Costa Rica no pudo frenar al gigante checo Tomas Skuhravy, que le hizo mucho daño con sus tres goles de cabeza para acabar en octavos de final con la sensación del Mundial de Italia 1990. Aquí intenta superar la acción defensiva de los ticos Óscar Ramírez (Nº 10), Rónald González y Héctor Marchena (foto AFP/archivo de Rodrigo Calvo).

En días de gran fiesta, la Selección Nacional de Costa Rica estaba hace 34 años entre los 16 mejores equipos del planeta-fútbol, después de su inolvidable triunfo frente a Suecia por 2-1, en Génova, Italia. Pero en la segunda fase de Octavos de Final no fue la misma ante el durísimo equipo de Checoslovaquia y se despidió de la Copa del Mundo de Italia 1990 con un grosero revés de 1-4.

La hazaña tricolor ya se había cumplido durante la primera ronda, en el grupo C. Antes del duelo en Bari, Italia, había que dejar a un lado los festejos por el boleto a la segunda etapa mundialista y llenar en forma obligatoria la vacante del sancionado Róger Policía Gómez, por acumulación de dos tarjetas amarillas que sufrió ante Brasil y Suecia. Para sustituirlo, el técnico yugoslavo-serbio Velibor Bora Milutinovic valoró el ingreso de Alexandre Borges Guimaraes, Hernán Medford o Marvin Obando. Al final, tres horas antes del juego, se decidió por Obando.

“Cuando ‘Bora’ me anunció que jugaría ante Checoslovaquia, asumí el reto con felicidad porque supe que me convertiría en el primer y único costarricense que ha jugado dos Juegos Olímpicos, en Moscú ’80 y Los Ángeles ’84, y un Campeonato Mundial de la FIFA, Italia ’90. Confieso que en los primeros minutos estuve tenso y nervioso. Mi función era darle profundidad al grupo por el sector izquierdo”, reveló Marvin en una entrevista concedida en 1997 para el diario La Nación.

Los checoslovacos habían ocupado el segundo lugar del bloque A, al vencer 5-1 a Estados Unidos y 1-0 a Austria, y caer por 0-2 contra Italia. Con ocho Campeonatos Mundiales disputados hasta ese momento conformaban un equipo eficaz que había salido en el primer lugar de su grupo eliminatorio de Europa frente a Bélgica, Portugal, Suiza y Luxemburgo. Así que eran claros favoritos para ganarle a los costarricenses.

Entonces, la antigua Checoslovaquia (hoy República Checa o Chequia) aprovechó los espacios que dejó la zaga costarricense, utilizó su poderío aéreo y la llenó de goles para triunfar por 1-4, con tres tantos conquistados de cabeza por el espigado Tomas El Tornado Skuhravy y uno de tiro libre espectacular de Lubos Kubik. Fue el final de la bella aventura tica en el Mundial italiano.

El “ogro” checo hizo claudicar a la Sele tras imponer claramente su superioridad física y su juego táctico y desapasionado, pero muy efectivo con confianza y cohesión colectiva. Los seleccionados ticos habían jugado sus tres partidos de grupo en pos del empate y aprovechando en contragolpes las fallas de sus rivales, pero este de duelo de los Octavos de Final estaba en un nivel superior frente a un rival europeo que era mucho mejor al que exhibió Escocia y Suecia, durante la primera fase del verano italiano.

El poderoso conjunto del Viejo Continente, al mando del seleccionador checoslovaco Josef Venglos, demostró tener inteligencia y visión en el mediocampo, aunado a un fútbol penetrante de movimientos constantes en el ataque, con un intratable goleador como Tomas Skuhravy. Sus victorias de la primera ronda mundialista frente a Estados Unidos (5-1) y Austria (1-0) tampoco permitieron que la derrota ante la anfitriona Italia por 0-2 lo preocupara, ya que en ese juego tenían la clasificación segura, sin Kubik y con Josef Chovanec bajo de forma en la mediacancha.

