Ricardo Saprissa en la inauguración del estadio
Don Ricardo Saprissa Aymá queda inmortalizado el 27 de agosto de 1972, cuando fue inaugurado con su nombre el estadio de San Juan de Tibás, San José. Uno de los inmuebles deportivos más importantes de Centroamérica (foto cortesía de José Antonio Pastor).

Don Ricardo Saprissa Aymá vio su primera luz el 24 de junio de 1901, en San Salvador, El Salvador, donde sus padres, José Saprissa Llurá y Carmen Aymá Sagrera, habían inmigrado años antes en busca de un futuro mejor del que ofrecía España, entonces sumida en una crisis económica, política y social.

Para el periodista e historiador José Antonio Pastor Pacheco, nada resume mejor la vida de don Ricardo que una caricatura publicada en 1931 por el periódico barcelonés Xut!, con motivo de un homenaje que le rindiera todo el deporte catalán: “Nació tan sano y robusto, que al querer tomar un baño a todos causó un gran susto”, expone la caricatura mientras un bebé de brazos se zambulle en una cubeta llena de agua.

“Si bien podemos apostar que no fue así su primer encuentro con el agua, lo cierto es que desde muy niño evidenció una extraordinaria pasión por cualquier actividad que le generara adrenalina, subrayó en su libro Ricardo Saprissa, el campeón total .

“Al igual que los demás niños de clase acomodada salvadoreña, los Saprissa Aymá debían estudiar en Europa. Fue así como en 1904 Ricardo viajó con su madre a Barcelona para inscribirse en las Escuelas Pías de Sarriá, donde estudiaría hasta los 10 años”, reseña Pastor en la misma publicación.

Tras la muerte de su padre, don Ricardo regresó a El Salvador con su madre y sus hermanos para encargarse del negocio familiar. Ahí empezó a construir su fama deportiva.

“Solía madrugar para correr y hacer un poco de gimnasia. Después del colegio, se dirigía al campo Marte a jugar fútbol y béisbol o visitaba la casa de su acaudalado padrino, el empresario don Ricardo Sagrera, para jugar tenis hasta que el cuerpo aguantara. Pero como si eso no fuera suficiente, los fines de semana iba de excursión con sus amigos del Club Alpino, del cual era fundador, capitán y máximo representante. No perdía un minuto de su tiempo”, añade el libro.

A los 19 años fue campeón centroamericano de tenis y destacaba tanto en el fútbol que se le mencionaba como un puesto “fijo” en la Selección de El Salvador para los Juegos del Centenario de la Independencia, en Guatemala, pero en abril de 1921, tras graduarse como ingeniero topógrafo, regresó con su madre a Barcelona.

Como no le reconocieron sus estudios, fundó una tienda en el barrio de Sarriá. Con esta labor combinó su espíritu deportivo: Fue el primer centroamericano en unos Juegos Olímpicos, al competir en tenis para España en las justas de París 1924. Y también fue miembro del equipo de tenis de la selección española de la Copa Davis (1930) y ganó el campeonato español de hockey sobre hierba con el Real Polo Hockey Club de Barcelona (1928).

Sin embargo, fue en el fútbol donde cimentará su fama: en el Español de Barcelona jugó nueve temporadas, a partir de 1922. Era un lateral derecho de buena estampa, capitán del equipo tras la partida al Real Madrid del mítico portero Ricardo El Divino Zamora.

Ganó dos títulos de Cataluña y uno de España (1929) con los periquitos. Nunca fue expulsado o amonestado y jamás cobró un céntimo por jugar.

El 17 de enero de 1932, ante el Athletic de Bilbao, pone fin a su carrera futbolística. Su hermano mayor, Rogelio, necesita ayuda para sacar adelante la fábrica textil que posee en Costa Rica. Así que, a los 31 años, abandonó España, y el 19 de febrero de 1932 llegó a nuestro país.

Aunque había prometido no vestir una camisa diferente a la del Español, regresó a las canchas con el Orión, donde fue entrenador –capitán general– y dirigente.

En 1935 se le designa como entrenador de la Selección Nacional, es el primero en ocupar con ese nombre el cargo. Bajo su guía la Tricolor gana la medalla de plata en los III Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ocupará ese puesto dos veces más: en 1938 y 1951.

Y fue un 15 de julio de 1935 cuando el destino hizo un quiebre: en la zapatería de Fausto Leiva, del barrio Los Ángeles de San José, unos entusiastas del futbol, bajo la idea de Roberto Beto Fernández se reúnen para darle nombre al grupo de chiquillos que daban cátedra en La Sabana. Saprissa es el nombre elegido por la admiración que sentían hacia el deportista y el hecho de que les podría suministrar los uniformes, gracias a la textilera.

Don Ricardo acepta la propuesta y el 16 de julio de 1935 –el mes anterior hace 85 años– el Saprissa F. C. queda oficialmente fundado. “Don Beto Fernández me entusiasmó con la idea de patrocinar un equipo que estaba bajo su cargo…; acepté porque era un halago para mí, además sería todo un entretenimiento”, recordaría varios años después.

La sombra del Orión, club que presidía don Ricardo, cobijó al Saprissa en sus albores. Pero esos “locos bajitos” –como canta otro catalán, Joan Manoel Serrat– crecieron en edad y futbol. “Hubo un momento en que se debió tomar la decisión de separarse”.

