Luego del Mundial de ensueño que Keylor Navas hizo en Brasil, su talento apareció en el radar de Florentino Pérez, un mercader del fútbol. De inmediato lo fichó, y fue ahí cuando muchos, no sé si llamarlos periodistas, sacaron bombos y dejaron de lado la libreta, la grabadora, el micrófono, y hasta la pirámide fundamental del periodismo y se convirtieron en los porristas de Navas en el Real Madrid. Entiendo: un costarricense, en un club poderoso, con grandes jugadores y bonito saberlo y, además, debe ser el sueño mojado de mucho de esos periodistas; gente muy básica.

En su primer año, Navas comió banca, teniendo al frente a una institución como Iker Casillas. Era natural que comiera banca porque así han sido los procesos de Navas desde que está en fútbol, pero mientras Navas aguardaba su turno, los periodistas de acá nos informaban desde su casa, la marca de sus guantes, su esposa, su hijo, sus padres, su infancia en Pérez Zeledón hasta cuestiones absurdas de analizar los post de Navas en sus redes sociales. A ese nivel de parroquianismo periodístico.

El primer año para Keylor Navas en el Real Madrid no fue el más brillante, puedo decir, que fue un año regular a malo, en parte por la poca participación que tuvo y porque ni tocó bola y si tocaba, de inmediato veíamos en Teletica Deportes, CrHoy por citar un par de ejemplos, como hacían de una simple tapada, una jugada que según ellos, le dio la vuelta al mundo.

Pero lo más reproblable no era el hecho de la hiperbólica actuación de Navas en los pocos minutos que jugó, sino que informaban a partir de la trillada frase de “según un medio español” que por lo general eran especulaciones de Marca o AS.

Me daba risa ver como gran parte de la información que tenían de Keylor Navas era información que podíamos leer directo de esos medios que citaban. Por lo que imaginaba a muchos de estos periodistas pasaban pegados en redes sociales en busca del dizque primicia. De hecho me pasó por la mente abrir un medio deportivo titulado “según un medio español”, pero bueno…

Me pregunto, entonces, ¿reproducir ecos de especulaciones de otros medios es periodismo? Qué le costaba a un periodista, tomar un teléfono, pactar una entrevista vía Skype, o correo, Whatasapp, con alguno de estos periodistas e entrevistarlos. Pero no, lo patético es que lo tomaban de la web y lo peor para darle argumento a su nota, hacían un vulgar screenshot del medio, como si ese acto infantil y burdo fuera afianzar su fuente. Las fuentes, tan vitales en el periodismo, era lo que decían otros, no hubo indagación al núcleo de la noticia. Triste. Patético. Vergonzoso. Tercermundista.

Y si analizamos más agudamente no deja de haber en esa actitud de muchos medios, cierta sumisión colonialista, es decir porque lo dice un medio español es verdad, no porque yo como periodista lo investigué. Criticaban racismo contra Navas, sin saber que ellos muy en el fondo, caían víctima de ese racismo que se propaga en Europa a raíz de la crisis de Siria. Un juego dicotómico donde el inconsciente tenía un papel preponderante.

Pero la debacle del profesionalismo vino primero con su boda. Esto fue algo espeluznante y que, en lo personal, me dejó conmovido de la mediocridad de gran parte de la prensa, los mismos que piden libertad de expresión mientras nos bombardean con chatarra. La boda, y voy a ser sincero, no fue lo esperado porque asistió ningún jugador del Real en ella, lo que me dejó una sabor de boca amargo.  Pobre Keylor, pensé, mala nota.

Luego hubo el trasiego infructuoso entre De Gea y Navas. Se nos bombardeó sin misericordia, sin tacto, con esa ambición torpe de tener una primera noticia, adelantaban hechos que luego no ocurrían. El nombre de Keylor Navas se repetía inasiblemente en redes sociales donde por un minuto Keylor, o como muchos decían “nuestro Keylor” se transformó en un héroe nacional sin razón aparente, porque habían alguna gente que se tomaba esa burla que fue objeto Keylor por parte de Florentino Pérez muy a pecho, porque es nuestro Keylor, porque es tico y si es tico es conmigo. Algo extraño medio patriotero, nacionalista, empezó a emanar un tufo muy peligroso.

Como habrán visto se aplacó un poco la novela. Keylor lleva varios partidos que no le anotan un gol estableciendo una marca histórica en el Real Madrid. Por fin, más allá del imaginario de la prensa, Navas está mostrando su talento bajo el arco y es, gracias a las vitrinas del equipo en el que está, que es uno de los mejores porteros de la actualidad, repito uno de los mejores. Pero yo a diferencia de muchos de esos periodistas, no admiro a Keylor porque sea jugador merengue, o por su talento, o su creencia en Dios, sino por mostrarse sereno y gallardo ante tanta presión, ante tanta emancipación de medio planeta.

Keylor entregándose en cada entrenamiento se libró de tanta mala vibra, tanta mala leche de los medios españoles que lo querían afuera, quizá por racismo, quizá porque la puerta del Real sea hoy por hoy protegida por un jugador de la zona sur, moreno, y amable pero sobre todo, valiente, muy valiente. El General y dictador fascista Franco de seguro no le hubiera gustado ver un costarricense cuidando el marco de su amado equipo.

Keylor está mostrando que lo suyo en el Mundial no fue suerte si no talento y trabajo, que Florentino Pérez, Marca y AS, han tenido que morderse la lengua. A Keylor no le hace falta tanta campaña absurda en redes sociales y en medios, no le hace falta lo está demostrando en cada partido. ¡Hala Pérez Zeledón y pura vida!

Previous articleAlemania honra a Beckenbauer en sus 70 años
Next articleLa Selección ahora vestirá de azul