, a Jeffrey Webb, exjerarca de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf) y a los hijos de su antecesor en el puesto, Jack Warner, de Trinidad y Tobago, también acusado por la FIFA y la justicia de Estados Unidos de cometer actos de corrupción en este deporte.
Los dirigentes que se declararon “no culpables” serán juzgados posiblemente a partir de setiembre u octubre del 2017. Un total de ocho acusados están fuera de Estados Unidos y pelean su extradición.
El escándalo por estos delitos cometidos por altos dirigentes del fútbol ya cobraron la cabeza del suizo Joseph Blatter, expresidente de la FIFA, el francés Michel Platini, exmáximo funcionario de la Unión Europea de Fùtbol Asociado (UEFA); y su compatriota Jérome Valcke, exsecretario general de la FIFA. Los tres están, actualmente, en libertad.
FIFA LE SACA “TARJETA ROJA” A HOTEL DE LUJO
Londres (Inglaterra). Los conserjes del lujoso hotel suizo Baur au Lac en Zurich no deberán tener ya sábanas blancas a la mano.
No necesitarán usarlas otra vez para esconder la identidad de dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) detenidos y llevados a vehículos policiales.
La FIFA no volverá a hospedar a sus dirigentes en ese hotel, extremadamente opulento, construido hace 172 años y ubicado junto a un lago, que se convirtió en sinónimo del escándalo de corrupción en el fútbol el 27 de mayo del año pasado.
Esa vez, la policía suiza emprendió una redada en horas de la madrugada para detener a jerarcas deportivos que parecían intocables, entre ellos el costarricense Eduardo Li, expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol).
Al mudar a los miembros de su consejo directivo del Baur au Lac al Park Hyatt, un hotel menos caro en Zúrich, la FIFA ahorrará dinero durante las reuniones de la próxima semana.
El organismo rector del fútbol mundial no dio detalles sobre las habitaciones en que se hospedarán los integrantes del consejo.
Pero la habitación doble más cara para el 13 de octubre en el Baur au Lac costaba 870 francos suizos (900 dólares; ¢504.000). En el Hyatt, una tarifa comparable asciende a 527 francos suizos.
La decisión de cambiar de hotel fue tomada por la nueva secretaria general de la FIFA, la senegalesa Fatma Samoura.
“Estamos en un negocio, así que creo que un buen hotel de negocios resulta más apropiado”, manifestó el vicepresidente de la FIFA, el empresario canadiense Víctor Montagliani, quien es también presidente de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf).
“No se trata sólo de recortar costos. Como lo hemos hecho en la Concacaf, se trata de enviar el mensaje de que estamos aquí para trabajar, y pienso que éstos son algunos cambios que debían ocurrir”, resaltó Montagliani.
El cambio de hotel pone fin a una cuestionada relación con el Baur au Lac, que cobró fama internacional –por motivos indeseables–, cuando varios dirigentes del fútbol fueron detenidos en sus habitaciones, el 27 de mayo del 2015.
La policía suiza cumplió órdenes de arresto emitidas de parte de autoridades estadounidenses, las cuales acusaron a 43 personas en relación con el escándalo de corrupción en el fútbol.
En un video tomado por la agencias de noticias estadounidense “The Associated Press”, pudo apreciarse que el entonces presidente de la Fedefútbol, Eduardo Li, era escoltado hacia un auto de la policía, mientras los conserjes del hotel desplegaban sábanas blancas para tratar infructuosamente de ocultarlo.
Pese a aquella redada, la FIFA no abandonó de inmediato el Baur au Lac. La policía realizó otra visita al hotel en diciembre del año anterior, cuando ejecutivos de la FIFA estaban en Zúrich, Suiza, y efectuó otra ola de arrestos.
La próxima semana, cuando el Comité Ejecutivo de la FIFA se reúna, el Baur au Lac estará mucho más tranquilo.
FUENTES CONSULTADAS: Corresponsales de AFP (Agence France-Presse), AP (Associated Press), DPA, Reuters y Prensa Latina, presentes en la audiencia de Eduardo Li, el viernes 7 de octubre, en la Corte del Distrito Este de Nueva York, Estados Unidos; los sitios digitales de los periódicos ‘La Nación’ y ‘New York Daily News’, la agencia Novum Comunicaciones, Yahoo Deportes, la cadena ‘Univisión’ y YouTube.