El 12 de octubre de 1966 comenzó la construcción del estadio del Deportivo Saprissa, el cual ostenta su nombre, por lo que fue invitado a colocar la primera piedra. En 1972, uno de sus sueños se hizo realidad cuando el equipo se convirtió en el primero en el país en tener su propio estadio, que lleva su nombre, luego de la disputa de una cuadrangular internacional que ganaron los morados ante el Madureira de Brasil, el Comunicaciones de Guatemala y la Liga Deportiva Alajuelense.

Bajo su égida aquel equipo creció, creció y creció…; hasta convertirse en una de las instituciones más respetadas y grandes de América Central. “Nunca pensé que se llegaría tan lejos”, reflexionó don Ricardo, años atrás en una entrevista con el periódico La Nación. El 9 de enero de 1981 dejó la presidencia de su querido equipo morado. Su obra estaba hecha.

​Otras organizaciones presididas por Saprissa fueron el mismo Orión, Asofútbol, y el Consejo de Deportes. Para el año 1969 fue honrado con el ingreso a la Galería del Deporte Costarricense.

Por voluntad propia vivió sus últimos años en el Hogar de Ancianos Santiago Crespo Calvo, en Alajuela. Nunca perdió la lucidez mental o espiritual.

Un 16 de agosto de 1990, hace tres décadas, don Ricardo Saprissa Aymá murió en paz. Solo se fue físicamente, pues ya lo escribió Gabriel García Márquez: “Uno es eterno en la fidelidad de quienes lo quisieron”.

Ricardo Saprissa en breve

  • Nombre: Ricardo Saprissa Aymá.
  • Padres: José Saprissa y Carmen Aymá.
  • Hermanos: José, María, Marta, Jorge, Rogelio y Mercedes.
  • Lugar y fecha de nacimiento: San Salvador, El Salvador, 24 de junio de 1901.
  • Profesión: Ingeniero topógrafo de la escuela Politécnica Militar de El Salvador.
  • El jugador:
    Hockey sobre hierba: campeón de España y Cataluña (1924), Tenis: Campeón de Cataluña y España (1923 y 1924); seleccionado por ese país para los Juegos Olímpicos de París (1924) y la Copa Davis de 1930; campeón centroamericano (1920 y 1946). Fútbol: campeón de Cataluña y España con el Real Club Deportivo Español (1928), jugaba de defensa derecho. Nunca cobró por jugar. También jugó béisbol y softbol.
  • El entrenador:
    Fue el primero de la historia de la Selección Nacional de Fútbol: debutó en 1935, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (ganó plata). La dirigió, además, en 1938, en Panamá (repitió la plata), y en 1951, junto con Luis Cartín, durante los Primeros Juegos Panamericanos, en Buenos Aires: obtuvo plata, la única medalla del futbol tico en esas justas continentales. En total dirigió 15 juegos clase A; ganó 10, empató uno, perdió cuatro, 50 goles a favor y 21 en contra. Campeón con el Orión (1938).
  • El dirigente:
    Presidente del Orión de 1938 a 1952; presidente del Saprissa de 1948 a 1981; presidente del Consejo Nacional de Deportes en 1966; presidente de la Asofutbol, en 1961.
  • Distinciones:
    Miembro de la Galería del Deporte (1969); presidente honorario del Español de Barcelona, Orión, Gimnástica Española y Liga Deportiva Alajuelense. El estadio Ricardo Saprissa lleva su nombre desde el 27 de agosto de 1972, fecha de su apertura.

Don Ricardo Saprissa: Un apóstol del deporte costarricense

FUENTES CONSULTADAS: Libros “Ricardo Saprissa: El Campeón Total; Su vida y Legado”, de José Antonio Pastor Pacheco (2010); y “Ricardo Saprissa, una vida de leyenda”, de Jordi Puyaltó y José Antonio Pastor (2011); diarios “La Nación” (1999, 2010 y 2014), “AS” de España (2010 y 2019), así como las revistas deportivas “Triunfo” (1990) y “Don Balón” de España (2011). YouTube: Deportivo Saprissa y RCD Espanyol. Fotografías: Archivo de José Antonio Pastor Pacheco.

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Tiene 42 años de ejercer el periodismo deportivo. Estudió en la Universidad de Costa Rica, graduado en 1989. Laboró en Radio Monumental, Deportes Repretel y la oficina de prensa del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA. Estuvo ligado por tres décadas al Grupo Nación, en la revista deportiva “Triunfo” y los periódicos “Al Día” y “La Nación”. Ha colaborado para medios especializados de la FIFA y en Centroamérica, Caribe, México, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Argentina, Brasil, España e Italia. Obtuvo el Premio Nacional “Pío Víquez” de Periodismo en el 2007 y dos veces el Premio “Jorge Vargas Gené-Óscar Cordero Rojas". Su especialidad son temas de historia y estadística del deporte nacional e internacional. Desde 1995 escribe la columna “Buzón de Rodrigo” y desde 1989 es corresponsal del semanario deportivo “France Football” de Francia. Integra la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Futbol en Alemania y a partir del 2007 es miembro del jurado mundial del “Balón de Oro”, de la revista “France Football". Escritor de múltiples obras deportivas, como la colección "Aventura Tricolor: Mundial de Italia 1990, "Tiempos de Selección" (1997), "La Copa Mundial de Fútbol (1998), "100 años de Deportes" (1999), "Huellas del Fútbol Tico" (2009), "Legionarios" (2012), "CSH-100: ¡El equipo que nació Grande! 1921-2021" (2021) y "Crónica del Centenario 1921-2021" (2021).