Carolina Venegas Morales pertenece desde hace 12 años a los procesos de Selección Femenina de Costa Rica, pero ahorita por lesión no está convocada en la eliminatoria al Mundial de Francia 2019, dentro de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (Concacaf), que se realiza en Estados Unidos. Sin embargo, no está lejos del equipo nacional y manifiesta su fiel apoyo a través de las distintas plataformas de las redes sociales, en especial por su cuenta de Twitter.
Ella, una goleadora que asistió a tres Mundiales de la FIFA en las categorías Sub-17 (Nueva Zelanda 2008), Sub-20 (Alemania 2010) y Mayor (Canadá 2015), fue operada hace dos meses de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, la misma lesión que alejó de la Tricolor a la portera Dinnia Díaz, que se dio en marzo pasado mientras militaba con el Independiente de Santa Fe, en el Campeonato Profesional de Colombia. Carolina la sufrió en una práctica con la Sele, a principios de julio anterior, antes de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia. Ambas se hayan en un período de recuperación que dura de siete a ocho meses.
— Carolina Venegas (@cvenegas9) 13 de julio de 2018
Pero no solo Venegas y Díaz son bajas de la Selección en esta eliminatoria regional. También se dio la ausencia de la experimentada lateral derecho Diana Sáenz, por asuntos laborales, pues al cambiar de trabajo, sus nuevos patronos no le dieron permiso para asistir a los fogueos y los torneos oficiales, por lo que la seleccionadora Amelia Valverde la excluyó de las listas en sus distintos llamados a amistosos y torneos oficiales.
Por razones técnicas y de cupo, tampoco figuran en Estados Unidos las defensoras María Paula Coto, María Paula Elizondo y Valeria del Campo; las volantes María José Morales, María Fernanda Chavarría y Daniela Coto; así como las atacantes Karla Villalobos, María Paula Porras, Hillary Corrales, Diana Araya y Sofía Varela. Todas ellas habían participado de anteriores convocatorias al equipo nacional, incluso hasta asistieron a competencias regionales o a partidos de fogueo.
Tenemos mucho por ganar equipo!
Vamos Costa Rica! Vamos ticas con el sueño intacto!🇨🇷💪🏽 pic.twitter.com/Ubv5P4vgUu— Carolina Venegas (@cvenegas9) 9 de octubre de 2018
Actualmente, la situación de clasificación de Costa Rica a las semifinales se le puso cuesta arriba dentro del Grupo B, luego de la inesperada derrota 0-1 con Jamaica soportada el lunes anterior en Edimburgo, Texas. Pero hay una ligera esperanza para este jueves 11 de octubre, bastante complicada para amarrar el pase a las semifinales: derrotar a la poderosa Canadá, número cinco en el ranquin femenino de la FIFA y, junto a Estados Unidos, favorita al boleto directo a la cita mundialista del 2019.
A la par de sus compañeras de la Tricolor que no viajaron a Estados Unidos, Carolina Venegas es, indiscutiblemente, una de las más activas en redes sociales, al enviar diversos mensajes de aliento a sus compañeras de Selección. Incluso, en medio de la convalecencia, su pasión por el equipo de todos la llevó a viajar a las justas regionales de Barranquilla, el mismo día de la final que Costa Rica perdió 1-3 con México, cuando obtuvo el segundo lugar y se adjudicó con merecimiento la medalla de plata.
“Mi corazón está con ellas porque me sigo sintiendo parte del grupo. Soy una ‘fan’ incondicional hasta donde lleguen y hasta donde vayan. En Barranquilla, estábamos muy cerca de ser la medalla de oro y eso era histórico. Entonces (…), me fui a ver la final. Viajé en la mañana, vi el partido y después de unas horitas, regresé a aeropuerto, porque no aguanté ver esa final desde lejos. Y ahí seguiré hasta donde lleguemos para apoyarlas y ellas sientan que yo sigo estando ahí con ellas”, recordó Venegas en una reciente entrevista que el sitio Buzón de Rodrigo.
