Shirley Cruz Traña, la principal referente del fútbol femenino costarricense, tenía 11 temporadas en Francia, ligada primero al Olympique Lyonnais, de Lyon, y luego al principal club de la capital gala, el París Saint-Germain (PSG). Pero llegó el momento de admitir que su ciclo europeo había concluido y exploró, entonces, una nueva aventura y desafío en el ámbito del naciente profesionalismo asiático.
Atendió la llamada de la máxima liga en la República Popular China, a inicios del 2018, en una transacción monetaria que se extendió hasta noviembre pasado. Se trata de un club oriental que posee 60 años de existencia, a partir de marzo de 1958: el Jiangsu Suning Football Club. Su división de mujeres contrató este mismo año a un conocido de la tica, el francés Gérard Precheur, de 59 años, rival de las parisinas con el Lyon en la final de la Champions League europea del 2017 que perdieron 7-6 en penales, luego de que habían igualado 0-0 durante 120 minutos en Cardiff, Gales.
El salto de la jugadora más mediática del país sorprendió en enero pasado y atrajo las miradas por el inesperado vínculo, a sus 33 años de edad, al casi desconocido mundo del fútbol femenino de China, la superpotencia financiera mundial y el país más poblado del mundo, con 1.403 millones de habitantes (2016), que tiene una selección de mujeres que, históricamente, es muy potente; pero cuya liga, aunque goza de crecientes apoyos económicos, apenas está despegando en Asia Oriental. “Bastante frío el que me recibe en China, pero súper feliz de estar acá. Lista para empezar a vivir esta nueva experiencia”, escribió Shirley, entonces, en sus redes sociales.
Una vez que aceptó la propuesta asiática, su rendimiento fue satisfactorio y aceptable en lo deportivo, al asumir un rol de líder dentro y fuera del campo que le dio el técnico galo, que la eligió “por razones tácticas”, de acuerdo a la jugadora; y eso fue asociado en forma exitosa a los resultados colectivos, en los cuatro certámenes disputados este año.
El cuadro, adquirido en el 2015 por la empresa Suning Appliance Group, obtuvo el subcampeonato en la Superliga de China y dos títulos locales, el de la Copa Nacional de las Regiones, en julio pasado, y el de la Copa Nacional FA, en noviembre, así como el segundo lugar en la Supercopa ante el mejor de la liga, el Dalián Quanjian, campeón de las tres últimas temporadas.
“La experiencia ha sido bastante enriquecedora a nivel cultural”, resumió la capitana de la Selección Femenina de Costa Rica, durante una amplia entrevista que concedió este mes al sitio web “Buzón de Rodrigo” en su casa josefina, en Rincón Grande de Pavas. “Me topé a nivel futbolístico una forma de juego totalmente diferente, pero después de nueve meses se puede decir que la adaptación ya se dio. Gané algunos trofeos y eso es una motivación más para plantearme metas para más adelante”.
Con los dos cetros ganados en China, la volante aumentó el registro de campeonatos en el exterior, que la convierte en la futbolista más premiada del país con 12 títulos en su historial, junto al portero del Real Madrid CF, Keylor Navas. Ella había logrado 10 con su anterior club galo, el Olympique Lyonnais de Lyon (10 de la Liga 1, dos de la Copa de Francia y dos de la Champions League de Europa), mientras que Navas ya suma 12 trofeos con los merengues, incluido tres de la Liga de Campeones de la UEFA, tres de la Supercopa europea, una Liga española, una Supercopa de España y cuatro en los Mundiales de Clubes (dos como titular y dos como suplente), incluido el último cetro ganado este 22 de diciembre en la final 2018 disputada en Emiratos Árabes Unidos contra el equipo local, el Al-Ain FC.
“Yo paso muy ajena a lo que pasa en el país, porque las redes sociales por Internet se manejan de otra manera en China y, prácticamente, no tengo acceso a ellas. A veces me doy cuenta por lo que me dicen mis compañeras de Selección o por lo que se comenta aquí en las redes sociales. Entonces, yo no contabilizo títulos, goles o partidos, porque yo vivo el día a día. Gracias a Dios que me da la bendición de jugar de la mejor manera, dejando una buena imagen del fútbol tico. Así que si las cosas funcionan bien conmigo, habrá más interés en contratar a la jugadora costarricense”, subrayó Shirley.
