Hugo Tassara Olivares fue un brillante entrenador, preparador físico, instructor, escritor, pedagogo, comentarista de fútbol y hasta pintor, que dejó huella en los equipos chilenos, costarricenses, peruanos y panameños que guió por casi seis décadas.
Un maestro visionario nacido en Chile y radicado en Costa Rica en el último tramo de su dilatada trayectoria, que concibió la técnica y la táctica de este deporte, para ponerla en práctica en la enseñanza y la formación de varias generaciones de jugadores.
Este apasionado del balompié durante toda su vida, fallecido este viernes 12 de febrero en Alajuela centro, a la edad de 91 años (dos días antes de cumplir los 92), fue un entregado director técnico profesional durante 28 años, ganó títulos en Chile y Costa Rica, pero lo más grande fue su capacidad para enseñar, que lo llevó a formalizar escuelas de fútbol en todo el continente.
En un relato de su carrera, la Embajada de Chile en Costa Rica afirmó que es “el más destacado de los cuatro chilenos que han sido directores técnicos de equipos de fútbol profesional en Costa Rica: Hugo Tassara Olivares, Román Soto Vergara, Constantino Mour y Carlos Javier Mascaró, e integró el selecto grupo de 20 técnicos extranjeros que obtuvieron el título en Costa Rica”.
Su labor en el país fue histórica e encomiable por más de cinco décadas, a partir de 1959, cuando confesó que lo sedujo Costa Rica, por su ambiente de paz, tranquilidad, el trato de la gente, el clima, los dos títulos que ganó con Alajuelense y un legado de jugadores construido por él, que se reflejó en clubes, selecciones nacionales y equipos extranjeros que los contrataron.

“Me di cuenta de la calidad de fútbol y de futbolista que existía en este país, que hay que quererlo y aceptarlo con sus múltiples virtudes y defectos. Junto a mi familia terminé enamorándome del Costa Rica. Mis hijos son chilenos, pero ya están naturalizados costarricenses”, confesó Tassara cuando tenía 83 años, en setiembre del 2007, en una entrevista con el diario La Nación.
Pese a un paso fugaz por la Tricolor, el Herediano, el Cartaginés y el Saprissa, éste último como preparador físico, Tassara consiguió los mayores lauros con Alajuelense, al que asumió a finales de los años 50, cuando había conquistado el título nacional en 1958, bajo el mando de Salvador Soto Villegas, el Indio Buroy.
Tassara reseñó que abandonó su trabajo en el Colo Colo de Chile, donde tenía al equipo en el primer lugar, para cumplirle una promesa a un amigo tico, el preparador físico y kinesiólogo Rodrigo Leiva, quien laboraba en la Universidad de Chile e invitó a don Hugo a dirigir al Alajuelense.
“Hicimos muchas giras a lo largo de Chile y tenía dos grandes amigos; uno de ellos, Rodrigo Leiva, fue en Costa Rica hasta ministro de Deportes. En una de las giras, él me dijo que si me llevaba a Costa Rica, que si me gustaría venir, y yo le dije que por supuesto. Luego él me cobró la palabra, siempre me he caracterizado por cumplir mis promesas y me vine”, recordó Tassara en la revista chilena Estadio, el 21 de enero de 1975.