El apoyo al fútbol femenino va mucho más allá de las redes sociales. El mensaje de Carolina Venegas (@cvenegas9) pic.twitter.com/ClfMKJytOd
— TDMás (@tdmas_cr) 10 de octubre de 2018
“Mi mayor sueño es la Selección, que es una familia. Este equipo está más maduro, compacto y compenetrado que hace cuatro años. Sigue siendo muy joven y ha pasado por varios procesos de Selección. No estoy con ellas, pero me dijeron que iban a jugar por mí… Confío en ellas y de corazón estoy con ellas. A la distancia, siempre les envío buenas vibras… Francia 2019 es mi motor y yo espero regresar más fuerte a las canchas. Todavía no pienso en el retiro, porque me falta mucho por hacer en mi carrera. Mi gran apuesta es luchar por un puesto al Mundial de Francia 2019”, expresó Venegas a finales de setiembre, en el programa Fedefútbol desde Adentro, en Radio Columbia.
Esta foto es del 2015 cuando estabamos en el mundial y no recuerdo bien quién nos dio este papelito pero hoy quiero compartirlo. Mañana la Sele femenina se juega la vida. No están solas equipo, Dios y un país entero está con ustedes.
VAMOS TICAS! 🙏🏼❤️🇨🇷💪🏽 pic.twitter.com/y5aRuxkHeI— Carolina Venegas (@cvenegas9) 11 de octubre de 2018
La josefina, de 27 años recién cumplidos, venía de cumplir temporada y media muy fructífera en logros, al ganar un título con su exclub norteamericano, el Santa Clarita Blue Heat FC, que se dejó el primer lugar de la Conferencia Occidental del 2017, en la United Women’s Soccer (UWS), una liga de fútbol femenino de la Segunda División en Estados Unidos, fundada en el 2015 y que hoy reúne a 32 equipos en cinco conferencias.
Igualmente, había sido exitosa en Portugal, a pesar de que sufrió un desgarro muscular que lo alejó bastantes fechas del equipo estelar del Sporting Club de Lisboa. Aún así participó en una etapa preliminar de la Champions League Femenina de la UEFA y alcanzó el triplete lusitano, tras apoderarse de los cetros de la Liga, Copa y Supercopa de ese país europeo.
A continuación, un compendio de las dos entrevistas concedidas a esta página por la seleccionada Carolina Venegas, la primera en julio pasado y la segunda hace un par de semanas, en las que se refirió a la seriedad de su lesión, el tiempo de recuperación, su objetivo de regresar a un equipo del fútbol europeo –asuntos que le maneja su agente, el francés Charly Mendo– y al respaldo que le brinda a diario a sus compañeras de la Femenina.
-Las lesiones no son nuevas para usted. ¿Cómo maneja su recuperación para volver pronto a los terrenos de juego con la Selección Femenina de Costa Rica?
–Ya cumplí dos meses de haber sido operado y lo estoy manejando en forma muy tranquila. Por eso me escucho madura a la hora de hablar. También ya he pasado por dos procesos de recuperación de la misma lesión. La experiencia que tuve antes me ayudó a entender y a manejar mejor la situación, porque ya sé exactamente a lo que voy y cómo funciona este tipo de rehabilitación. Si lo hice antes, ahora con más razón lo puedo hacer. Estoy tranquila también porque estoy teniendo muy buena rehabilitación en el gimnasio, piscina y canchas de la Federación de Fútbol, en cuanto a terapia, entrenamiento y readaptación. Entonces, todas “estas armas” que ellos me están dando dan mucha tranquilidad. Todo lo estoy afrontando de una manera muy positiva, porque desde que se dio la lesión hasta el día de hoy he tratado de asimilarlo y aceptarlo. Anhelaba muchísimo competir con la ‘Sele’ este año y esta lesión me robó este sueño… Estoy dando mi máximo esfuerzo en la rehabilitación para estar al 100% cuando ya me den el alta medica. Todos los días voy a rehabilitación y así, progresivamente, cada semana hacemos más trabajos, porque van variando. Cada vez hacer un poquito más lo motiva a uno a seguir y seguir, para cumplir los siete u ocho meses de rehabilitación.
-¿Cómo se dieron sus tres lesiones de rodilla?
–Desde que sucedió esta lesión, en un momento tan importante para la Selección, yo supe lo que pasaba porque ya había pasado por esto antes… Primero, en el 2012, yo tuve una ruptura del ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha. Esto me pasó con Saprissa, en un partido en Guanacaste. En el 2013, después de haber regresado de la lesión en la rodilla derecha, jugué de seis a ocho meses y me rompí el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, al quedar pegada en el césped sintético en un partido con Saprissa en el estadio ‘Colleya’ Fonseca, de Guadalupe. Esta vez la cirugía fue una plastía (reconstrucción) del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Esto me pasó en un entrenamiento con la Selección, en la primera semana de julio, entonces ellos (en la Fedefútbol) se hicieron cargo de todo.
