La actual junta directiva de la Liga Deportiva Alajuelense, comandada por Raúl Pinto, es una de las peores que recuerde en años.

Peor incluso que aquella triste y penosa directiva que encabezaba Rafael Alfaro, cuyo legado para el liguismo fue haber “regalado” a Bryan Ruiz.

La actual dirigencia rojinegra es penosa, vergonzosa, mediocre, risible, patética y, ante todo, perdedora. Con esa vibra perdedora contagia al equipo y lo lleva a números desastrosos en su rica historia.

Dos años y medio sin títulos, sin participar en la Concacaf, y derrotas sonoras unas tras otras, reflejan los yerros cometidos por personas que cada vez que la Liga se consume en una debacle salen a los medios con su tono melodioso y conciliador a dar como excusas puros platos de babas.

Gente sin carácter ni autocrítica. Personas con esas actitudes no deben estar al frente de una institución como la Liga.

Raúl Pinto (izquierda), jerarca de la Liga, presentó a mediados del año anterior al colombiano Hernán Torres para que ocupe el banquillo manudo, en lugar de Óscar Ramírez, quien ganó cinco títulos con los rojinegros y pasó a laborar con la Fedefútbol (foto Facebook de la L. D. Alajuelense).
Raúl Pinto (izquierda), jerarca de la Liga, presentó a mediados del año anterior al colombiano Hernán Torres para que ocupe el banquillo manudo, en lugar de Óscar Ramírez, quien ganó cinco títulos con los rojinegros y pasó a laborar con la Fedefútbol (foto Facebook de la L. D. Alajuelense).

Raúl Pinto –y toda la junta directiva– quedará en la historia de los aficionados y sobre todo de la Liga como un pésimo presidente, cuyos logros, si bien hay que reconocérselos en el campo administrativo, han estado ayunos en lo deportivo, donde han predominado las pésimas decisiones en torno a la contratación y exclusión de jugadores y de cuerpos técnicos (en las últimas semanas, se declaró transferible al atacante Jonathan McDonald, y se destituyó por teléfono al técnico Javier Delgaso, quien estaba de vacaciones en Estados Unidos, y se nombró a José Giacone).

Jugadores y extécnicos resentidos es lo que han cosechado a lo largo de los años. Como liguista, me da rabia ver a directivos como Marco Vásquez que, cada vez que habla a algún medio sobre un jugador que no sigue o algún técnico cuya contratación se cayó, sale haciéndose la víctima y asumiendo sus graves y constante errores, como ocurrió en el caso a inicio de temporada como el entrenador portugués Guilherme Farihna, quien es más liguista que cualquiera de la directiva actual.

Esta dirigencia se caracteriza por las broncas con la Unafut, con el arbitraje y las constantes apelaciones ganadas por parte del abogado Aquiles Mata. Estos han sido sus penosos logros en los últimos años, cuando dejaron de ganar finales y perderlas de manera humillante.

Con la presión de la copa número 30 que no llega, contratan a un director técnico como Javier Delgado que venía de perder finales a nivel nacional e internacional; es decir, con una vibra de derrota encima que ni Wilmer López al lado pudo quitar.

En la final recién perdida con Herediano, Delgado demostró que posee más recursos para hablar frente al micrófono que para plantear una estrategia inteligente en el campo.

Javier Delgado fue presentado como técnico de Alajuelense a finales de diciembre del 2015, en un acto que oficializó su gerente general, Marco Vásquez. Cinco meses después fue despedido al perder el título en la final del Verano contra el Herediano (foto Facebook de la L. D. Alajuelense).
Javier Delgado fue presentado como técnico de Alajuelense a finales de diciembre del 2015, en un acto que oficializó su gerente general, Marco Vásquez. Cinco meses después fue despedido al perder el título en la final del Verano contra el Herediano (foto Facebook de la L. D. Alajuelense).

De nuevo, Hernán Medford mostró ser más inteligente y agresivo proporcionándole un nuevo fracaso a Delgado, quien no gana nada desde hace rato.

Un error nuevo es haber echado a Jonathan McDonald, quien tiene contrato con la institución. Mostraron la falta de carácter y de seriedad a la hora de tomar decisiones importantes, cedieron a la presión de los medios y de parte de la afición. Nunca lograron apoyar al jugador.

El mismo día que lo echan, renuncia a su cargo de gerente deportivo el argentino Fernando Colombo y, como todo en esta floja directiva, sale con la excusa de que esta situación se manejará de puertas para dentro, con lo que todo se cubre con una mano oscura de dudas.

Yo, como liguista, me resigné que la corona 30ª no va a llegar mientras Pinto y demás directivos estén frente a la Liga.

Existen la vibras y la Liga tiene una maldición que la condena al fracaso. Esperemos a noviembre próximo, cuando se nombre a una nueva junta directiva que debe, de una buena vez, rescatar a la Liga Deportiva Alajuelense de tiempos oscuros.

Tras comunicar por teléfono a Javier Delgado que estaba despedido en sus vacaciones, el presidente de Alajuelense, Raúl Pinto (izquierda), designó en el banquillo manudo al argentino José Giacone, quien fue escogido por la Unafut como el mejor técnico del Torneo de Verano 2016. El vínculo del suramericano con el club rojinegro es por un año (foto Facebook de la L. D. Alajuelense).
Tras comunicar por teléfono a Javier Delgado que estaba despedido en sus vacaciones, el presidente de Alajuelense, Raúl Pinto (izquierda), designó en el banquillo manudo al argentino José Giacone, quien fue escogido por la Unafut como el mejor técnico del Torneo de Verano 2016. El vínculo del suramericano con el club rojinegro es por un año (foto Facebook de la L. D. Alajuelense).
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