El suramericano tenía, entonces, 35 años y alcanzó un bicampeonato histórico en 1959 y 1960, con lo cual los manudos consiguieron su primer tricampeonato en la historia.
“En 1959 fui contratado por la Liga Deportiva de Alajuelense. Hasta entonces todo me había sido demasiado fácil y quería descubrir lo difícil, que después de todo no resultó tan difícil que digamos… En dos años aprendí una barbaridad”, agregó.
A nivel internacional, don Hugo fue el encargado de llevar al equipo erizo en su exitosa vuelta al mundo, por 12 países de América, Europa y Asia, entre setiembre y diciembre de 1960.
“Con Alajuelense, hicimos una gira inolvidable por Europa, África y Asia; mi mundo del fútbol se ensanchó. Vi, entonces, a los holandeses aplicados ya a una idea, vi a los húngaros muy bien orientados, así como a los checoslovacos y disfruté del fútbol inglés de campeonato. Una de las incógnitas para mí es por qué Hungría, Checoslovaquia y la misma Inglaterra no han llegado al estándar que entonces prometían”, comentó Tassara en la misma entrevista.
UN TÉCNICO EXITOSO EN ALAJUELENSE
Históricamente, se convirtió en el quinto entrenador de la Liga Deportiva Alajuelense con más partidos dirigidos, con 207, de los cuales 135 fueron en el campeonato costarricense, 58 de carácter internacional y 14 en el Torneo de Copa, de acuerdo a las estadísticas de Gerardo Coto Cover, periodista e historiador de la Unión de Clubes de la Primera División de Costa Rica (Unafut).
“El fútbol de Costa Rica recién se esta desprendiendo de su ‘argentinismo’. Durante años, ese fue su modelo, de ahí que haya jugadores técnicamente muy buenos, como para jugar en cualquier parte, pero incompletos. En el país hay pasión por el fútbol, pero falta una mejor organización”, declaró con propiedad en 1975 a la citada revista chilena Estadio.
Tras el bicampeonato de 1958 y 1960, Tassara entrenó a los rojinegros en otros tres distintos momentos en 1964, de 1967 a 1968, con un subcampeonato local de por medio, y volvió en 1974, cuando estaban penúltimos y los llevó al cuarto lugar.
“Me topé con un gran equipo, uno de mis problemas siempre fue elegir las piezas; hoy ha cambiado un poco el asunto. Los equipos ahora se arman de atrás hacia adelante, pero yo creo que debería ser de adelante a atrás. Yo me encontré con un equipo sensacional, estaban Juan Ulloa, los hermanos Daniels (Errol y Floyd), sensacionales, muy buenos”, dijo Tassara hace casi un año, durante un diálogo con el diario Extra, el 11 de marzo del 2015.
También dirigió en 1960 a la Selección de Costa Rica en cuatro encuentros ante Guatemala y Honduras, por la primera ronda de la Concacaf al Mundial de Chile 1962 (ganó dos, empató uno y perdió otro); luego lo hizo en 18 juegos del torneo de 1969 con el Herediano (siete triunfos, dos empates y nueve derrotas) y, por ultimo, con el Cartaginés en nueve juegos del certamen de 1979 (balance de cuatro victorias, cuatro empates y cinco reveses).
“Recibí proposiciones del Aurora de Guatemala, del Águila del Salvador y del Herediano de Costa Rica. Me decidí por este último porque era del país que ya me había acogido tan bien y porque entrañaba una empresa difícil: se trataba de salvarlo. Y se salvó”, apuntó en la misma entrevista concedida en 1975.

Aquí, como director técnico, abrió escuelas de fútbol en todo el país, que incluso proyectó a programas educativos en la televisión costarricense. Una situación que repitió en escuelas similares que tuvo en Chile, Colombia, Perú, Venezuela y Guatemala.
“Para mí, entre las cosas esenciales del fútbol están perfeccionar la simplicidad, aguzar el sentido táctico, formar la mentalidad para solucionar los problemas. Y esto debe empezar con el niño. Yo llevé a México a un equipo de chicos de 9 a 11 años, enseñados en estos principios, jugó 11 paridos, ganó nueve y empató dos”, dijo en la charla de 1975, que concedió a la revista chilena Estadio.
Bajo esa misma línea, la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) le encargó la creación de una escuela de esta disciplina a nivel nacional, en una de las fases de su carrera que mas atrajeron a este profesor chileno por auténtica vocación.
Hay dentro de su prolongada bitácora, un registro de esa época que al final resultó un fugaz paso por la preparación física del Saprissa. “Seguramente me contrataron con la idea que también abarcara el aspecto técnico, pero había un entrenador y yo no podía meter la mano en su campo”, aceptó en 1975.
Paralelamente con sus labores de entrenador, cumplió una misión de profesor de fútbol a través de cortas lecciones técnicas de esta disciplina, con grabaciones para radioemisoras y televisoras en Costa Rica y otros países centroamericanos, ya que el periodismo en general era una de sus pasiones que cultivó desde niño.
En nuestro país, además, se desempeñó como cronista y comentarista deportivo de la televisión en juegos del campeonato nacional y de los Mundiales de Fútbol a partir de México 1970, incluso recibió en 1993 el premio local al “Mejor Comentarista de Fútbol”.