Y agregó: “Los títulos llegan por el trabajo y desde que me fui del país he dejado cosas de lado. Cuando analizo las cosas que he dejado de hacer y las cosas que he obtenido a nivel futbolístico, siento una inmensa alegría por todo lo que he pasado para llegar ahí. Conversando con mis compañeras de Selección, les he dicho que les va a costar mucho llegar a tantos partidos de club en ligas del extranjero y de ‘Champions’, porque yo me fui bastante joven y algunas están dando este paso con mayor edad que la mía, con 23 o 24 años. Ahí están los números y quedan en ellas llegar algún día a superarlos”.
Dentro de su carrera deportiva, la josefina sumó 303 juegos en Europa, incluidos 62 juegos en la Champions League de la UEFA Femenina, que la ubican en un sitial de honor dentro de la historia del fútbol nacional.
El más cercano perseguidor a los éxitos deportivos de Cruz y Navas es Bryan Ruiz, volante ofensivo del Santos de Sao Paulo, Brasil, quien se adjudicó seis títulos internacionales de club en el extranjero. Se trata de una Liga Eredivisie de Holanda, una Copa holandesa y dos Supercopas “Johan Cruyff” con el FC Twente; además, una Supercopa “Cándido de Oliveira” y una Copa de la Liga de Portugal, con el Sporting Portugal de Lisboa.
De inmediato, Shirley detalló que en el equipo asiático no es la capitana por lo complicado del idioma mandarín, según declaró en la sede de la Fedefútbol, en julio anterior. “El idioma juega mucho y uno se debe tener una buena comunicación con todas mis compañeras. Cuando me toca hablar o aconsejar, lo hago, incluso me ha tocado ayudar a la capitana o a las capitanas que estén, porque se trata de un deporte colectivo. Los resultados se dan cuando las cosas a nivel grupal se presentan bien. Siempre buscamos alguna forma para comunicarnos mejor. Está comprobado que si las cosas funcionan mejor dentro del campo, vendrán los resultados positivos”.
Esta respuesta la amplió este mes, luego de concluir su primera campaña asiática. “En China, al ser una jugadora de cierta edad (33 años), hay un respeto enorme. A mi me tocó vacilar con ellas (las jugadoras locales) para que me integraran al grupo, porque al ser una persona con tanta experiencia me veían de una forma diferente (…). El entrenador me pone de ejemplo ante el grupo y me indica qué necesita que le haga en cada partido, incluso algunas compañeras chinas quieren aprender y me preguntan cómo es que yo hago para proteger la bola. Es mi rol en la Selección y yo también fui joven y me gustaba que las personas de más experiencia me ayudaran también”, explicó.
En la Superliga China de fútbol femenino también compitieron este año dos compañeras de Shirley Cruz en el PSG, la atacante brasileña Cristiane Rozeira de Souza Silva, conocida como Cristiane, del Changchun Zhuoyue; y su amiga española, la ariete Verónica Boquete, del Beijing BG Phoenix y rival de la tica en la final de la Champions League 2014-2015 y en la primera fase del Mundial de la FIFA en Canadá, también en el 2015. Una experiencia asiática totalmente distinta a todas las que había tenido en Europa, dentro de la principal competición de mujeres del país, que en los últimos años ha intentado atraer espectadores y patrocinadores con fichajes de estrellas internacionales, pero el torneo aún es poco conocido incluso en el país.
Algo parecido ocurrió en la campaña del año pasado. Así, en febrero del 2017, mientras los clubes masculinos de China lograban multimillonarios fichajes como el del volante brasileño Óscar (exChelsea) o el argentino Carlos Tévez (hoy en el Boca Juniors), el Changchun Zhuoyue femenino sorprendió con la contratación de la mencionada Cristiane, junto a otros grandes traspasos como el de la noruega Isabell Herlovsen, que fichó el año pasado por el Jiangsu Suning; y la nigeriana Asisat Oshoala, que de la división femenina del Arsenal inglés emigró al exitoso Dalián Quanjian.
“China está invirtiendo mucho dinero en el fútbol. Ellos tienen una infraestructura increíble, pero no la metodología ni conocen el alto nivel. Por eso traen gente de Europa, jugadores y cuerpo técnico, para que aumente el nivel de la liga. Eso sí, guardan o protegen el nivel de los chinos y chinas, porque al final solo se permiten dos o tres extranjeros por equipo. Quieren mantener el nivel del fútbol chino para que más adelante los hombres se clasifiquen al Mundial, porque ya las mujeres tienen un gran nivel y ya se clasificaron al Mundial 2019 en Francia. La idea es que, en el futuro, China se convierta en una potencia del fútbol”, explicó Shirley en junio pasado.
