Buzón de Rodrigo

Finlandia 3 – Costa Rica 0: Adiós de Moscú 80 pasado por agua

Hace cuatro décadas, el viernes 25 de julio de 1980, el conjunto de Costa Rica se despidió de los XXII Juegos Olímpicos de Moscú con otra goleada aplastante de 3-0 ante un combinado de Finlandia más potente y ambicioso, factores que le favorecieron en forma amplia para adaptarse a un compromiso que fue pasado por agua, dado que llovió torrencialmente en casi todo el juego.

De nuevo, el equipo al mando del entrenador español Antonio Moyano se mostró débil, sin respuestas, y le concedió al adversario poco valor por un tema de desconocimiento e impotencia colectiva. Sin embargo, en la cancha, el cuadro europeo lució fuerte, rápido, de buenos movimientos y le pasó por encima a la Sele con un claro y contundente resultado, que se quedó corto ante las marcadas diferencias con su oponente.

Aquel tercer encuentro en el grupo D del torneo olímpico de balompié, realizado en el estadio Republicano de Kiev, exUnión Soviética, se disputó en una cancha húmeda que estuvo muy difícil para la Tricolor, cuyos jugadores se movían con lentitud y, físicamente, se veían disminuidos ante la fortaleza de los finlandeses. Sus fuertes eran, precisamente, la técnica y el dominio del balón, que esa vez resultó casi imposible de desarrollar.

Costa Rica volvió a ser un cuadro fácil, carente de velocidad y creatividad, apático, ineficiente, sin mística, desordenado, ni mostrar conjunto y sistemas de juego adecuados a la competencia internacional, como ya lo había exhibido en los partidos anteriores que se perdieron contra Irak (0-3) y Yugoslavia (2-3). Los futbolistas del norte del Viejo Continente jugaron a su antojo, casi caminando

“No hay que excusarse. Esa no es mi intención. Nosotros cumplimos con la clasificación a Moscú 80 entre las 16 mejores selecciones del mundo y porque se ganó el boleto había que asistir. Solamente espero que por esta dura experiencia, el país se interese más por el desarrollo del fúbol”, declaró hace 40 años el seleccionador de Costa Rica, Antonio Moyano Reina, en una entrevista concedida al ya desaparecido periodista Ricardo Quirós Sáenz, editor deportivo de La Nación, en agosto de 1980.

El estratega español aceptó en la misma publicación que se viajó a la Olimpiada moscovita con muchas carencias y, en los últimos dos juegos del bloque, se midieron sin brindar mayor oposición a dos selecciones europeas muy superiores. “Frente a Yugoslavia y Finlandia se dio el mismo razonamiento físico que contra Irak. Había que ver a esos tipos. Un desarrollo físico inobjetable y con mentalidad táctica. Ante los finlandeses, Costa Rica empezó bien. Luego se vino un torrencial aguacero y mientras nosotros seguíamos con el fútbol de toque, quedándose la pelota pegada en el agua, ellos nos mataban a pelotazos y con velocidad”, resumió Moyano.

Con una Costa Rica imposibilitada de soportar y repeler la avancha del adversario, hubo un claro dominio de Finlandia en todo el encuentro. Las tres anotaciones finlandeses bajaron la moral del equipo nacional; una diana cayó en el primer tiempo, a cargo del volante Ari Tissari (Finlandia) al minuto 18; y las otras dos en la complementaria, por intermedio de los artilleros Alila Jouko, a los 58’, y el relevo Jouko Soini, a los 88’.

Las variantes ordenadas por Moyano Reina desde el banquillo para la segunda parte, con el ingreso de Herberth Quesada por Róger Álvarez en el mediocampo y el obligado de Dennis Marshall por el lesionado Javier Michelín Masís, no hicieron mayor diferencia en el fangoso terreno de juego. Se produjeron contadas situaciones de peligro frente al marco finlandés, que no pudieron ser concretadas por los arietes ticos Jorge White, Omar Arroyo y Marvin Obando.

