Hace 73 años, en un día como hoy, el sábado 27 de febrero de 1951, la Selección Nacional de Costa Rica registró encuentros en forma simultánea, uno disputado en Buenos Aires, Argentina, y otro en Ciudad de Panamá, Panamá. Esto sucedió durante los I Juegos Deportivos Panamericanos y el V Centroamericano y del Caribe de Fútbol, respectivamente.
En la tierra del Canal de Panamá, la Tricolor cayó sorpresivamente por 0-2 ante los locales, mientras en el Cono Sur empató 2-2 frente a Chile, con goles ticos de Miguel Ángel Chumpi Zeledón y Alberto Gallego Armijo. La curiosidad se repitió cuatro días, el miércoles 3 de marzo de ese año, cuando el equipo tico goleó por 4-1 a Nicaragua en la capital panameña y venció 1-0 a Paraguay en la sede bonaerense, con solitaria anotación del puntero derecho Rodolfo Herrera.
Eran, definitivamente, otros tiempos cuando nuestro balompié se daba el lujo de conformar dos combinados que fueron integrados con elementos de gran calidad. Uno conformado por los entrenadores Ricardo Saprissa Aymá –salvadoreño de nacimiento, de padres españoles y naturalizado costarricense– y Luis Cartín Paniagua, el primero como director técnico y el segundo como director de campo, con miras a la naciente cita continental; y otro que seleccionó el exjugador y técnico Ismael Melo Quesada, para intentar defender el título de la región, que el país había obtenido tres años antes, en la edición de 1948 realizada en Guatemala.
Todo había comenzado en enero del 51, cuando la Federación Costarricense de Fútbol convocó a casi 50 futbolistas de la Primera División, para integrar los equipos que enviarían a ambas competencias oficiales.
El conjunto que viajaría a Buenos Aires, Argentina, fue escogido con jugadores que, en ese momento, ocupaban las primeras posiciones del torneo local, por lo que era considerado la “Selección A”. Lo contrario al designado para actuar en Panamá, el equipo “B”, con personajes que no andaban en su mejor nivel futbolístico.
Este sistema administrativo para el principal cuadro del país no gustó entre los convocados a Panamá, ya que consideraron que era poco diplomático y revelaba el desinterés del ente federativo. Desde el principio, nadie en Costa Rica los tomó en cuenta, ni siquiera la prensa deportiva, y ello resintió al plantel tico en suelo canalero de manera significativa.
Esta situación redundó luego en la pérdida del Centroamericano y del Caribe, al ocupar el segundo puesto por encima del nuevo monarca, Panamá, sin dejar de lado la indisciplina que lo perjudicó, mezclado con un clima político, que dio al traste con el objetivo trazado por los dirigentes de la época: ganar el trofeo de campeón.
Todo muy diferente al equipo nacional que se desplazó a la capital argentina, porque frente a las potencias sudamericanas del momento fue grande hace siete décadas en la primera edición del torneo de fútbol de los Juegos Panamericanos, al conseguir el segundo lugar y la medalla de plata, detrás del anfritrión, que se hizo de la primera casilla y la presea dorada.
“Costa Rica mostró un equipo de juego ordenado y acción correcta”, según la prestigiosa revista bonaerense El Gráfico sobre el subcampeonato panamericano de la Tricolor. Ante Argentina cayó 7-1 –diana tricolor de Miguel Ángel Chumpi Zeledón–, igualó a dos tantos con Chile y se lavó la cara en los dos últimos compromisos, pues superó 1-0 a Paraguay y 3-1 a Venezuela; en este último duelo los goles fueron anotados por Raúl Lulo Jiménez, Alberto Gallego Armijo y Miguel Ángel Chumpi Zeledón.
Aquella vez, el capitán de la Nacional, el zaguero León Alvarado, fue el encargado de subir al podio para retirar el premio de plata, junto a sus colegas de Argentina (medallista de oro) y Chile (bronce).
Su mejor artillero en las justas fue Miguel Ángel Chumpi Zeledón, quien señaló tres anotaciones en la competencia continental, una obtenida frente a los chilenos, otra a los argentinos y la última a los venezolanos.
Escándalo y bochorno en Panamá
La alegría alcanzada por los ticos en los Juegos Panamericanos fue totalmente contrario a la tristeza que se respiró al mismo tiempo en Ciudad de Panamá, con el frustrante segundo puesto logrado en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol, al que solo asistieron Nicaragua, el local Panamá y Costa Rica pues Guatemala, El Salvador y el resto de naciones del área declinaron participar, preocupados por la noticia de un brote de poliomelitis en el país vecino.
El primer juego de la escuadra tricolor en territorio canalero fue contra el débil equipo nicaragüense. Fue el único partido que los ticos tomaron en serio el compromiso regional, pues lo resolvieron con un inapelable 8-1.
Esta contundente victoria alimentó la creencia de que el certamen sería un paseo para nuestros jugadores, aunque la verdad constituyó apenas una ilusión. Muy pronto, los panamenos abrieron los ojos a los ticos y vencieron 2-0, en un espectáculo muy brusco entre ambos seleccionados.
En la segunda vuelta de la competencia zonal, Costa Rica perdió la opción de retener la Copa en honor al expresidente Rafael Ángel Calderón Guardia. Empató 1-1 con Panamá y doblegó 7-2 al cuadro pinolero, resultados que le depararon el título centroamericano y caribeño al cuadro anfitrión y el subcampeonato al equipo nacional costarricense.