UNA DIFÍCIL ADAPTACIÓN A TODO
Conocida como la “Capital de la Educación, la Ciencia, la Cultura, el Arte y el Turismo”, Nankín es la ciudad donde radicó la volante Shirley Cruz durante casi 10 meses para jugar profesionalmente en el en el Jiangsu Suning FC. Su apartamento, dentro de la empresa Suning Appliance Group, está ubicado en esta localidad de la provincia de Jiangsu, sureste de China, con 6,3 millones de habitantes (hasta 2016), para convertirse en la segunda población más grande de la región, después de Shanghái; una de las cuatro capitales antiguas de China, para 10 dinastías o reinos, y el centro económico y político del sureste de China durante más de 1.000 años.
“La ciudad fue, hace mucho tiempo, la capital de China y, entonces, hay mucha historia. Conocí sus templos budistas y estoy aprendiendo mucho de su cultura. No es están turística, si la comparamos con Pekín y Shanghái, pero por haber sido una de sus capitales antiguas ha dejado un buen legado cultural. He aprendido mucho y todo forma parte de la cultura china, pero lo más difícil es el idioma y la comunicación. De eso se trata: que yo me adapte al país y que mis compañeras se adapten a mí, para obtener buenos resultados. Mi deseo es tener un buen equilibrio en mi vida deportiva y extradeportiva”, describió Cruz en una anterior entrevista con Buzón de Rodrigo en la Fedefútbol, durante la concentración de junio pasado con la Tricolor, previo a dos amistosos con Chile en Suramérica.
Al principio, la josefina sufrió allá y le costó la adaptación a la cultura asiática, principalmente a sus costumbres, la comida, el idioma y las nulas conexiones con sus seres queridos por Internet –en este punto, halló otras sofisticadas opciones tecnológicas–; sin olvidar el tratamiento específico de su lastimada rodilla derecha, que al principio la obligó a ser tratada con un procedimiento local: la acupuntura; aunque luego, a media campaña, consiguió que un fisioterapeuta europeo, contactado por el hijo del entrenador y radicado en China, le llevara este tratamiento en forma normal dos o tres veces por semana con un conocido método occidental.
“La comida fue en lo que menos pensé y es lo que más me ha afectado. Ya me adapté a esto, me llevé mis ‘cositas’ para cocinar. Y con el idioma, a pesar de que tengo traductor, es bastante complicado. Hablo francés y eso facilita mi comunicación con el entrenadora (…), pero tengo dificultades para comunicarme con mi familia. Descargué un programa en mi celular, un UPN Móvil, para acceder a las redes sociales, pero no funciona tan bien. Me doy cuenta poco de lo que sucede en Costa Rica, hasta que me comunico con mi familia y me cuentan cosas. (…). Cuando hago mis compras, debo andar con el teléfono para traducirlo todo con una aplicación; pero a veces ni con la aplicación entienden y eso es muy complejo, porque debo recurrir a las señas. La experiencia, la verdad, ha sido bastante divertida”, detalló.
“Comí cositas raras, en realidad”, expuso ella en la anterior entrevista concedida a este medio en junio pasado, en la sede de la Fedefútbol, en San Rafael de Alajuela. “La comida es muy diferente en cuestión de olores y se come mucho picante. Ellos cocinan muchas cosas al vapor y el sabor es diferente, por los mismos olores que usan. Cuando subí al avión para ir a China sabía que la situación iba a ser muy complicada a nivel cultural”.
Igualmente, Cruz considera que ya dejó atrás la etapa de “frustración” en el exótico destino, cuando la gente que lo rodea no le comprende lo que intenta decirle, al realizar una compra en un supermercado de un centro comercial o al solicitar algún alimento en un restaurante de Nankín.
Recordó que al principio pasó congojas y momentos divertidos para poder conseguir sus alimentos básicos como una caja de leche, porque todas las instrucciones están en letras chinas. Por lo tanto, siempre lleva su teléfono celular y busca en inglés la palabra de lo que necesita adquirir; luego lo traduce a chino, pero ni ella entiende lo que le dicen, ni a ella le comprenden. Cuando le sucede esto, usa señas y resuelve el problema.
En el tema del tratamiento de la rodilla derecha, el hecho ameritó una atención especial, luego de que la hija menor de don Isidro Martínez y doña Marquesa Cruz, en una numerosa familia de ocho hermanos de Rincón Grande de Pavas, San José, visitara dos veces al quirófano en el 2015 y 2017. En China, en los primeros meses, ella fue tratada con acupuntura, mediante agujas muy delgadas que trataron esa parte de su cuerpo.