Contra Costa Rica, Checoslovaquia no tuvo solamente su fuerza completa, sino que estuvieron decididos en todas sus jugadas, al molestarla con tácticas simples, pero con un balompié práctico y efectivo. Ante esta presión, los muchachos del técnico serbio Velibor Bora Milutinovic no deslució ni bajó los brazos, ¡cayó luchando!, con un fútbol más abierto, vistoso y atrevido al que desarrolló en la llave C, aunque no tuvo el nivel táctico suficiente para equilibrar un duelo en todo momento desigual en el aspecto físico.

El único gol del equipo costarricense cayó en el minuto 54, en un emocionante empate. Óscar Macho Ramírez cobró un tiro libre, desde el sector derecho, y halló a Rónald González como improvisado atacante. El mediocampista defensivo ganó en el salto al propio Tomas Skuhravy y derrotó al corpulento guardameta Jan Stejskal, con un certero golpe de cabeza desde el punto de penal, en una jugada calcada al golazo de Róger Flores contra los suecos en Génova. Así, con casi 20 años de edad, se convirtió en el futbolista más joven que jugó y anotó en esta Copa del Mundo en Italia ’90.

“Ha sido un orgullo para mi poder ser titular en un Mundial mayor con 19 años y marcar un gol, que esos momentos era muy importante. Es lo más bonito que le puede ocurrir a un jugador. Tras el empate, hubo oportunidades para volver a marcar, pero no pudo ser y, al final, Skuhravy decidió el partido”, fue el comentario posterior de González, en la propia sede de Bari.

La Selección de Costa Rica vio de pronto la posibilidad de otro milagro mundialista. De un momento a otro tuvo confianza como equipo y se lanzó adelante para poner en jaque a los checoslovacos, con los intentos de volea de Claudio Miguel Jara a los 60 minutos y Héctor Marchena de volea a los 66′, que salieron desviados. El partido se volvió movido y emocionante, hasta que reapareció el poder aéreo del rival y el desnivel se inclinó a favor del que tiene mayor historial, con los subtítulos en los Mundiales de 1934 y 1962, así como el cetro obtenido en la Eurocopa de 1976.

Con la eliminación de la Tricolor, un sector minoritario de los aficionados –sumamente fanáticos– le achacó la derrota al guardameta Hermidio Barrantes, el sustituto del lesionado Luis Gabelo Conejo (golpeado con dureza por el atacante sueco Mats Gren, en el último duelo del bloque C). El futbolista porteño evitó francas opciones de gol, pero nada pudo hacer con los cuatro tantos conseguidos por los checos, que resultaron imparables en minutos clave del duelo.

“Lloré cuando me quedé fuera del Mundial. Sufrí más que nunca. El de Checoslovaquia pintaba con ser el partido para mí. Había trabajado mucho en el juego aéreo y allí iba a librar una batalla contra (Tomas) Skuhravy. Además, me dolió mucho la actitud contra Hermidio (Barrantes) y me sentía impotente en el banco de suplentes. Fue el encuentro en que mejor fútbol realizamos. Nuestro juego era tan cómodo que nos endulzamos en el ataque. Por lo demás, estoy contento de haber estado aquí, de que todo el mundo se fijara en Costa Rica y de haber colaborado en el juego de mi equipo”, declaró esa vez Luis Gabelo a la prensa tica, en junio de 1990.

Al regresar al país, Hermidio Barrantes recibió todo tipo de insultos, hasta lo amenazaron de muerte y lo hicieron llorar; incluso debió viajar en el automóvil del entonces Presidente de la República, Rafael Ángel Calderón Fournier, en el desfile del 28 de junio que se organizó al regresar al país. Su consuelo se dio horas después al ser recibido como todo un héroe en su natal Puntarenas.

El papel cumplido por la Selección Nacional de Costa Rica en la Copa Mundial de la FIFA de Italia 1990 fue digno y decoroso. Se dio a conocer y fue reconocido en el fútbol universal durante su estreno mundialista, que fue el primero de seis copas citas universales disputadas en toda su historia desde 1921 (asistió también a Corea del Sur y Japón 2002, Alemania 2006, Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022).