“En el momento de la lesión, la entrenadora (Amelia Valverde) y las muchachas se lamentaron mucho y muchas estuvieron afectadas porque fue un poco aparatoso. La mayoría de ellas me dieron su apoyo y estuvieron pendientes. Muchas no lo podían creer porque este año es muy importante para la Selección. Recuerdo que la lesión sucedió un viernes y tres días días llegó el resultado de la resonancia. Desde que se hizo público mi caso, he recibido bastantes mensajes de apoyo que agradezco mucho”.
-También ha sufrido otro tipo de lesiones, como la que se le presentó en el Preolímpico del 2016 en el partido contra Puerto Rico (la Sele goleó 9-0). ¿Qué pasó esa vez?
-Sí, esa lesión con la Selección me sucedió cuando jugaba en el Madrid CF. Fue un desgarro del recto anterior de la pierna derecha. También en Portugal sufrí otro desgarro muscular, cuando jugaba en el Sporting Club de Lisboa. Pero cuando los médicos me dijeron que dejara de jugar al fútbol fue cuando tuve la segunda cirugía de rodilla, en el 2013. Esa vez, el doctor del Saprissa me dijo que, como era la segunda cirugía, mejor me retirara del fútbol y pensara más en mi futuro y en mi vejez. Muchas veces me asustaba o dudaba durante la recuperación, porque es un proceso muy duro. Pero conforme pasaba el tiempo me dí cuenta que avanzaba y que iba a estar bien. Ahora, al ser la tercera cirugía de rodilla, el ortopedista de la Federación (Érick Solano) me dijo que mi rodilla está mejor de lo que él creía y que esto no me sacará del fútbol, porque se encontró con rodillas peores de jugadoras aún activas. Así que el pronóstico del ortopedista, que es el que manda en estos casos, me dio mucha esperanza, como los diagnósticos del médico Alejandro Ramírez.
-¿En qué consiste la terapia que recibe en la Fedefútbol?
–La terapia va por semanas, dependiendo de la evolución que haya tenido. Básicamente, es volver a la movilización anterior de la rodilla; o sea, a los ángulos de movilidad, para que la flexión y la extensión de la rodilla estén completas. Cuando se hacen este tipo de cirugías, hay muchas cicatrizaciones, edemas e inflamaciones dentro de la rodilla. Entonces, se pierde la masa muscular. En el primer mes que pasó de la operación, volvimos a los ángulos de movilidad de la rodilla y deshacer todas las adherencias que se hacen. Así que yo recibo electroterapia, ultrasonido, masaje y otras cosas más, que me ayudan a desinflamar, a drenar y a recuperar la movilidad.
“También, todos los días, hacemos piscina y mucho gimnasio, con ejercicios de fortalecimiento y tren superior, para volver a ganar la masa muscular, estar fuertes y equilibrado en mi cuerpo. La parte aeróbica la trabajamos con bicicleta estacionaria, porque todavía no puedo trotar ni hacer impacto con el balón. Progresivamente, hacemos todo lo que yo pueda hacer, que no sea correr, para mantenerla forma física y no perderla, para cuando vuelva a jugar”.
-¿Qué ha sido lo más duro de este proceso de recuperación?
–Lo más duro ha sido la parte emocional, porque cuando volví de Portugal yo venía muy motivada, ansiosa y esperanzada de jugar la eliminatoria mundialista y los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Pero, más que todo, la eliminatoria del Mundial. Venía soñando con eso. Así que, lo más duro, ha sido caer en la realidad de que no podía estar con ellas. Más que físico ha sido un dolor del alma. También el primer mes de rehabilitación es muy duro, porque es muy doloroso y hay que tener muchos cuidados.
-Y, por el contrario, ¿qué ha sido lo más reconfortante?
–Bueno, no es mucho, es más bien poco, porque todavía es una situación muy complicada al llegar al segundo mes, pero lo más reconfortante es el apoyo que me da la Federación y los seres queridos, la gente que me quiere, que está a mi alrededor, está pendiente de mí y no me olvida. También he visto que la evolución va muy bien esta vez, porque la rehabilitación ha ido mucho más rápido y mucho mejor que las veces anteriores.