“Esta parte médica es un poco complicada porque en China se trabaja mucho con acupuntura. Los masajes también son un poco diferentes. Entonces, me ha tocado adaptarme hasta en eso… Ahora que hablé del tema con el entrenador me van a buscar una persona que trabaje el estilo europeo, al que estoy acostumbrado. Al final, si me rodilla está bien, voy a poder rendir. Ellos conocen mi problema y cómo lo pueden manejar. Debo acostumbrarme a la parte china, porque también debo experimentarla, pero igual debo hacer trabajo de fortalecimiento, ya que eso no lo manejan en China. Me ha tocado perder músculo por la comida de allá, pues trato de comer bien, pero hay cosas que no se pueden comer y yo las evito. A mi me gusta comer, pero se ha visto afectada por todo el cambio que he tenido. Ya yo sé lo que tengo que hacer para estar allá en buenas condiciones”, aclaró Cruz en junio anterior.
Allá, el caso de su lastimada rodilla es manejado ahora por un experto europeo, radicado en China, y en otros temas también por conocedores de la citada técnica curativa usada en la medicina china tradicional. “Me gusta experimentar con terapias alternativas y la acupuntura me hizo sentir bien para ciertas cosas y para otras no. Tuve un problema estomacal y ese método me funcionó muy bien, a los 15 días de estar en China”, reveló en diciembre.
En otra parte de su conversación con “Buzón de Rodrigo“, Shirley recalcó que el primer semestre allá fue muy duro, en especial con la gastronomía, y, por tanto, le costó acomodarse a la arcaica cultura china. “Fue un choque cultural fuerte para mí, en el tema de las comidas, porque no lo había visualizado así. Al principio, en los primeros seis meses, perdí peso y masa muscular porque comía poco y ese es mi combustible para rendir. Mis compañeras de Selección notaron el cambio que yo traía, cuando vine a la convocatoria de junio (para jugar amistosos contra Chile en Sudamérica). Ya pasé ese período de adaptación y el equipo logró llegar a instancias finales. Por eso me fui a China: no fui a pasear, sino a prepararme para el Premundial de la Concacaf y a obtener títulos”, reveló.
La experimentada futbolista del Jiangsu Suning FC resaltó que aprovechó los ratos libres en China para leer sobre su civilización y gastronomía. Inclusive, dijo, que en agosto pasado disfrutó de 10 días por un parón del campeonato oriental para visitar templos milenarios y la Gran Muralla China, histórica, legendaria y turística fortificación ubicada en Pekín, la capital. Guías especializados en esos sitios le explicaron la rica historia del ‘Gigante Asiático’, que le ha permitido aprender muchos aspectos sobre el recorrido de las dinastías imperiales cuando se dieron los antiguos ataques de los nómadas de Mongolia y Manchuria. También conoció a los osos pandas gigantes, una especie en extinción desde hace muchos años, que poseen un área de conservación en Chengdu, ciudad de China central.
“Me sentí muy emocionada… El fútbol nos da esa bendición de poder viajar y en agosto visité la Muralla china y varios templos budistas, que me permitieron conocer más la religión que practican allá. Guías especializados me explicaron un tema ajeno para mí, el de las dinastías imperiales. Me la pasé leyendo sobre su cultura y gastronomía. Y cumplí uno de mis sueños: conocer los osos pandas, compartiendo una mañana los quehaceres diarios de ellos. Sin duda, estas visitas fueron muy productivas y las disfruté mucho (…), porque no sé cuando voy a volver a China”, describió la josefina.
No oculta el serio obstáculo que fue entrenar o jugar bajo desgastantes temperaturas que imperan en China y que nunca había experimentado en toda su carrera deportiva, entre los 40 y 45 grados, así como sufrir la seria contaminación en sus principales ciudades. Luego añadió que se valió de su celular para saber qué tipo de aire encontraría fuera de su casa. “Al inicio, la contaminación se ve y, por tanto, me picaba la nariz y los ojos se me irritaban. Todo fue parte de esa adaptación que necesitaba mi cuerpo”.
“Yo soy una ganadora y me gusta la exigencia máxima. Asumí el reto de llegar al fútbol de China con el objetivo de seguir creciendo y colaborar con el equipo. El inicio no fue fácil, pero, gracias a Dios, logré adaptarme y tomé confianza. Deseo abrir puertas del fútbol asiático al fútbol femenino de Costa Rica, por ello cada día me esfuerzo más“. Shirley Cruz, mediocampista del Jiangsu Suning Football Club (China).
