Un día como hoy, hace 33 años, el 16 de julio de 1989, Costa Rica logró su histórica clasificación a un Mundial Mayor de la FIFA. Ese día, la Tricolor disputó su último partido de la pentagonal final de la Concacaf y requería de un triunfo en casa ante El Salvador para amarrar el pase directo a la Copa Mundial Italia ’90.
Y lograría la victoria gracias al solitario gol de Pastor Fernández, en un cabezazo inolvidable que puso a celebrar al país entero. Aunque el destino de aquel partido estuvo marcado por algo inesperado que ocurrió en la concentración del equipo en el hotel Costa Rica Tennis Club.
“El sábado antes del partido hubo una charla técnica. Iba a salir el mismo equipo que jugó en el Salvador. La sorpresa fue al día siguiente en la mañana, cuando es la última charla técnica había cierta atmósfera de que algo pasaba. Ya eran las 8:25 a.m. y la charla no empezaba. Marvin Rodríguez vino y me contó de la tortícolis que afectaba a Evaristo Coronado. El quería mantener a un delantero arriba, así que decidió utilizarme a mí”, contó Fernández hace unos años al diario La Nación.
Con 26 años de edad por esos días, el delantero vivía apenas su primera convocatoria oficial a la Selección Nacional, con vistas a los últimos dos juegos de la pentagonal ante los cuscatlecos. Sin embargo, para el partido en tierra salvadoreña, el 25 de junio, ni siquiera se vistió.
A las 11 a.m., con un Estadio Nacional a gradas llenas, la Tricolor salió empeñada en alcanzar la victoria, pero pasaban los minutos y el 0-0 comenzaba a echar abajo la ilusión tica.
Hasta que, al minuto 55, Pastor Fernández recibió una falta de Nelson Rivera en el costado derecho. Leonidas Leoni Flores cobró justo al primer palo, donde el propio Fernández saltó para impactarlo con un cabezazo impresionante que se incrustó en el arco defendido por el ágil Carlos Rivera.
“Yo conocía a los rivales, eran fuertes, pero lentos. El balón venía globeadito al área. (Leonel) Cárcamo tenía mi marca y, con movimiento de engaño, salté libremente, le logré sacar ventaja y pude colocar el balón totalmente al otro poste. El arquero se quedó parado y siempre dijo que fue el viento”, agregó Fernández a La Nación.
El resto del juego fue de cierta angustia para Costa Rica, sobre todo en las acciones en las que participaba el habilidoso Jorge Mágico González, la principal figura de los salvadoreños por aquellos días.
Al final, bastó el gol de Fernández para sellar el primero de los seis boletos mundialistas que tiene Costa Rica (1990, 2002, 2006, 2014, 2018 y 2022), pero la clasificación más recordada de su historia por ser la primera de la historia.
“Ese gol me inmortalizó. Uno se llena de orgullo y me siento privilegiado. Y de la historia de ese estadio y de grandes acontecimientos de este país. Se podrá ir a más de un Mundial, pero ninguna generación va a celebrar una clasificación como lo hizo el pueblo con el primer Mundial“, concluyó Pastor.
Aunque el boleto se celebró ese día por todo el país, matemáticamente la Selección aún no estaba clasificada al Mundial. Todavía estaban pendientes el resultado de los partidos disputados entre Guatemala y Estados Unidos (0-0), en octubre, y Trinidad y Tobago y Estados Unidos (0-1), en noviembre.
Esos resultados ratificaron a la Tricolor como el primer lugar de la pentagonal con 11 puntos, los mismos que los estadounidenses, pero con mejor diferencia de goles. Los caribeños ocuparon la tercera casilla, con nueve unidades. Un momento histórico para el fútbol costarricense de Selecciones Nacionales.
Partido del recuerdo
Costa Rica: 1
El Salvador: 0
Fecha y hora: 16 de julio de 1989; 11 a. m.
Sede: Estadio Nacional, de La Sabana, San José.
Motivo: Pentagonal final de la Concacaf al Mundial Italia 90.