En su desempeño, la Tricolor registró cuatro de las seis unidades en disputa dentro del grupo C (en esa época, se otorgaba dos unidades por victoria) y avanzó a la segunda ronda de los Octavos de Final. Alcanzó dos victorias y sufrió dos derrotas en cuatro partidos celebrados, con cuatro goles a favor y seis en contra. Ocupó el puesto 13 entre 24 naciones participantes.

Esta ubicación del equipo nacional la ubicó en aquella oportunidad por encima de campeones y subcampeones de anteriores Mundiales, como los casos de Uruguay, Países Bajos -Holanda- y Suecia. También quedaron debajo de la Sele países con una tradición importante en el balompié mundial, en los casos de los equipos de Colombia, Austria, Escocia y la antigua Unión Soviética; sin olvidar a otros no tan tradicionales como Egipto, Corea del Sur, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos.

Esta gran actuación de la Selección de Costa Rica, además, la ubicó en ese momento en la casilla número 36 en la historia de todos los Campeonatos Mundiales, entre 58 países desde 1930. En la misma clasificación aventajó a 22 seleccionados, incluso algunos con dos y tres participaciones mundialistas, mientras que para nuestro país esta era la primera de sus seis presencias, en la élite del fútbol mundial.

Partido del recuerdo

Costa Rica 1
Checoslovaquia 4

Fecha y hora: Sábado 23 de junio de 1990; 9 p. m. (1 p. m. de Costa Rica).
Motivo: Partido 38 de la Copa Mundial de Italia 90; Octavos de Final.
Estadio: San Nicola, de Bari, Italia.

Alineaciones:

Costa Rica: Hermidio Barrantes; German Chavarría (Alexandre Borges Guimaraes, a los 65′), Róger Flores, Mauricio Montero, Héctor Marchena y José Carlos Chaves; Rónald González, Óscar Macho Ramírez, Juan Arnoldo Cayasso y Marvin Obando (Hernán Medford, a los 46′); Claudio Miguel Jara. Director técnico: Velibor Bora Milutinovic (yugoslavo-serbio).

Checoslovaquia: Jan Stejskal; Frantisek Straka, Miroslav Kadlec y Jan Kocian; Ivan Hasek, Michal Bilek, Josef Chovanec, Lubomir Moravcik y Lubos Kubik; Tomas Skuhravy e Ivo Knoflicek. No hubo sustituciones. Director técnico: Josef Venglos (checoslovaco).

Goles: Tomas Skuhravy (Checoslovaquia), a los 11, 62 y 82 minutos, los tres de cabeza; Rónald González (Costa Rica), a los 54′, de cabeza; Lubos Kubik (Checoslovaquia), a los 76′, de tiro libre.

Árbitros: Siegfried Kirschen (Alemania Oriental), central; Armando Pérez (Colombia) y Pietro D’Elia (Italia), guardalíneas.

Amonestados: Rónald González (5′) y Héctor Marchena (75′), en Costa Rica; Ivan Hasek (53′), Jan Kocian (56′) y Frantisek Straka (68′), en Checoslovaquia.

Estadísticas: Tiros a marco: 12 de Costa Rica y 22 de Checoslovaquia. Tiros de esquina: Tres para Costa Rica y 13 para Checoslovaquia.

Asistencia: 47.673 aficionados.