LA MULTIMILLONARIA SUPERLIGA CHINA
Dentro de las normas del campeonato chino, la Superliga profesional femenina solo admite dos foráneas por club y atractivas regulaciones salariales, que le permitieron a Shirley Cruz ganar altas sumas de dinero que no había devengado en toda su carrera profesional en Europa. Sin embargo, su objetivo principal no fue la parte económica, sino recuperar la ilusión por el fútbol que había perdido en Francia.
Desde este año, la inusual experiencia la compartió la tica con otra legionaria, proveniente de África: una joven atacante, Tabitha Chawinga, de Malawi y con 22 años, quien finalizó como la goleadora de la liga 2018 con 17 tantos y acaba de prolongar su ligamen por dos temporadas más con el club de Jiangsu (una de las 22 provincias en el que está dividido el enorme territorio chino, con una superficie de 9.596.960 km², como el tercer país más extenso del mundo detrás de Rusia y Canadá).
“Mi compañera de Malawi, de 22 años, es como ellas y le fue más fácil la aceptación, por ser una jugadora joven y al haber estado jugando dos años en Suecia. La cultura africana se asemeja a la latina, por la hospitalidad y la forma en que nos saludamos y nos damos abrazos. Así me pude adaptar al equipo, que es muy joven, y a mi compañera, que tiene una forma de jugar diferente a la mía”, describió Cruz al sitio “Buzón de Rodrigo“.
Su traspaso por una temporada tuvo lugar en un momento en el cual China invierte cifras millonarias en sus divisiones masculina y femenina, con la esperanza de instaurar en el gigante asiático una cultura futbolística acorde a su pujanza económica. Por ejemplo, el presidente del Jiangsu Suning FC, de la ciudad de Nankín, es el empresario multimillonario chino Zhang Jindong, quien también es miembro del parlamento chino y fundador y el mayor accionista de poderosas empresas de ese país; una de las cuales, la Suning Appliance Group, posee la mayoría de las acciones de uno de los gigantes del fútbol italiano, el Inter de Milán.
Precisamente, Zhang, de 55 años, es uno más de los numerosos magnates que han invertido más en el fútbol durante los últimos años, desde que el presidente de China, Xi Jinping –un confeso aficionado al fútbol–, declarara en el 2011 su deseo de que el seleccionado masculino de China se clasifique, albergue y gane algún día una Copa del Mundo de la FIFA. Desde entonces, varias empresas chinas como Luneng –subsidiaria de la mayor eléctrica nacional– se lanzaron al negocio del fútbol, no dudando en invertir sumas escandalosas por jugadores cada vez más jóvenes y conocidos, que hizo de de China el quinto mayor gastador en fichajes de todo el 2016.
Sólo ocho equipos disputan la competición femenina, organizada por la Asociación China de Fútbol, que entre el 2011 y el 2014 abandonó el sistema de ascensos y descensos debido a la escasez de clubes. Un detalle que da una idea de las dificultades para impulsar este campeonato femenino que, sin embargo, en los últimos años procura dar un evidente salto de calidad con nuevas inyecciones de capital desde el 2015, en el contexto del gran plan del Gobierno chino para desarrollar todo el fútbol nacional y convertir al país en una potencia balompédica a mediados de este siglo.
“La experiencia en China ha sido muy positiva y productiva (…). Me tocó en enero hacer dos pretemporadas, una en Francia y luego otra en China. Fue bastante complicado y ser paciente, porque ya yo quería competir. Eso se dio hasta finales de marzo, cuando en un solo lugar jugamos la Copa CFA durante tres semanas, con 16 equipos divididos en cuatro grupos. Fue sorprendente para mí ver tantos campos de juego ay equipos de buen nivel. Luego en julio competimos en la Copa de las Regiones, cuando la disputamos en 15 días, al jugar cada dos días, para sacar al mejor equipo de las regiones y la ganamos para Jiangsu. Al final, en un torneo muy equilibrado y competitivo que solo permite dos extranjeras por equipo, tuvimos que jugar cuatro partidos seguidos contra el Dalián, para definir el campeonato y la Supercopa, y eso fue bastante tedioso”, rememoró la volante tica del Jiangsu Suning FC.
La plataforma de televisión online, denominado LeTV –un equivalente local a la empresa estadounidense de entretenimiento Netflix–, se convirtió, entonces, en el principal patrocinador de la competición, mientras que la firma deportiva española Kelme consiguió un acuerdo comercial para vestir con sus uniformes a todos los clubes chinos, al aportar importantes apoyos económicos que trajeron los primeros grandes fichajes femeninos.