-En estos dos meses, usted se ha convertido en una de las seguidoras más fieles de la Selección Femenina en sus compromisos internacionales, hasta la acompañó en la última final con México en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla. ¿Cómo describe esta situación?
–Sí, es cierto, no puedo estar con ellas, pero les dije que mi corazón está con ellas porque me sigo sintiendo parte del grupo. Soy una ‘fan’ incondicional hasta donde lleguen y hasta donde vayan. En Barranquilla, estábamos muy cerca de ser la medalla de oro en el fútbol femenino y eso era histórico. Entonces, aproveché que tengo algunos privilegios familiares con mi hermana (Adriana), que trabaja en una aerolínea en el aeropuerto, y me fui a ver la final (se perdió 1-3 y se ganó plata). Viajé en la mañana, vi el partido y después de unas horitas, regresé a aeropuerto, porque no aguanté ver esa final desde lejos. Y ahí seguiré hasta donde lleguemos para apoyarlas y ellas sientan que yo sigo estando ahí con ellas.
-¿Cómo siguió la reciente eliminatoria de la Uncaf, que se realizó el mes pasado en Bradenton, Florida, Estados Unidos?
–Vi toda la eliminatoria de la Uncaf en la página de la Concacaf. No me perdí ningún partido. El último juego lo jugaron a la misma hora en que yo tenía terapia y lo que hice fue acostarme en la camilla de la clínica de terapia y verlo desde mi celular. También hubo mucha información en las redes sociales, así que no me perdí ningún detalle.
-¿Y cómo ha seguido el actual Premundial de la Concacaf, que se juega en Edimburgo, Texas, Estados Unidos?
–He visto la primera fase de grupos desde mi casa, por Internet, televisión y por donde lo han pasado. Si logramos clasificar a las semifinales, pienso ir a la segunda fase para verlo en directo, aunque todavía no es seguro. Yo tengo muchas ganas de ir, pero hay muchas cosas que no dependen de mis ganas de viajar.
-Usted se ha visto en la Federación con la portera Dinnia Díaz, quien antes fue operada de la rodilla por una lesión de ligamento. ¿Qué han conversado entre ustedes?
–Con Dinia me veo casi todos los días. No entrenamos juntas, pero la mayoría de las veces compartimos la hora de terapia y entrenamiento. Incluso a veces compartimos algunas rutinas de tren superior, no siempre, porque ella va dos meses delante de mí. Y bueno, dentro de lo que hemos hablado, nos apoyamos mucho, nos decimos cómo vamos y nos ponemos pequeños objetivos, para que volvamos mejor que antes. En fin, nos damos muchísimo ánimo cuando, físicamente, nos estamos ‘muriendo’ por algún ejercicio, con el fin de no desanimarnos; porque los entrenamientos son muy repetitivos y la rutina de ir todos los días es muy dura.
-¿Qué fue lo último que habló con sus compañeras de Selección, antes de que ellas viajaran a Estados Unidos?
–Lo que conversé con ellas fue del Premundial y sobre algunos partidos. Yo les decía que tenían que clasificar y que, por favor, dieran su máximo esfuerzo por clasificar. Con las chicas nos saludábamos y nos dábamos un abrazo. No hay mucho que decir cuando estamos en una situación así. Ellas demuestran su apoyo con afecto y me preguntan cómo estoy. Yo con ellas a veces compartíamos en el gimnasio, cuando ellos estaban haciendo algunos trabajos, o yo las veía en la cancha. Nos apoyamos mutuamente. Con quienes tengo amistad de hace muchos años, me dicen que van a estar por ellas y que va a correr por mí, porque este objetivo es todas.
-La lesión en la rodilla derecha hizo que se postergaran algunas ofertas que usted tenía del extranjero, luego de que en junio pasado terminó su vínculo con el Sporting Club de Portugal. ¿Qué opciones maneja usted que le gustaría revivir, cuando ya esté bien para regresar al fútbol?