Desde Moscú, el periodista Ángel Sánchez Torres, del diario La Prensa Libre, escribió un atinado resumen sobre la fracasada participación de la Tricolor, en su primer evento de carácter universal de su historia desde 1921, y recalcó que el comentario generalizado dentro de la delegación tica era que “era inconcebible que las derrotas en el torneo fueran por tres goles, como prueba de que defensiva no estuvo a la altura del acontecimiento, la delantera no retenía la pelota y los volantes lucieron descontrolados”.

Finalizado encuentro en Kiev con este inapelable 3-0 a favor de Finlandia, aunado al empate a un gol en Minsk entre Yugoslavia e Irak, el grupo D quedó definido. Los yugoslavos y los iraquíes fueron los clasificados a la segunda fase de cuartos de final, con sus respectivos cinco y cuatro puntos, mientras que los finlandeses quedaron eliminados con tres unidades y los ticos se fueron en blanco, con el atenuante de que fue el país más goleado entre todos los bloques del torneo futbolístico, con nueve tantos en contra, y al final del torneo ocupó el último lugar entre los 16 equipos presentes.

“Tuvimos muchas limitaciones (en Moscú 80). La dirigencia deportiva era empírica y no conocía lo que era el profesionalismo. Cuando llegamos allá encontramos todo un complejo deportivo y estadios increíbles. Y lo de nosotros era una limitación en implementos deportivos y con un estatus profesional que nunca existió. Fuimos como conejillos de indias al experimentar todo lo que se vivió allá (en Moscú) en aquel tiempo. Vivir esa experiencia es de lo mejor porque ser de los primeros que asistimos a unas Olimpiadas para un país futbolero como Costa Rica ha sido y será importante para siempre”, confesó este año uno de sus exjugadores, Herberth Quesada, en el programa de Hazañas del Deporte, de Repretel Canal 6.

El grupo A fue dominado por la Unión Soviética y Cuba, que fue el único país latinoamericano que accedió a la segunda fase de cuartos de final, por encima de Venezuela y Zambia. Por su lado, Checoslovaquia ganó el bloque B, seguido por Kuwait, mientras que Colombia y Nigeria resultaron descalificados. Finalmente, la llave C se la adjudicó Alemania Oriental ante el segundo clasificado Argelia y los eliminados España y Siria, en ese orden.

Yugoslavia e Irak cerraron con empate 1-1 el grupo D del fútbol en los XXII Juegos Olímpicos de Moscú, el 25 de julio de 1980 en el estadio Dynamo, de Minsk, exUnión Soviética. Aquí el yugoslavo Zoran Vujovic (Nº 17) celebra su gol al minuto 63 (foto archivo de Rodrigo Calvo).

Experiencias en blanco y negro

La pobrísima actuación del seleccionado costarricense en Moscú 1980, con tres reveses en fila, nueve goles recibidos –tres por partido– y solo dos a favor, confirmó que no estaba preparada para competir con capacidad ante rivales superiores, que si bien es cierto no tienen el potencial ni la tradición futbolística con respecto a los países más desarrollados del planeta-fútbol, sí lo superan con amplitud en temas de organización y dirección técnica.

Este bajo rendimiento puso a la Tricolor como el “benjamín” del balompié olímpico porque, además de perder en sus tres presentaciones, lo hizo solo marcando dos goles al rival más calificado del grupo, Yugoslavia, y permitió nueve tantos en su portería, siendo el único que recibió doblemente la dosis del 3-0 ante los iraquiés y los finlandeses. Un balance ampliamente negativo que evidenció que no se habían acortado las distancias técnicas y tácticas con sus rivales; más bien el nivel tico estaba lejísimo de Europa y Asia.

En aquella oportunidad, Costa Rica asistió a los XX Juegos Olímpicos de la Era Moderna con una delegación de 58 personas, de las cuales 43 eran atletas y 15 delegados, en representación de seis deportes: fútbol, natación, atletismo, tiro, arquería y judo. Pero fue un deporte individual, el de la natación, el que sacó la cara por el país con la actuación brillante de María del Milagro París, al clasificarse como la sétima mariposista del mundo.