El último gran proyecto que desarrolló por ocho años fue como el director de las divisiones menores del Herediano, durante los años 90 y comienzos del 2000, y se constituyó una vez más en formador de niños y jóvenes de una nueva generación en la provincia florense, de la que surgieron futbolistas del calibre de José Luis Puppy López, Leonardo González, Cristian Oviedo, Júnior Díaz y Minor Díaz, entre muchos otros.
“Afortunadamente, estoy haciendo lo que más me gusta que es enseñar. Trabajo con los niños de entre 5 y 20 años, y tengo a mi cargo a 14 entrenadores que me ayudan con los chicos”, afirmó orgulloso mientras guió a las citadas promesas rojiamarillas.
Sin embargo, años después, en agosto del 2006, Tassara confesó en el programa Ellos hicieron historia, del periodista Wiliam Mora, en el canal Extra TV 42, que se sentía frustrado porque creía que su trabajo con el Team no fue apreciado como quería en este club.
En octubre pasado, la Fedefútbol, presidida por Rodolfo Villalobos, le brindó un merecido reconocimiento “por el gran recorrido y aporte que realizó en el fútbol base y regional costarricense”, en un acto de su Comisión de Relaciones Públicas, con los dirigentes Noel Ibo Campos, José David Mora y Edwin Martín, en el cual se le entregó una placa conmemorativa.
Con lágrimas en sus ojos, don Hugo agradeció, entonces, el gesto federativo y les relató un poco de su vida, del amor que le tenía al fútbol y de cómo veía el desarrollo que están teniendo las representaciones nacionales en los torneos mundiales.
“Los grandes equipos empiezan a armarse desde atrás”, fue una de sus frases y conceptos que repetía a menudo. Incluso, en las lecciones balompédicas que impartió aquí por la tele, insistía con altura pero con vehemencia a los niños a su cargo que tuvieran pasión por “la pelotita de fútbol” y que fueran caballeros y aplicaran el juego limpio a sus adversarios en el terreno de juego.

UN HISTORIAL IMPRESIONANTE
Nacido hace 92 años, el 14 de febrero de 1924 en Iquiqui, Chile, Hugo Tassara Olivares se convirtió en su vida en uno de los directores técnicos más destacados del fútbol latinoamericano, al acompañar en sus procesos principios de rectitud, solidaridad profesional y dignificación de la profesión de entrenador.
Se relacionó con el fútbol siendo arquero de las selecciones de Tocopilla, María Elena y Copiapó, mientras que estuvo tres años en el fútbol profesional con la Universidad de Chile como arquero suplente de Mario Ibañez. Dejó este trabajo para perfeccionarse en su profesión de profesor de educación física y director técnico.
La Universidad de Chile fue el club de su vida. “Yo estuve a cargo de las divisiones inferiores de la ‘U’ en 1945 y 1946, con una juvenil en que destacaban Leonel Sánchez, Carlos Campos, Antezana, Cazenave, el Mono Gálvez y algunos otros. Tuve que dejar ese trabajo por mi afán incurable de perfeccionamiento”.
“Tenía mi titulo de profesor normalista (Copiapó), pero ingresé al Instituto de Educación Física en 1948 y en 1952 me fui a trabajar a Maria Elena a estrenar mi cartón. Por eso digo que la Universidad de Chile es mi club”, revivió en la revista chilena Estadio.
Después de volver al magisterio chileno y hacer periodismo radiofónico (una de sus pasiones), reapareció como entrenador en 1955, a cargo de las divisiones inferiores del Colo Colo. Al año siguiente, en el mismo club, ejerció como preparador físico del primer equipo entrenado por el uruguayo Enrique Fernández.
“Recuerdo que totalizamos 56 partidos sin perder entre Segunda y Primera infantil. Al año siguiente hice la preparación física del primer equipo, que entrenaba el uruguayo Enrique Fernández, y en 1957 me entregaron el buzo con la ‘E’ de entrenador en propiedad. No era buen momento para tomar al equipo de más exigencia del fútbol chileno: había jugadores suspendidos a raíz del Sudamericano de Lima, la moral no era la mejor. Y es claro. Salí con un sentimiento de frustración”, confesó en los años 70.
Allí, en Colo Colo, dirigió por cuatro temporadas dividida en dos periodos. Entrenó al primer equipo en 1957, luego de que el año anterior ganara todos los títulos con las series inferiores; ganó el Torneo de copa y tuvo una regular campaña con el subtítulo de 1958. En 1959 partió a Costa Rica e hizo bicampeón a la Liga.