La liga de mujeres de China, que como la masculina se disputa de marzo a noviembre de cada año, ha sido tradicionalmente dominada por clubes de la mencionada ciudad de Dalián –la cuna del balompié chino, en el noreste del país– y de Shanghái, con esporádicas victorias ligueras de equipos de otras grandes urbes del gigante asiático, como Pekín, Tianjin o Cantón.
La ausencia de un torneo internacional de clubes femeninos en Asia semejante a la Liga de Campeones de Europa o la Copa Libertadores de América impide comparar el potencial de los clubes chinos, aunque a nivel de selección, las conocidas “Rosas de Acero” –seudónimo con el que se conoce al combinado nacional de fútbol– es una potencia continental.
Históricamente, China acogió en 1991 el primer Mundial de fútbol femenino de la FIFA –circunstancia que repitió en el 2007– y llegó a ser semifinalista de este torneo en 1995 y finalista en 1999, época en que el equipo era capitaneado por su gran figura, Sun Wen, elegida como la mejor futbolista mundial del siglo XX, junto a la estadounidense Michelle Akers.
A nivel continental, las “Rosas de Acero” han sido campeonas del Campeonato de Asia en ocho ocasiones –siete de ellas consecutivas, entre 1986 y 1999–, y aunque en los últimos años hubo cierta caída de nivel en detrimento de rivales como Corea del Norte, Japón o Australia, el combinado femenino chino suele ser un fijo en el podio continental.
ELIMINACIÓN DE LA FEMENINA DEL PREMUNDIAL DE LA CONCACAF: “UNA BOFETADA DE HUMILDAD”
En medio de la inesperada incursión de Shirley Cruz a China, para afrontar nuevos desafíos profesionales en su exitosa carrera, la josefina participó de las convocatorias de la Selección Femenina, en primer término para un amistoso de junio como visitante con Chile (cayó 4-0), y posteriormente para los Premundiales de la Uncaf, en agosto, y de la Concacaf, en octubre. En este último, sufrió la dolorosa eliminación ante Jamaica (cayó 0-1) y no pudo cumplir su sueño de avanzar a su segundo Mundial de la FIFA, en Francia 2019, con el fin de retirarse de la Tricolor, como era su anhelo.
“Son cosas del fútbol… Nos faltaron algunos detallitos más que mis compañeras estaban viviendo… Teníamos una generación muy buena, con jóvenes y algunas que tenían experiencia mundialista, pero uno no se explica (lo que pasó). El fútbol a veces es así… Al final, no se nos dio la clasificación, hay que aceptar ese trago amargo. Yo, en lo personal, lo tomé como una bofetada de humildad, porque hay que ser humildes para aceptar que algunas cosas no estuvieron correctas“, explicó Cruz con resignación.
No quiso profundizar más en el tema de la Sele, por respeto a sus compañeras y al cuerpo técnico, que según sus palabras “hará las evaluaciones del caso y corregirá el rumbo” para las próximas competencias internacionales. Ella aboga por una crítica constructiva al proceso y que las futuras selecciones gocen de las mejores condiciones para llegar al éxito.
“Yo ya hablé del tema con Amelia (Valverde, la seleccionadora de la Femenina), porque el cambio generacional se debe hacer, pero no en forma abrupta. La parte más importante es que hay varias jugadoras que tienen 26, 27, 28 y 29 años, con experiencia y rocen a nivel mayor, y todavía les queda un proceso eliminatorio al Mundial. Entonces, hay que preguntarse cómo hacer para que ellas no abandonen el fútbol y ayuden a la formación de las más nuevas, porque muchas están pensando en dejarlo para continuar en la parte laboral. No se puede dejar solas con la responsabilidad de guiar al equipo a Raquel Rodríguez y a Gloriana Villalobos. Los clubes deben colaborar para que las jugadoras lleguen mejor preparadas a la Selección y la empresa privada ayudar para que se den mejores condiciones al equipo. En esto, hay que hacer una crítica constructiva y hacer un análisis serio de las cosas que no resultaron, para que ellas sigan en la Selección y ayuden a las más nuevas en su proceso de formación”, opinó Shirley Cruz.
La josefina recalcó que su retiro del equipo nacional aún no es definitivo, a pesar de la descalificación mundialista, y que su continuidad dependerá de cómo se sienta el año próximo, física y mentalmente, para asumir nuevos compromisos con la causa tricolor, que serían los últimos de su carrera.
“Lo que conversé con Amelia, después del torneo, es que quiero tener mis vacaciones. Fue bastante complicado pasar de París a China, y luego asumir el reto del Premundial. El nivel emocional estuvo bastante cargado y lo que necesito ahora es solo tiempo para mis vacaciones. Antes de decir que ‘quiero’ seguir en la Selección’ es que mi forma física esté bien. Si es así, podría seguir un poquito más. Pero si mi cuerpo me dice ‘ya no’, entonces no sigo. Por eso es un tema que prefiero llevarlo con el momento en que me encuentre”, añadió.