Gol: 1-0 (55′): Pastor Fernández, de cabeza, a centro de tiro libre ejecutado por Leoni Flores.
Alineaciones:
Selección de Costa Rica: Luis Gabelo Conejo; Vladimir Quesada, Róger Flores –capitán–, Mauricio Montero y Enrique Díaz; Héctor Marchena, Juan Arnoldo Cayasso y Germán Chavarría; Claudio Miguel Jara (Carlos Mario Hidalgo, a los 61′), Pastor Fernández y Leonidas Leoni Flores. Director Técnico: Marvin Rodríguez (costarricense).
Selección de El Salvador: Carlos Rivera; Jorge Ábrego (Jaime Murillo, a los 46′), Jaime Chelona Rodríguez –capitán–, Leonel Cárcamo y Nelson Rivera; Mauricio Cienfuegos, Osmel Huezo y José Guillermo Rivera (Ricardo García, a los 81′); Jorge Mágico González, Salvador Coreas y Óscar Ulloa. Director Técnico: George Kiril Dojcinovski (yugoslavo).
Árbitros: Jorge Orellana, asistido por Guillermo Quirola y Alfredo Rodas. Los tres de Ecuador.
Amonestados: Pastor Fernández, en Costa Rica; Salvador Coreas, Mauricio Cienfuegos, Jorge Ábrego y Leonel Cárcamo, en El Salvador.
Expulsado: Nelson Rivera (El Salvador), a los 75 minutos.
Asistencia: 26.473 aficionados.
Pastor Fernández: “Mi rencor por no ir al Mundial duró 5 años”
José Pastor Fernández Beita tenía 26 años cuando anotó el histórico gol que lo marcaría para bien y para mal. Aunque es recordado por muchos como una gloria del fútbol tico, el no ser convocado al Mundial truncó su carrera y lo sumió en varios años de resentimiento.
-Pastor, ¿qué significa haber metido el gol más importante en el Estadio Nacional?
-Muchas cosas. Primero, emoción y alegría, después tristeza y resentimiento, luego nostalgia de recordarlo y, por último, agradecimiento por el cariño que genera ese gol, después de 21 años. No me imaginaba lo que el fútbol significa para este país y cómo la gente me identifica y lo expresa. Hay padres con niños de 7 y 8 años que no saben quien es Pastor Fernández y tratan de que lo sepan, como si fuera parte de la historia de este país.
-¿Aún guarda resentimiento porque no lo escogieron para ir al Mundial de Italia?
-Hubo un fuerte resentimiento en mi casa y por cinco años no se hablaba de fútbol. No entendía por qué. Si una persona me felicitaba por el gol, le pedía disculpas y que habláramos de otra cosa. Pero Dios todo lo sana. Los siguientes cinco años fueron de asimilación y hoy ya no hay resentimiento. Los que lograron que me acercara al fútbol y le encontrara sentido a esto fueron los niños. Empecé a transmitir mi experiencia al trabajar en escuelas. Hoy tengo mucha paz. Siempre me decía: ‘¿por qué ese gol?, ¿por qué yo?’. Después entendí que debía darle al país una felicidad que necesitaba. Yo fui un instrumento, nada más.
-¿Anotar el gol el representó algo en lo económico?
-No. Había un premio grande por ir al Mundial. Cuando los muchachos regresaron de Italia, se les dio un carro nuevo, placas de taxi y 3 millones a cada uno. Así que siempre me dolió que no se acordaran de los que quedamos aquí. No me llevaron por disposición del técnico, pero me preguntaba: ‘¿por qué no el premio?’. Esa es la única parte que me ha costado olvidar, porque se me negó la oportunidad de haber tenido una vida mejor.
Entrevista publicada en la revista “Estadio Nacional: Historias de sol y sombra”, del diario La Nación, en marzo del 2011.
Fuentes consultadas: Revista “Estadio Nacional: Historias de sol y sombra” (2011) y archivo del sitio “Buzón de Rodrigo”. YouTube: Teletica Canal 7 y diario “La Nación”. Fotografías: Diario “La Nación” y archivo de Rodrigo Calvo.