Regresó a Chile para dirigir al Palestino de 1961 y 1962, y convertirse luego en el asesor para el técnico de la selección de su país, Fernando Riera, con vistas al Mundial en su casa, el de 1962, cuando fue observador en el grupo de la sede de Viña del Mar y describió el partido entre Chile y Suiza, para ser el primer narrador de fútbol en la televisión chilena.
Retornó a la banca de Colo Colo en 1963, para obtener el campeonato ese mismo año, con un equipo que rompió todos los récords. Tuvo al goleador del certamen, Luís Hernán Álvarez, quien anotó 37 goles y tuvo la delantera más efectiva con 103 anotaciones. En 1964, no tuvo participación directa con el primer equipo, siguió trabajando muy de cerca desde las divisiones menores, al ayudar al entrenador chileno Caupolicán Peña.
Su última temporada con el Colo Colo fue en 1965, donde terminó en el sétimo lugar en el certamen chileno. Y en 1966, una vez más emigró al extranjero, a Perú, para dirigir al Defensor Arica.
Estuvo dos años en Panamá. “Entre 1972 y 1973 fui contratado por el gobierno panameño para trabajar también a nivel nacional. Formé 300 técnicos, preparé al equipo que sorprendió ganando con cero goles en contra en el torneo de fútbol de los primeros Juegos Centroamericanos del 73, realizado en Guatemala, restablecí el equilibrio emocional y psicológico definitivamente. Me sentí plenamente realizado”, dijo en la revista Estadio, de Chile.
Tras dirigir en 1974 a Alajuelense, volvió a su país natal en 1975 a la Universidad de Chile y, finalmente, en 1980, el Everton fue su último club profesional, que dirigió como director técnico a la edad de 56 años.
Además de técnico de balompié fue, además, un pedagogo de niños futbolistas que se tradujo en su faceta de escritor con varios libros sobre este deporte que elaboró y que, según afirmó, reunió los principios fundamentales del fútbol actual: técnica, recuperación, posesión, y transición de la pelota, con publicaciones como Táctica: Una Manera de Pensar el Fútbol, Realidad y Fantasía del Fútbol Total, Guía Práctica del Fútbol, Fútbol Total, Entrenamiento del Niño Futbolista y Fútbol Simplemente.
Este viernes, a un escalón de cumplir los 92 años, Hugo Tassara Olivares falleció en Alajuela. Durante la sétima fecha del Torneo de Verano, se le rindió un tributo con aplausos de agradecimiento en los estadios donde se jugaron los seis duelos programados.
Un gesto completamente justificado, dado que su legado en América Latina ha sido impresionante, al constituirse en un apóstol indiscutible y un ejemplo a seguir dentro de la enseñanza que debe prevalecer siempre en el fútbol.

FICHA TÉCNICA
- Nombre: Hugo Tassara Olivares.
- Nacimiento: 14 de febrero de 1924, en Iquique, Chile.
- Fallecimiento: 12 de febrero del 2016, en Alajuela, Costa Rica, dos días antes de cumplir los 92 años.
- Familia: Viudo y padre de cuatro hijos (dos hombres y dos mujeres).
- Profesión: Futbolista, entrenador, preparador físico, instructor, escritor, pintor y comentarista de fútbol.
- Trayectoria como futbolista: Arquero de los combinados chilenos de Tocopilla, Maria Elena y Copiapó. Fue suplente por tres años del arquero Mario Ibáñez, en la Universidad de Chile.
- Debut como entrenador: ligas menores de la Universidad de Chile, en 1945 y 1946. Entrenador profesional desde 1952 y hasta 1980.
- Equipos que dirigió: Universidad de Chile (1952-1957, 1975), Colo Colo (1957-1958, 1963, 1965), Palestino (1961-1962) y Everton (1980), en Chile. Liga Deportiva Alajuelense (1959-1960, 1964, 1967-1968, 1974), la Selección de Costa Rica (1960), Club Sport Herediano (1969) y Club Sport Cartaginés (1979), en Costa Rica; tuvo un paso fugaz por el Deportivo Saprissa como preparador físico, a finales de los años 60. Defensor Arica (1966), en Perú. Selección Nacional (1972-1973), en Panamá. Asesor y veedor de partidos para la Selección de su país natal, en los Mundiales de 1962 y 1966.
- Logros en el banquillo: Ganador con Colo Colo de la Copa de Chile (1958); bicampeón del Campeonato Nacional de Costa Rica con la Liga Deportiva Alajuelense (1959 y 1960); y monarca con Colo Colo de la Primera División de Chile (1963). Con Alajuelense, además, realizó una gira alrededor del mundo (1960) y fue subcampeón nacional (1967).
- Formador: Pionero en la creación de escuelas de fútbol infantil en Chile (1964), Colombia, Perú, Venezuela, Guatemala y Costa Rica.
- Escritor: Publicó numerosos libros sobre fútbol en español, editados en Chile, España, México, Panamá y Costa Rica, entre ellos Pugna de Fútbol entre América y Europa, Realidad y Fantasía del Fútbol Total, El Fútbol Pressing: Su Legado al Balompié Moderno, Táctica: Una Manera de Pensar el Fútbol, Guía Práctica del Fútbol, Entrenamiento del Niño Futbolista, Fútbol Total y Fútbol Simplemente.