Casualmente, Shirley nunca tuvo en su mente jugar en un club de China, pero se le presentó la oportunidad y no la desaprovechó. Tampoco pensó que viajaría al mismo destino con la Tricolor para medirse en fecha del calendario de la FIFA a una de las potencias femeninas a nivel internacional (15º en el ranquin trimestral del organismo rector del fútbol mundial). Esto sucedió hace más de dos años para jugar dos amistosos el 8 y 11 de abril del 2016, que finalizaron 2-1 a favor de las locales en Shenzhen y empate 1-1 en Qujing; en este último fogueo, ella anotó un gol de penal y la expulsaron al final del duelo, en su primera y única expulsión con el equipo nacional.
Con la Tricolor, Cruz debutó en el 2003 contra Jamaica en un partido eliminatorio para la Copa del Mundo, pero no fue hasta hace tres años cuando participó en su primera y única cita universal de la FIFA, “Canadá 2015”. Desde entonces, ella defendió su camiseta en 87 juegos internacionales de clase A y convirtió 28 goles.
EL FUTURO A SEGUIR POR SHIRLEY CRUZ
Ahora, el propósito de Shirley Cruz es seguir una temporada más en el China, cuya Asociación Femenina de Fútbol tiene la disputa anual de su liga mayor y tres distintos torneos coperos, entre marzo y noviembre de cada campaña. Sus aspiraciones son claras: agrandar su vitrina de trofeos y medallas, con la obtención de la Superliga y la Supercopa china que no se ganaron este año, y abrir las puertas del fútbol femenino asiático a otras jugadoras ticas, como lo hizo durante su paso de 11 años en Francia.
Un adelanto de las posibles condiciones para renovar el contrato hasta noviembre del 2019 se lo planteó dos veces el cuerpo técnico francés del Jiangsu Suning FC, primero en una reunión que sostuvo en agosto pasado y luego antes de la disputa de la Supercopa de China, el mes anterior.
“Yo hablé ya con mi entrenador (Gérard Precheur) de la posible continuidad por un año más en China. La verdad, él me ha enseñado muchas cosas, porque nunca antes tuve un formador de esa calidad. Estoy muy contenta porque estoy aprendiendo muchas cosas que más adelante las puedo traer al país. Mi idea es ser como una ‘esponjita’ y absorber todo eso. Ya me reuní con el entrenador y su hijo, en agosto, y fui muy clara. Ellos están muy contentos con mi trabajo e igual los chinos están muy contentos con mi forma de trabajar. También nos reunimos antes de la final de la Supercopa”.
“El equipo –prosiguió– está satisfecho conmigo y yo, de mi parte, ya pasé la parte más difícil y a la que tenía más miedo, que fue la adaptación a la comida. Superé esa barrera que estaba ahí y pasé varias etapas. Así que (jugar) un año más estaría bien. Al final, no se logró el campeonato y quedaron dos torneos pendientes de ganar. No esperaba llegar adonde llegué, pero hay que ser ambicioso y sí me gustaría ganar el campeonato chino. Yo me traje todas mis cosas, esperando que se me mejoren algunas condiciones para mi ‘confort’ diario. Entonces, hablé con mi agente que es el que está tratando todo eso. Igual se debe tomar el tiempo necesario, como pasó en diciembre del año pasado cuando me decidí irme para China y lo hice hasta el 20 de enero. Por eso, estoy aprovechando mis vacaciones al máximo”.
De momento, a sus 33 años, ella aceptó que la única opción profesional que se plantea hoy es seguir allá con el Jiangsu Suning FC, por lo que espera concretar en enero entrante la extensión del contrato por un torneo más. “La idea era retirarme en el Mundial de Francia, pero como no se dio, tengo que jugar un año más… Es un poco complicado regresar a Europa, pero al haber estado nueve meses en China y comprender cómo funciona todo y haberme adaptado al estilo de juego diferente, me dan ganas de volver a China. Hay muchos desafíos que se fueron creando mientras terminaba la temporada porque no ganamos el campeonato ni la Supercopa. Así que son trofeos que están pendientes y me gustaría ir y tratar de poder realizarlos”.