La Selección de Costa Rica fue eliminada en la segunda fase de los Octavos de Final, en el Mundial de 1990, tras perder 1-4 contra Checoslovaquia el 23 de junio de ese año en Bari, Italia. Finalizó en la casilla 13 entre 24 países. Arriba -de izquierda a derecha-: Héctor Marchena, Marvin Obando, Rónald González, Juan Arnoldo Cayasso, Hermidio Barrantes y Mauricio Montero. Abajo: Róger Flores, Claudio Miguel Jara, Óscar Ramírez, José Carlos Chaves y Germán Chavarría (foto Luis Castillo Sagot / archivo de Rodrigo Calvo).
El seleccionado de Checoslovaquia antes del inicio del partido contra el de Costa Rica, que le ganó 1-4 por los Octavos de Final del Mundial de la FIFA de Italia 1990, en el estadio San Nicola de Bari, el 23 de junio de ese año. Así avanzó a la tercera ronda de los Cuartos de Final ante Alemnia. Arriba -de izquierda a derecha-: Josef Chovanec, Tomas Skuhravy, Ivo Knoflicek, Frantisek Straka, Miroslav Kadlec y Jan Stejskal. Abajo: Lubos Kubik, Lubomir Moravcik, Michal Bilek, Ivan Hasek y Jan Kocian (foto archivo de Rodrigo Calvo).
Arte: Randall Corella Vargas.
Arte: Randall Corella Vargas.

La ‘Sele’ terminó su aventura mundialista del ’90 en Bari

Rónald González: “Esa anotación a Checoslovaquia cambió mi vida”

Un total de 16 seleccionados de Costa Rica tuvieron la oportunidad de anotar en un Campeonato Mundial en categoría mayor, durante seis citas de la FIFA: Italia 1990, Corea del Sur y Japón 2002, Alemania 2006, Brasil 2014, Rusia 2018 y Catar 2022. Uno de estos protagonistas es Rónald González Brenes, actual comentarista deportivo de la cadena estadounidense ESPN, después de su último pasaje como director técnico del equipo nacional costarricense, entre el 2019 y el 2021.

Este año se conmemora el 34 aniversario del histórico juego de la segunda ronda por los Octavos de Final de la Copa de la FIFA Italia ’90, en Bari, Italia. Su anotación se produjo en el minuto 54 del encuentro contra la potente cuadro de Checoslovaquia. El exjugador y timonel recordó la conquista en la segunda parte con un sentimiento especial, pues el gol marcó un antes y un después en su vida, según confesó en una entrevista concedida en el 2020 al Departamento de Prensa de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol).

La Tricolor disputó hace más tres décadas, el 23 de junio de 1990, este cotejo decisivo de la Copa del Mundo frente a los checoslovacos, en procura de alcanzar el boleto a la ronda de los Cuartos de Final. Los ticos ya habían sorprendido al mundo al ocupar el segundo puesto del grupo C frente a Escocia (ganó 1-0, en Génova), Brasil (cayó 0-1, en Turín) y Suecia (venció 2-1, en Génova), y en ese compromiso ante los europeos lograron el empate momentáneo con la conquista de Rónald González, cuando se jugaba los 54 minutos.

“Lo que más recuerdo del gol en Italia ’90 es el sonido de la pelota cuando hace contacto con mi cabeza. Fue un sonido diferente, muy fuerte. En ese momento, me di cuenta que iba a ser gol por la velocidad que tomó la bola”, contó el entrenador, hoy de 53 años, al sitio oficial de la entidad federativa, que se extendió también a sus distintas redes sociales.

Y después añadió de manera virtual, a través de un video que aparece en la cuenta de la entidad federativa en YouTube: “Ese gol significaba el empate de la Selección en el partido y me llenó de mucho orgullo y satisfacción. Era una jugada que ya habíamos practicado y de hecho el gol ante Suecia, el de Róger Flores, fue parecido. Fue el premio a practicar esta jugada por muchas sesiones de entrenamiento”.

Rónald González fue el segundo jugador más joven que fue inscrito aquella vez ante la FIFA para asistir a Italia ’90, con 19 años de edad, aunque sí fue el más novato que participó y anotó en la Copa del Mundo. Ese gol y en sí, esa cita mundialista, lo hicieron madurar. De Italia ’90 dio el salto al fútbol extranjero y jugó en países como en la antigua Yugoslavia, con el GNK Dynamo de Zagreb (1990); en Austria, con el SK Vorwarts Steyr; en México, con el Pachuca FC (1995) y en Guatemala, con los Cremas del Comunicaciones FC (1998-2001).

