Berlín, Alemania. El fútbol alemán y buena parte del ámbito público del país honró al Kaiser Franz Beckenbauer, como ocasión de un 70 cumpleaños que el propio homenajeado no celebrará, por estar de luto tras la muerte de su hijo Stephan hace algo más de un mes.
“Eres el primero y el mejor representante del Bayern Múnich. Fuiste y has sido un éxito en todo lo que has hecho y sido”, apuntó el presidente del poderoso club bávaro, Karl-Heinz Rummenigge, en un mensaje difundido por la entidad que entrena el español Pep Guardiola.
“Franz Beckenbauer fue y es un regalo para el fútbol. Increíble, la popularidad que sigue teniendo entre la gente joven pese a que nunca le vieron jugar en directo”, apuntó, por su parte, el presidente de la Liga Alemana, Reinhard Rauball.
Ambos mensajes se remiten a los honores deportivos del actual presidente honorario del Bayern Múnich, en cuyas filas jugó en la máxima categoría entre 1964 y 1977 y que, sea como futbolista, seleccionador o miembro de la cúpula del fútbol, representa para sus compatriotas la imagen del éxito y el poder.
Asimismo, el viernes pasado, el día de su festejo número 70, el popular diario Bild dedicó un amplio espacio en su portada y una página entera en su interior al cumpleaños, con comentarios escritos por su actual esposa, Heidi, madre de dos de los hijos del “Kaiser” –Joel y Francesca, de 15 y 11 años–, así como de su hermano Walter.
El rotativo incluye declaraciones del expresidente del Bayern Múnich, Ulrich Uli Hoeness, compañero de Beckenbauer en la selección que ganó el Mundial de 1974 y actualmente en la cárcel por evasión de impuestos, para quien el Kaiser es alguien quien “siempre está ahí, cuando se le necesita”.
El cumpleaños del hombre que acaparó, prácticamente, todos los títulos disputables, principalmente con la selección o con el Bayern Múnich, no será objeto de ninguna celebración, en atención a la muerte de Stephan, uno de los dos hijos nacidos de su primer matrimonio con Brigitte.
El otro hijo con Brigitte fue Thomas Beckenbauer, quien radicó en Costa Rica, entre 1984 y 1990, cuando estudiaba administración de empresas, dirigía un restaurante en Los Yoses y laboraba en una empresa alemana de exportación de madera y carbón vegetal, en fincas de La Virgen y Puerto Viejo, en Sarapiquí, Heredia, propiedad de un amigo del Káiser.
Stephan murió en julio pasado con 46 años, a consecuencia de un tumor cerebral, y la familia está aún bajo los efectos de la pérdida de quien vivió algo a la sombra de su padre, primero como jugador y luego como técnico de las ligas menores del Bayern.
El Kaiser tuvo, en lo privado, una vida sentimental prolífica, ya que además de la descendencia nacida de sus tres matrimonios sucesivos (cinco hijos), reconoció a otros dos hijos, fruto de relaciones extraconyugales.
A Beckenbauer se le identifica con la imagen del hombre atractivo, dinámico y sonriente, pese a los zarpazos públicos o privados y también alguna mancha, como al ser declarado –por ignorar un cuestionario sobre corrupción en la FIFA– “persona non grata” del Mundial de Brasil en que Alemania alzó su cuarta copa.
TRAYECTORIA IMPECABLE
El historial de Franz Beckenbauer da para llenar varias vitrinas. Apodado el Káiser, fue un célebre exjugador de Alemania, reconocido como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, el mejor líbero de todos y el más grande del balompié de su país.
Su brillante carrera deportiva comenzó durante su juventud, cuando tuvo su primer equipo, el SC 1906 Múnich. Pero pronto pasó al Bayern Múnich, en el que permaneció por espacio de 19 años, entre 1958 y 1977, disputando 427 partidos de la Primera División alemana y marcando 60 goles.
Con la institución bávara alcanzó una serie inusitada de éxitos en la máxima categoría, a partir de 1964. Se proclamó cuatro veces campeón de la Bundesliga (1969, 1972, 1973, 1974) y cuatro de la Copa alemana (1966, 1968, 1969 y 1971).
Además, tres veces seguidas ganó la Copa Europea de Campeones (1974, 1975 y 1976) y en una ocasión se adjudicó la Recopa europea (1967) y la Copa Intercontinental ante el Cruzeiro de Brasil (1976).
Pero, en forma inesperada, Beckenbauer dejó Múnich en 1977 y pasó a experimentar al Cosmos de Nueva York. En los cuatro años que estuvo allí, obtuvo tres veces el campeonato profesional de Estados Unidos de la NASL (1977, 1978 y 1980) y dos de la Copa Transatlántica (1980 y 1983).
Al comienzo de la temporada de 1980-1981, “el Emperador Franz” regresó a la Bundesliga y firmó un contrato de dos años con el Hamburgo SV, con el que se proclamó campeón alemán durante la segunda temporada (1981-1982). Se retiró como futbolista con el Cosmos de Nueva York, en 1983.
En dos oportunidades fue nombrado “el futbolista del año” de Europa por la revista France Football (1972 y 1976) y en cuatro se le escogió “el futbolista del año de Alemania” (1966, 1968, 1974 y 1976). Durante 103 partidos internacionales de clase A (50 como capitán) jugó para la selección de su país, con la que anotó 14 goles.
En 1966 se proclamó subcampeón mundial, en 1970 fue tercero y cuatro años después, en 1974, campeón mundial en su propio país. Antes, en 1972, el equipo alemán, capitaneado por Beckenbauer, se hizo con la Eurocopa de Naciones de la UEFA.
Desde julio de 1984, un año después de su retiro, Franz se hizo entrenador de la Selección de Alemania. En 1986 perdió la final mundialista contra Argentina (2-3), pero tuvo una exitosa revancha ante los suramericanos en Italia 1990 (1-0).
En esa copa hizo todavía más grande su leyenda al conseguir ser la segunda persona en el planeta en ganar el Mundial como jugador y técnico. El brasileño Mario Lobo Zagallo lo logró por primera vez 20 años antes, en México 1970.
Como técnico, ganó un título liguero en Francia, con el Olympique de Marsella (1991); otro de la Bundesliga (1993-1994) y uno de la Copa de la UEFA (1995-1996), ambos con el Bayern Múnich.
Después fue el principal personaje que organizó el Mundial de Alemania 2006, luego fungió como presidente del Bayern Múnich y vicepresidente de la Federación Alemana.
Con el club bávaro también ocupó hasta finales del 2009 el cargo de jerarca de su consejo de administración y, desde entonces, es el presidente de honor del Bayern.
Hoy, a sus 70 años recién cumplidos este viernes 11 de setiembre, Franz Beckenbauer sigue siendo una de las figuras más influyentes del fútbol alemán y del mundo.
FRANZ BECKENBAUER EN IMÁGENES
Fotografías de Wikimedia y archivo de Rodrigo Calvo, periodista de Cronica.cr.