“Los restantes participantes de las otras disciplinas cumplieron hasta donde la lógica lo indicaba, poniendo gran esfuerzo, pero sin la menor posibilidad ante rivales de gran poder y experiencia”, determinó el análisis escrito por Luis Cartín Paniagua, en su columna Vibraciones Olímpicas para el diario La República, y como el único periodista acreditado en la delegación tica.

En su reporte desde Moscú, Cartín Paniagua advirtió a sus lectores que el desempeño del balompié tico fue “decepcionante” en su primera aventura universal y “no pudo desenvolverse como lo esperababan sus dirigentes y aficionados”, tras recibir una ayuda económica por la suma de ¢600.000 para la preparación y el viaje a Moscú, según otorgó el entonces Gobierno del Presidente de la República, Rodrigo Carazo Odio, y la Ministra de Cultura, Juventud y Deporte, Marina Volio.

“La mayor desilusión de la participación de nuestros deportistas en esta XXII Olimpiada de Moscú 80 ha sido sin duda la del fútbol, del que tanto esperábamos. Las tres derrotas sufridas vienen a demostrar que hay crisis en el grupo y que el técnico Antonio Moyano Reina tendrá que tomar medidas para fortalecer el cuadro ante la proximidad de la eliminatoria para el Mundial de España 1982”, opinó Luis Cartín días antes de que Costa Rica empatara 1-1 con Panamá como visitante, en juego eliminatorio que tuvo a un plantel sin ningún descanso tras su largo viaje a las justas moscovitas.

El portero de Costa Rica, Julio Morales, disfruta de un desayano en la concentración tica en Kiev, exUnión Soviética, hoy capital de Ucrania. El guardameta no hizo una buena Olimpiada en Moscú 80 y se mostró muy nervioso en los partidos (foto archivo de Rodrigo Calvo).

“Ha quedado comprobado en la Unión Soviética que los constantes cambios de jugadores han anulado la labor de conjunto que, más o menos, había logrado el director técnico español con el once que fue a Estados Unidos y Surinam, en la triangular final de la Concacaf a la Olimpiada 80.

“Aquí, en Kiev y Minsk, se ha sentido mucho la ausencia de hombres de la talla de Didier Gutiérrez, Álvaro Castro, Javier ‘Zurdo’ Jiménez y Rodolfo Mills, lo mismo que dar mayor oportunidad a Herberth Quesada como titular”, aseguró el reportero.

“Creo, sobre todo, que el vacío dejado por el zaguero puntarenense Álvaro Castro no ha podido ser llenado y ha sido por su sector donde el equipo ha mostrado más debilidad. Aparte de que a la Selección actual le han faltado las agallas que exigen partidos como estos y cuando ha reaccionado ha sido demasiado tarde, sin orden alguno en la jugada final”, continuó Cartín.

“Considero, inclusive, que se menospreciaron a los rivales, fallando los cálculos de que Irak y Finlandia eran pan comido, y que el único rival de respeto en su grupo era Yugoslavia. Ese primer partido ante Irak fue clave y provocó todo lo que vino después”, según el periodista josefino.

“Se logró una reivindicación parcial con el bonito juego que se le hizo a los yugoslavos, pero al estar ya eliminados de antemano frente a los finlandeses, que por el contrario tenían todavía posibilidades, las cosas se fueron definiendo a favor de los europeos, que terminaron por imponerse con otro categórico 3-0. Cosa curiosa fue que en los tres partidos Costa Rica permitió tres goles, logrando únicamente los dos que le marcó a Yugoslavia, el equipo más fuerte del grupo D”, escribió para el periódico La República.

“No hay excusas para esta clara eliminación, solo queda examinarlo todo para sacar conclusiones, enmendar errores y hacerle frente con dignidad a nuestros rivales regionales en la eliminatoria mundialista. Aquí hemos visto a equipos bien conocidos por la afición costarricense como Cuba, Venezuela y Colombia, darse por entero sin justificarse en cuestiones de cancha, rivales de mucho peso, ni de clima. Pusieron vergüenza y coraje, pero en combinación con recursos técnicos demostrando que poseen mucha mayor madurez que los nuestros”, sentenció aquella vez Luis Cartín desde Moscú.