“Ha sido el gol más hermoso que pude anotar en mi carrera. Cambió mi vida, pues me abrió las puertas al fútbol internacional y pude irme a jugar al extranjero. El papel que se hizo en Italia ’90 fue vital para la promoción de muchos de los que fuimos”, explicó González.

“Anotar en un Mundial mayor es el privilegio más grande que un jugador de fútbol pueda tener, participar en un Mundial también lo es. Siempre doy gracias a Dios por darme la vida y la oportunidad de haber estado en este evento”, finalizó el exseleccionador de la Tricolor.

En su juventud, González asistió al Campeonato Mundial Sub-20 de la FIFA en Arabia Saudita 1989 (también convirtió un gol a Colombia) y se despidió del fútbol en el 2005, después de participar como titular con el Deportivo Saprissa en otra cita mundialista, la Copa del Mundo de Clubes de la FIFA en Japón, donde los morados obtuvieron un tercer lugar histórico, el más alto para un equipo centroamericano. Y en el banquillo, alcanzó con la Selección Juvenil tica dos intervenciones en los Mundiales Sub-20 de la FIFA, en Egipto 2009 (ocupó un inolvidable cuarto lugar) y en Colombia 2011 (allí consiguió avanzar a la segunda ronda de los Octavos de Final).

Así se marcó la historia hace 34 años para Rónald González Brenes después de establecer historia para el balompié costarricense, al lado de una generación de ensueño en Italia ’90 y en la que convirtió un golazo de cabeza a Checoslovaquia.

La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) publicó esta imagen el 23 de junio del 2020 en sus redes sociales, tres décadas después del cierre de la histórica participación de la Selección de Costa Rica en el Mundial de Italia ’90, al caer 1-4 contra el poderoso equipo de Checoslovaquia en la ronda de los Octavos de Final (Twitter de la Fedefútbol).

FUENTES CONSULTADAS: Libro “Aventura Tricolor: Mundial Italia ’90; Historia de la Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica”, de Rodrigo Calvo y Mayela Solano (1993); diario “La Nación” (Costa Rica). YouTube: Fedefútbol, TV Chile, Dailymotion (Francia) y “All World Cup Goals”. Fotografías: Diario “La Nación” (Costa Rica), FIFA.com, revistas “France Football” (Francia) y “Guerin Sportivo” (Italia), así como el archivo de Rodrigo Calvo.

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Tiene 43 años de ejercer el periodismo deportivo. Estudió en la Universidad de Costa Rica, graduado en 1989. Laboró en Radio Monumental, Deportes Repretel y la oficina de prensa del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA. Estuvo ligado por tres décadas al Grupo Nación, en la revista deportiva “Triunfo” y los periódicos “Al Día” y “La Nación”. Ha colaborado para medios especializados de la FIFA y en Centroamérica, Caribe, México, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Argentina, Brasil, España e Italia. Obtuvo el Premio Nacional “Pío Víquez” de Periodismo en el 2007 y dos veces el Premio “Jorge Vargas Gené-Óscar Cordero Rojas". Su especialidad son temas de historia y estadística del deporte nacional e internacional. Desde 1995 escribe la columna “Buzón de Rodrigo” y desde 1989 es corresponsal del semanario deportivo “France Football” de Francia. Integra la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Futbol en Alemania y a partir del 2007 es miembro del jurado mundial del “Balón de Oro”, de la revista “France Football". Escritor de múltiples obras deportivas, como la colección "Aventura Tricolor: Mundial de Italia 1990, "Tiempos de Selección" (1997), "La Copa Mundial de Fútbol (1998), "100 años de Deportes" (1999), "Huellas del Fútbol Tico" (2009), "Legionarios" (2012), "CSH-100: ¡El equipo que nació Grande! 1921-2021" (2021) y "Crónica del Centenario 1921-2021" (2021).