–Bueno, ahorita mismo no he pensado con quien voy a jugar, porque la prioridad es estar bien. Estoy en una edad muy buena para rendir en el fútbol y quiero enfocarme y ocuparme de mi recuperación para volver al alto rendimiento… Ante este tipo de lesiones, uno solo piensa en regresar más fuerte para estar en el 100% de sus condiciones. Pero este es un proceso que nada está garantizado, porque pueden pasar muchas cosas durante la rehabilitación. No estoy pensando en ningún equipo, sino en rehabilitarme al 100% para cuando me den el alta médica. a
“Sin embargo, sé que debo de estar pensando en eso en algún momento, porque tengo que jugar. Mi agente (el francés Charly Mendo) ha estado pendiendo de como sigo y demás cosas. Antes de lesionarme estuvimos hablando si me interesaba jugar en las ligas de Francia y él me estaba buscando equipo ahí. También habíamos hablado de equipos de España. A mi me gustaría volver a Europa, no sé adónde. Incluso, después de lesionarme, tuve una oferta para ir a jugar a Israel, con una propuesta concreta, pero no me llamó la atención. Si llegara a jugar en Costa Rica, para tomar ritmo y poder entrenar, siempre he dicho que me gustaría hacerlo con el Saprissa, que es el equipo donde jugué los últimos cuatro años antes de irme al exterior y ahorita estoy trabajando con el club”.
-Al no poder jugar fútbol, ni ejercer ningún trabajo, por estar en un período de rehabilitación, ¿qué otras actividades familiares y comerciales hace en sus ratos libres?
-El primer mes estuve totalmente en cama. De la terapia a la cama y de la cama a la terapia… No podía andar apoyando la pierna. Pero ya estoy retomando mi vida normal y cada vez estoy tratando de hacer algo más para ocupar mi tiempo en las tardes. Yo paso toda la mañana en rehabilitación, en el Proyecto Gol de la Federación. Allí, de lunes a viernes, llego a las 5 de la mañana y me voy casi a las 11 a. m. También empecé con el Saprissa, primero ayudándole a Daniela Cruz con el equipo Sub-15 y como asistente de Carol Robles en el primer equipo femenino. Recuerde que yo estoy sacando licencias para entrenadora, ya que la Federación de Fútbol nos beca, tanto a las seleccionadas como a las jugadoras de Primera División. Así que, antes de irme para Portugal, yo estuve sacando la licencia D y gané unos cursos para obtener la C, por lo que necesito hacer horas fútbol como asistente y entrenadora. Me gustan mucho los idiomas y por eso los sábados estoy terminando un curso de portugués, en el Centro de Estudios Brasileños, luego de que obtuve una beca cuando me fui a California (a jugar con el equipo Blue Heat FC) y antes de irme a Portugal. Ya hablo varios idiomas (inglés y francés) y el portugués siempre me llamó la atención. Ahorita, volví para retomar el curso y terminarlo. También quiero enfocarme más en la parte académica y estudiar otra carrera. Igual paso mucho tiempo con mi sobrina (Isabella) y mi familia, pero, sobre todo, muy enfocado en la recuperación de mi rodilla.
“También, los martes y jueves de cada semana en el Proyecto Gol, voy a empezar a hacer rehabilitación a doble sesión, para no cargar los ejercicios a una sola sesión debido a que cada día hacemos algo más. Como ahorita no estoy recibiendo un salario al no tener un club y me financio los viáticos con mis ahorros, voy a empezar a buscar un trabajo fuera del deporte cuando ya esté muy avanzada mi rehabilitación”.
-En la madurez de su carrera, ¿cuáles son los sueños pendientes en la carrera deportiva de Carolina Venegas?
-Yo este año, antes de que se diera la lesión, había visualizado qué iba a ser y qué decisiones iba a tomar. Es algo complicado porque decía que mi sueño era el Mundial y que iba a dar todo en la eliminatoria para clasificar al Mundial. Ahorita, mi sueño sigue siendo el Mundial y ya a más largo plazo volver a jugar en el extranjero. Porque siento de que, a pesar de que soy una jugadora madura, ya con experiencia, todavía me queda mucho por dar. Todavía siento que debo jugar más porque mi carrera no ha concluido. Me gustaría salir al extranjero y ganar títulos. Cuando fui a Portugal, logicamente le apuntaba a ganarlo todo porque el Sporting es un buen equipo. Estaba muy positiva y quería estar en un equipo ‘Top’, pero jamás pensé que en un año iba a ganar tres medallas y tres títulos de campeón. Así que yo sigo soñando con jugar afuera y ojalá ir a un equipo y alguna liga donde pueda ganar cosas. Todavía aspiro a eso… Pero ahora mis mayores aspiraciones son ganar cosas con la Selección, clasificar y competir, para avanzar cada día más a las distintas competencias a las que vamos. Yo considero que Costa Rica tiene ahorita y ha tenido en los útimos años una generación de oro, que le queda no solo para esta eliminatoria del Mundial, sino para la que sigue dentro de cuatro años. Vamos a ver qué pasa ahora.