Seleccionados costarricenses en un descanso de su participación en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, hace 40 años en la ciudad soviética de Kiev. Arriba, de izquierda a derecha: Marvin Obando, Javier Masís, Luis “Neco” Fernández, Róger Álvarez y Minor Alpízar. Abajo, Herberth Quesada (foto Facebook de Luis “Neco” Fernández).

“El fútbol fuerza que impera hoy en el mundo no pudo ser resistido por nuestro seleccionado, que aparte de ello no tuvo suerte en muchos aspectos. El primer tiempo ante Irak fue lo mejor que hizo, mostrando categoría y sin embargo después de escapárseles varias ocasiones de anotar, vino un gol rival faltaba poco para el descanso. Ya en la segunda parte cundió el desaliento y con ello llegaron dos goles más de Irak”, puntualizó.

“Pero, futbolísticamente hablando, podemos asegurar que Irak no tenía un fútbol como para ganar el partido y menos por semejante diferencia de 3-0. En su segunda presentación ante el poderoso equipo de Yugoslavia, se perdió pero dando una buena demostración, cayendo por un muy decoroso marcador de 3 a 2”, continuó el reportero tico.

“En su tercer partido contra Finlandia, cuando hubo una lluvia torrencial, la parte defensiva tuvo un vacío que nunca se pudo llenar en el torneo y fue el del cuarto defensa. La delantera resultó nula ya que se atacaba en forma desordenada y sin ningún planteamiento”, criticó Luis Cartín.

“El desempeño del cuadro fue por debajo de lo que era de esperarse y somo merecen destacartse por su enorme esfuerzo, en primer lugar, el zaguero derecho Javier ‘Michelín’ Masís, que se partió el pecho en todos los partidos; luego resalto a Carlos Nicanor Toppings, Tomás Eduardo ‘Pistoncillo’ Velásquez y el capitán Francisco ‘Chico’ Hernández”, valoró desde la capital soviética.

“El arquero Julio Morales, que tanto había lucido en Costa Rica en los partidos de fogueo, no pudo controlar sus nervios, no se entendió con sus zagueros y, sobre todo, no se atrevía a salir de su arco permitiendo goles no que no tenían razón de ser”, recalcó en su columna Vibraciones Olímpicas.

“A la Selección de Costa Rica le faltó, en general, aplomo y serenidad, tan necesarios en partidos de tal trascendencia, justificable en el aspecto de la falta de experiencia y el cambio tan radical de ambiente, como fue jugar en Kiev y Minsk, magníficas canchas pero totalmente extrañas para ellos, aparte del tremendo poder físico de sus rivales, que saban jugar duro imponiendo su contextura y su fuerza”, concluyó Luis Cartín al finalizar hace 40 años su artículo de opinión desde Moscú, exUnión Soviética.

Róger Álvarez (izquierda) y Luis “Neco” Fernández posan hace cuatro décadas en el estadio Republicano, de Kiev, Unión Soviética, durante el reconocimiento a este escenario del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos, en julio de 1980 (foto Facebook de Luis “Neco” Fernández).