Y como gusta aprender idiomas, Shirley Cruz reveló que su siguiente reto es dominar el mandarín. “Si regreso a China, la idea es intentar aprender el mandarín. Sé que será complicado hacerlo en un año, pero sé que tiempo va a haber y a mí me toca poner de mi parte y aprender un poco más (…). Estoy en el ultimo ‘sprint’ final de mi carrera y todavía la estoy disfrutando, transmitiendo toda mi experiencia a mis compañeras”, subrayó la postulada al premio de mejor volante del año en la Concacaf y exjugadora de clubes ticos como San José, Goicoechea, Desamparados, UCEM Alajuela y Saprissa.
Este el presente de Shirley Cruz Traña, la gran referente del balompié femenino de Costa Rica, que no se detiene en su afán de aumentar sus éxitos deportivos y a los que quiere añadir otros de carácter comercial. Su retiro del fútbol está cerca, ante los reiterados problemas de su rodilla derecha. Una vez que cuelgue los tacos, su ilusión es terminar pronto los estudios de terapia física y, más adelante, prolongar su relación con este deporte para ayudar a formar nuevas futbolistas y consolidar de una vez por todas el crecimiento del balompié de mujeres en el país.
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SHIRLEY EN CORTO
Nombre: Shirley Cruz Traña.
Edad: 33 años.
Nacimiento: 28 de agosto de 1985, en San José.
País: Costa Rica. También posee la nacionalidad francesa.
Familia: Padres, Isidro Martínez y Marquesa Cruz; y siete hermanos, Róger, Durley, Emilce, Jimmy (fallecido), Gérald, Bresneth y Anyorleth. Soltera.
Estatura: 1,65 metros.
Peso: 56 kilos.
Puesto: Mediocampista creativa y ofensiva.
Números en la camiseta: ‘6’ en China, ’28’ en Francia y ’10’ con la Tricolor.
Club: Jiangsu Suning Football Club (China).
Equipos en Costa Rica: San José, Goicoechea, Desamparados, UCEM de Alajuela y Saprissa (en dos ocasiones), entre 1997 y el 2005.
Equipos en el exterior: Olympique Lyonnais de Lyon (2006-2012) y París Saint-Germain (2012-2018), en Francia; y Jiangsu Suning FC (desde el 2018), en China.
Selecciones: Sub-20 (2001 al 2004) y Mayor (desde el 2002). Registra 28 goles en 87 juegos internacionales de clase A.
Logros en Costa Rica: Tres medallas de oro en los Juegos Nacionales, con San José y Alajuela; un cetro en los Juegos Estudiantiles, con el Colegio de Rincón Grande de Pavas, San José, en las categorías A y B; tres campeonatos ganados en la Primera División, con San Jose (2000) y UCEM de Alajuela (2003 y 2004); y un título de goleo nacional con el mismo UCEM (2003), con 30 anotaciones.
Logros con la Tricolor: Campeona de la UNCAF en Sub-19 (2002) y Mayor (2002). Mejor futbolista de la UNCAF (2002) y elegida en el Equipo Ideal de la Copa de Oro (2002). Medallista de oro de los Juegos Centroamericanos (2013) y de bronce de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (2014). Embajadora del Mundial Sub-17 en “Costa Rica 2014”.
Logros en el exterior: Seis títulos de la Liga 1 Femenina de Francia (2006-2007, 2007-2008, 2008-2009, 2009-2010, 2010-2011 y 2011-2012), dos de la Copa francesa (2007-2008 y 2011-2012) y dos de la Champions League Femenina de la UEFA (2010-2011 y 2011-2012), con el Olympique de Lyon. Además, Acumula tres subcampeonatos de la Champions League Femenina de la UEFA, uno con el Olympique de Lyon (2009-2010) y dos con el Paris Saint-Germain (2014-2015 y 2016-2017). En China conquistó un subcampeonato en la Superliga (2018) y dos cetros oficiales, uno por la Copa Nacional de las Regiones (2018) y la Copa FA de China (2018), con el Jiangsu Suning FC.
Mundiales de la FIFA: Uno en categoría mayor, que fue Canadá 2015; en esta copa jugó tres partidos, completó 270 minutos y cometió seis faltas.
Ídolos deportivos: Wílmer Pato López, Bryan Ruiz, Keylor Navas y Steven Gerrard.
Clubes que sigue: Alajuelense, París Saint-Germain, FC Barcelona y Liverpool.
Pasatiempos: Leer y estudiar idiomas.
FUENTES CONSULTADAS: Páginas de Facebook de Shirley Cruz y Jiangsu Suning FC, así como los sitios de La Nación, La República, Amelia Rueda.com, Wikipedia, Yahoo Deportes, las agencias de noticias y los archivos digitales de “Buzón de Rodrigo”.