-Finalmente, ¿qué mensaje envía a los aficionados, dirigentes, periodistas y posibles patrocinadores, para levantar el nivel del fútbol femenino costarricense? ¿Por qué hay que apoyarlo?
–A quien sea que quiera meterse como dirigente, entrenador o colaborador, le diría que apueste por el fútbol femenino porque hay mucho talento y muchísima voluntad de parte de las jugadoras. La mayor parte de la gente que está en el fútbol femenino es porque realmente ama este deporte. Y si le dieran más apoyo sería mucho más atractivo para el público. Mucha gente afirma que el fútbol femenino que no es atractivo ni vende, pero es porque no le han dado la difusión ni el apoyo que se merece. El fútbol femenino también es muy competitivo. Entre más apoyo se le dé, mejorará y será más profesional y atractivo. El fútbol masculino y otros deportes son un negocio, pero yo siento que el fútbol femenino puede llegar a ser un negocio. La mujer cada vez es más valorada, hay más igualdad de género y sobresale más en la sociedad. Hay muchísimos productos para la mujer, que si los que se acerquen cada día apoyan más y saben difundirlo, podría convertirse en un deporte en potencia a nivel mundial. Tenemos que copiar y aprender de ligas de otros países que lo están haciendo bien, para que también nuestro fútbol femenino sobresalga así. A las jugadores actuales y a las niñas, que serán el futuro del fútbol, les digo que sigan adelante. Si nosotras hemos podido hacerlo en nuestra fase de veteranas, imagínese lo que podrían lograr ellas, porque tienen mejores condiciones y mayor apoyo; además, está el tema de las redes sociales y la televisión y toda la tecnología a su disposición, que les facilita la práctica del deporte. Ellas deben seguir sus sueños y a las que tengan menos condiciones que sigan adelante, porque si nosotras pudimos ellas van a poder lograrlo. El fútbol femenino y el deporte en general es una escuela de vida, otra forma de aprender muchas cosas y de madurar. Es un estilo de vida lindísimo. Eso es lo que les diría.
GALERÍA DE FOTOS: EL ÚLTIMO AÑO Y MEDIO DE CAROLINA VENEGAS
PARA CONOCERLA MEJOR
Nombre: Carolina Paola Venegas Morales.
Edad: 27 años.
Nacimiento: 28 de setiembre de 1991, en San José.
Familia: Su madre Xinia Morales y sus hermanos Adrián, Allan y Adriana, madre de su ahijada Isabella. Su padre, Adrián Venegas, vive en Canadá.
Peso y estatura: 61 kilos y 1,66 metros.
Disciplina: Fútbol.
Puesto: Delantera.
Club: No tiene en este momento, mientras se recupera de su reciente cirugía en la rodilla.
Número en la camiseta: 9.
Trayectoria en equipos: Debutó en Primera División en el 2007. Jugó para los equipos Montreal FC (Canadá), San José, Arenal de Coronado, FC Sport 39 (Finlandia), Saprissa Fútbol Femenino, Madrid CFF (España), Santa Clarita Blue Heat FC (Estados Unidos), Sporting Club de Lisboa (Portugal) y la Selección de Costa Rica (Sub-17, Sub-20 y Mayor).
Mundiales disputados: Tres; Sub-17 de Nueva Zelanda 2008, Sub-20 de Alemania 2010 (marcó un gol a Alemania) y Mayor de Canadá 2015.
Ídolos deportivos: Keylor Navas, Álvaro Saborío, Cristiano Ronaldo, Diego Maradona y Zlatan Ibrahimovic.
Clubes que sigue: Real Madrid CF y Deportivo Saprissa.
Comidas preferidas: El sushi, el Rice and beans y el helado.
Pasatiempos: Leer la Biblia y libros de aventura en francés, escuchar música, bailar, cantar y pasar tiempo con Isabella, su sobrina y ahijada.
FUENTES CONSULTADAS: Páginas de la Fedefútbol, Concacaf, FIFA y Carolina Venegas.