Imágenes del tercer fracaso tico en los Juegos de Moscú 1980

Jorge White Hooker, veloz ariete limonense y esperanza del gol en Costa Rica, no pudo superar hace 30 años la fortaleza de la zaga de Finlandia y se fue en blanco, el 25 de julio de 1980 en Kiev, antigua Unión Soviética. Derrota por 3-0 (foto archivo de Rodrigo Calvo).
El terreno de juego del estadio Republicano de Kiev lució en malas condiciones a causa del aguacero que se dio en el duelo Finlandia-Costa Rica. En la acción, el tico Minor Alpízar (Nº 12) despeja el balón con dificultad ante el ataque finlandés (foto archivo de Rodrigo Calvo).
Minor Alpízar, lateral del equipo costarricense, conduce la pelota entre varios seleccionados finlandeses. La Tricolor no tuvo claridad en su juego ofensivo y fue eliminada en la primera ronda de los octavos de final (foto archivo de Rodrigo Calvo).
Las inclemencias del mal tiempo no fueron obstáculo para que el público soviético disfrutara del juego Finlandia-Costa Rica, que hace cuatro décadas los europeos ganaron con facilidad, por 3-0, el 25 de julio de 1980 en Kiev (foto archivo de Rodrigo Calvo).
Los defensores ticos Carlos Nicanor Toppings y Javier Masís intentan frenar el avance del atacante de Finlandia, Juhani Himanka, durante el duelo del 25 de julio de 1980 en Kiev, exUnión Soviética. Los europeos golearon 3-0 (foto archivo de Rodrigo Calvo).
El finlandés Jouko Soini (Nº 16) vence a Julio Morales y festeja el tercer gol. Ricardo García, Dennis Marshall, Minor Alpízar y Francisco “Chico” Hernández no lo pueden evitar. Costa Rica le dice adiós a la aventura olímpica de Moscú 1980 (foto archivo de Rodrigo Calvo).

El partido del recuerdo

Finlandia 3
Costa Rica 0

Fecha y hora: Viernes 25 de julio de 1980; 7 p. m., local (10 a. m., hora de Costa Rica).
Sede: Republicano, de Kiev, antigua Unión Soviética (hoy capital de Ucrania).
Goles: Ari Tissari (Finlandia), a los 18 minutos; Alila Jouko (Finlandia), a los 58’; Jouko Soini (Finlandia), a los 88’.
Resultado del primer tiempo: Finlandia 1-Costa Rica 0.
Árbitros: Albanni Abdalawaha (Kuwait), central; Eriksson (Suecia) y Nyrenda Lawrence Kabalamula Chayu (Zambia), guardalíneas.
Inspectores arbitrales: John Mowat (Escocia) y Gene Edwards (Estados Unidos).

Alineaciones:
Selección de Finlandia:
Olli Isoaho; Aki Lahtinen, Juha Helin (capitán), Kari Virtanen, Hannu Turunen, Juha Dahllund, Vesa Pulliainen, Ari Tissari (Juha Rissanen, a los 78′), Juhani Himanka (Jouko Soini, a los 60′), Alila Jouko y Teuvo Vilen. Director técnico: Jukka Vakkila (finlandés).
Selección de Costa Rica: Julio Morales; Javier Michelín Masís (Dennis Marshall, a los 69’), Ricardo Sardina García, Carlos Nicanor Toppings y Minor Alpízar; Tomás Eduardo Pistón Velásquez, Francisco Chico Hernández (capitán) y Róger Álvarez (Herberth Quesada, a los 46’); Jorge White, Omar Arroyo y Marvin Obando. Director técnico: Antonio Moyano Reina (español).
Amonestaciones: No hubo.
Asistencia: No fue reportada.
Motivo: Tercera fecha del grupo D, en el certamen de fútbol de los XXII Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú, exUnión Soviética.

El estadio Republicano, de Kiev, en la exUnión Soviética, lució hace 40 años llenazos durante el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos, en julio de 1980, durante los duelos oficiales de Costa Rica en esta sede contra Irak y Finlandia (foto archivo de Rodrigo Calvo).
El Informe Técnico de la FIFA de Moscú 1980 consignó los detalles oficiales del tercer partido de la Tricolor en los Juegos Olímpicos, una paliza 3-0 sufrida contra Finlandia, el 25 de julio de ese año en Kiev, exUnión Soviética (archivo de Rodrigo Calvo).

Antonio Moyano: “Los nervios nos llevaron al desconcierto total”

Por Antonio Moyano Reina (*)

El reporte de Antonio Moyano sobre la presencia tica en los Juegos de Moscú 80 lo envió a la Fedefútbol el 12 de agosto de 1980 (archivo de Rodrigo Calvo).

