Óscar Ramírez Hernández es un hombre que no necesita presentación. Su amplia carrera futbolística, primero como jugador y luego como director técnico lo convierten en uno de los personajes más conocidos en el medio, pero detrás de él se esconden muchos detalles que lo marcaron como ser humano, lejos del estratega que es.
Muchos pueden conocer sus habilidades en el banquillo y hasta su forma de jugar, pero pocos conocen por qué el Machillo Ramírez es así. Tímido, callado, serio…
Para quienes lo conocen a fondo, como familiares y amigos, coinciden y retractan esas etiquetas que le pone la gente a Ramírez, tal es el caso de su madre, doña Ana María Hernández, quien asegura que su hijo sí es tímido, pero de buen corazón.
“Él siempre ha visto por nosotros, en todos los aspectos. Yo recuerdo muy bien verlo salir corriendo del trabajo para cuidar de uno cuando estuvo enfermo, la verdad él siempre ha sido especial no sólo conmigo, sino con los hermanos también”, comentó ella.
Para doña María, parte de la personalidad de Ramírez fue marcada por el fallecimiento de su hermano Minor, quien a los 20 años sufrió una deficiencia en los riñones que le terminó quitando la vida.
Minor era el segundo retoño de la familia Ramírez Hernández, al arribar tan sólo 17 meses después que Óscar.
A casi 29 años de su deceso, la madre del Machillo asegura que a su hijo mayor le afectó muchísimo ese capítulo de su vida, pues a él le tocó darle la noticia a la familia.
“Ellos, como hermanos, jugaban mucho bola, inclusive una vez en unas pruebas en Heredia nos dijeron que les gustaba más como jugaba Minor que el mismo Óscar, él era defensa a diferencia de Óscar que siempre fue volante”, recordó la mamá del Machillo.
HUMILDE Y MADURO
La muerte de su hermano, Minor Ramírez, cuatro años de la participación de Óscar en el Mundial de Italia 1990, obligó al actual técnico de la Sele a madurar muy rápido ya que después de este difícil capítulo, él se hizo cargo de la familia, prácticamente.
Por eso, la humildad es una de las palabras que siempre ha acompañado al Machillo, pues él desde muy pequeño luchó por sus sueños y por los de su familia.
En esto coinciden tanto su mamá como sus amigos, los exjugadores Mauricio Chunche Montero y Cristian Oviedo, quienes creen que la gente a veces no comprende la forma de ser del nuevo técnico de la Sele, porque no conocen su pasado.
“Él siempre ha sido muy alegre, a diferencia de como lo ve la gente; él más bien siempre pasa de buen humor y haciendo bromas porque a él le gusta compartir con la gente”, aseguró Mauricio Montero, compañero del Machillo desde que jugaban en selecciones menores, luego en Alajuelense, el Mundial de Italia 1990 y la faceta de entrenador y asistente de ambos en la Liga.
“Mi relación con Óscar cambió luego de que, en un partido contra Brujas, él me sacó en el primer tiempo porque íbamos perdiendo 2-0; ese día, tuvimos un problema porque yo salí molesto. Al otro día, nos dijimos las cosas de frente y juré que para el próximo partido no iba a jugar, con la sorpresa de que fui titular y hasta capitán; esas son las cosas que la gente no conoce de él y que lo hacen ser tan gran persona”, expresó Cristian Oviedo, hoy asistente técnico de la Liga.
Detalles como ese hacen que las personas allegadas al Machillo Ramírez crean fielmente en sus capacidades para esta nueva etapa como seleccionador nacional, la cual arranca este sábado, a las 2 p. m. (hora tica), nada más y nada menos que contra Brasil en un amistoso en Nueva Jersey, Estados Unidos.
“Yo sólo le pido a la afición que le tenga paciencia, porque yo sé que con él vamos a ir al Mundial”, afirmó Oviedo.
El resto de los detalles sobre Óscar Ramírez, lejos de las canchas, los puede observar en este documental que les comparte el sitio Crónica.cr.