Un rotundo fracaso ante seleccionados supuestamente inferiores y atribuido a “la completa indisciplina que reinó en el equipo, pues cada uno hizo lo que quiso, y varias cosas (…) no fueron ni muy agradables ni muy cultas”, denunció en esa época en semanario Deportivo Mundial.
Según el informe del jefe de la delegación, Miguel Ángel Pantoja, apoyado por el aporte de otros testigos, “varios jugadores salían todas las noches y regresaban en las horas de la madrugada completamente ebrios. Y a la mañana siguiente jugaban un partido y lo perdían…”.
El escándalo se acentuó cuando se comprobó que los resentimientos que despertó la Guerra Civil de 1948 todavía estaban frescos. Lo anterior porque la Copa Calderón Guardia –antes de entregarla al Comité Organizador– fue lanzada por el jugador Eladio Macho Esquivel desde el quinto piso del hotel donde estaban hospedados en Ciudad de Panamá.
El trofeo quedó muy dañado y esto obligó al delegado Pantoja y a algunos jugadores a llevarla a reparar en secreto –para no ofender a los panameños– a una joyería en el centro de la capital canalera. El trabajo, curiosamente, lo realizó el tico Emmanuel Bonilla y le costó a la Federación Costarricense de Fútbol la suma de $40.
En ese entonces, Pantoja solicitó en su reporte que se castigara a los culpables, recomendación que el organismo federativo aceptó. El delegado Francisco María Ortiz sufrió una sanción de por vida, para que no figurara en el seno de una entidad deportiva del país, “por promover los escándalos bochornosos”, como aparece en un reporte de la sección deportiva del diario La República, publicado el domingo 18 de marzo de 1951.
Los futbolistas involucrados no se escaparon de la reprimenda federativa, al aprobarse el viernes 16 de marzo del 51 fuertes castigos por unanimidad, con 10 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones. Eladio Macho Esquivel fue suspendido de toda actividad futbolística durante cinco años; José Rafael Fello Meza, dos años de sanción, y Édgar Quesada, seis meses. A los tres se les excluyó de por vida de la Selección, aunque Quesada fue indultado luego y pudo vestir la camiseta nacional.
Aníbal Ñeco Varela y Luis Ángel Pipilo Umaña estuvieron dos meses fuera de los terrenos de juego, en tanto que el guardameta Amado Calvo sólo fue amonestado. Así que el Campeona de Panamá 1951 fue, sin duda, uno de los pasajes más tristes de la historia del fútbol costarricense; lo contrario a la experiencia vivida en las justas panamericanas, al cosechar por primera vez una conquista de carácter continental: la medalla de plata.
SELECCIÓN “A” DE COSTA RICA – 1951
Torneo de fútbol de los I Juegos Deportivos Panamericanos – Buenos Aires, Argentina.
Porteros: Carlos Alvarado y Rodolfo Cholo Sanabria.
Defensas: Nelson Morera, José Luis Vivo Quesada, Mario Catato Cordero, León Alvarado y Alex Sánchez.
Mediocampistas: Elías Valenciano, Héctor Julio Mostacilla González, Evelio Alpízar, Constantino Tulio Quirós y Sigifredo Alvarado.
Delanteros: Miguel Ángel Chumpi Zeledón, Rodolfo Herrera, José Manuel Indio Retana, Álvaro Murillo, Rafael Ángel Felo García, Alberto Gallego Armijo, Walker Rodríguez, Rafael Zorro Campos, Jorge Negro Quesada y Raúl Lulo Jiménez.
Entrenador: Ricardo Saprissa Aymá.
Director de campo: Luis Cartín Paniagua.
Médico: Fabio Carballo.
Delegado del fútbol y presidente de la Federación: Jorge Hütt.
Delegado: Edwin Méndez.
SELECCIÓN “B” DE COSTA RICA – 1951
V Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol – Ciudad de Panamá, Panamá.
Porteros (2): Amado Calvo y René Muñoz.
Defensas (5): Claudio Colorado Sáenz, Édgar Palito Silva, Heriberto Eric Molina, Omar Sánchez y Mario Ruiz.
Mediocampistas (8): Édgar Quesada, Wedell Jiménez, Aníbal Ñeco Varela, Luis Ángel Pipilo Umaña, Mario Garita, Horacio Chona Rojas, José Joaquín Meléndez y Rafael Luis Chiquitico Rodríguez.
Delanteros (6): José Rafael Fello Meza, Rodrigo Pina Carmona, Marco Antonio Renco Ovares, Jaime Meza, Eduardo Pachuco Meléndez y Édgar Farachín Alvarado
Entrenador: Ismael Melo Quesada.
Árbitro central: Juan Navarro.
Delegados (3): Miguel Ángel Pantoja, Ovidio Gómez y Francisco María Ortiz.
FUENTES CONSULTADAS: Tomo II del libro “Aventura Tricolor: Historia de la Selección Nacional de Fútbol de Costa Rica, dedicado a los Juegos Panamericanos, los Panamericanos de Fútbol y a los “Chaparritos de Oro” (1993); Fascículo Nº 3 de la serie coleccionable “Tiempos de Selección”, producidos por ‘La Nación’ y el Grupo Nación S. A. (1997); Tomos 7 y 10 de los libros coleccionables “Huellas del Fútbol Tico”, dedicados a las ‘Selecciones Ticas en América’ y los ‘100 Grandes del Fútbol de Costa Rica’ (2009). YouTube: Panam Sports, DiFilm (archivodichiara) y Bienvenida la Mañana.