Este tercer y último partido de la Olimpiada de Moscú 80 contra Finlandia (nuevo revés por 3-0) fue el reflejo de lo que es el futbolista nuestro, cuando tiene presión para un encuentro clave, porque afloran los nervios que le hacen rendir menos de lo que puede, provocándole un desconcierto total. Así le sucedió a Costa Rica en el duelo que cerró el desenlace del grupo D.

Y cuando se llega a un juego como éste en el que no hay presión, nuestro jugador no le toma importancia y tampoco rinde. Este encuentro había que intentar ganarlo, pero tropezamos con que jugamos bajo un torrencial aguacero en todo el partido. Este es otro inconveniente de nuestro fútbol.

Aquí, en Costa Rica, suspendemos un partido cuando caen cuatro gotas, entonces nuestro jugador no está acostumbrado a estar en una cancha mojada; se cae y pierde por completo el control del balón: Nunca tuvo fuerza para patear una bola mojada. En este aspecto, los finlandeses nos llevaron ventaja total, porque saben jugar en cualquier cancha.

Por estas circunstancias fue el peor partido que jugó nuestra Selección Nacional en los Juegos Olímpicos de Moscú 80, porque en ningún momento supo en contrarrestar el juego de ellos y se dejó llevar por la impotencia ante el terreno y se cometieron errores garrafales, que nos costó una dura derrota en fila por 3-0, la segunda en aquel torneo por el marcador de 3-0.

De los tres goles que nos hicieron, el segundo fue un claro fuera de juego que el mismo guardalínea marcó, pero el árbitro central de Kuwait (Albanni Abdalawaha) nunca fue a consultar con su auxiliar. Claro está que las otras dos anotaciones fueron legítimas y nosotros no hicimos nada por acortar distancias en el marcador.

Este equipo finlandés es un cuadro de fuerza, velocidad y desplazamientos largos, con un fútbol simple y efectivo.

En este partido se lesionó el lateral derecho Javier Masís y tuvo que ser retirado del campo. Según el dictamen médico, sufrió un esguince que lo tuvo algún tiempo retirado de la práctica del fútbol.

Cambios que hice contra Finlandia: Al lesionarse Javier Masís, ingresó Dennis Marshall en el segundo tiempo y pasé a Carlos Toppings a la derecha y a Dennis lo puse de cuarto de defensa. Entró Herberth Quesada por Róger Alvarez en la segunda parte, pero tampoco hizo nada sobresaliente. Perdimos por goleada. Resultado final: Finlandia 3-Costa Rica 0.

Antonio Moyano Reina da instrucciones en uno de los duelos como local de la Selección de Costa Rica durante la eliminatoria final de la Concacaf al Mundial de Italia 1990 (foto archivo de Rodrigo Calvo).

(*) Extracto del “Informe del Desempeño de la Selección Nacional de Fútbol en la XXII Olimpiada en Moscú”, elaborado por Antonio Moyano Reina, seleccionador nacional de fútbol en 1980, y que fue presentado a la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) el 12 de agosto de 1980.

FUENTES CONSULTADAS: Libro “Aventura Tricolor: Juegos Olímpicos; Historia de la Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica” (1994), de Rodrigo Calvo y Mayela Solano; Informe Técnico del Torneo Olímpico de Fútbol, de los Juegos la XXII Olimpiada de Moscú 1980; Fascículo Nº 6 sobre los Juegos Olímpicos, publicado el 22 de abril de 1997 como parte de la colección “Tiempos de Selección”, del diario “La Nación; “Informe del Desempeño de la Selección Nacional de Fútbol en la XXII Olimpiada en Moscú” (1980), elaborado por Antonio Moyano Reina; y archivo del sitio web “Buzón de Rodrigo”. YouTube: Programa “Hazañas del Deporte”, de Deportes Repretel, en Repretel Canal 6. Fotografías: Facebook de Luis “Neco” Fernández y archivo de Rodrigo Calvo.

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