Un año para el olvido para los liguistas, en especial para la junta directiva encabezada por un presidente que ya le empieza a pesar su mandato al frente de un equipo como la Liga Deportiva Alajuelense.
Una junta directiva que ha tenido aciertos en lo administrativo, pero ha sido un desastre en lo deportivo, donde ha pecado la austeridad a lo Angela Merkel, la canciller de Alemania. Dos finales perdidas en lo que va del año, la primera con Herediano, la segunda con Saprissa, ambas dolorosas.
Es hora de meter a profundidad el bisturí en lo deportivo a una planilla de jugadores muy mediocres, con refuerzos que salvo el hondureño Carlos Discua, no han pesado.
La final navideña Hernán Torres no supo jugarla, nunca entendió que Saprissa más que jugar fútbol en estas instancias es un equipo emotivo, impulsado por su afición de un estadio que intimida, parte de la prensa; y este año, vamos a decirlo, contaron una ayuda muy grande por parte del línea Cristhian Foster. Pero jugaron bien y le pasaron por encima a la Liga y son campeones. ¡Felicitaciones!
Por otro lado, la Liga no tiene media cancha, sigue sin haber un contención de respeto que apoye a Luis Miguel Valle; carece de un defensa que complemente a Johnny Acosta, porque ni Kenner Gutiérrez, ni Porfirio López, mucho menos Ariel Soto, son jugadores para ser titulares en la institución rojinegra, y ni qué decir un delantero de peso; pero no solo menciono a la planilla titular, desde hace años la Liga no tiene una banca importante que solucione partidos, sobre todo finales.
Jugadores muy limitados y sin casta están jugando en la Liga como titulares. Si bien es cierto Óscar el Macho Ramírez le dio mucho a la Liga, también opacó jugadores como Álvaro Sánchez, Jorge Davis, Juan Gabriel Guzmán (que parece que por decir la verdad le pasaron la guadaña), Walter Chévez, quienes no lograron demostrar todo su potencial.
Sánchez revolucionaba la media cancha cuando entraba de cambio y se perdió cuando empezó a jugar en otra posición; y Davis le dio un título a la Liga cuando jugó de defensa en una final contra el Herediano y ambos vinieron a la baja por decisiones del Macho, decisiones que a la postre no tuvieron impacto por el título.
Pero las luces están en rojo, las alarmas suenan, la presión se siente, y la afición se resiente luego del papelón en la final donde ser perdió con un equipo que tuvo peores momentos deportivos y administrativos durante el torneo que la Liga, pero cuyos jugadores, sin embargo, hicieron valer su orgullo en la final.
Hay muchos jugadores que deben irse de una buena vez por todas como Porfirio López, Ariel Soto (máxime por la estupidez que cometió en la final contra Saprissa), Ariel Rodríguez, Jonathan McDonald (creo que al tirar su taco también tiró su paso por la Liga), Armando Alonso y Osvaldo Rodríguez (jugador malo, flojo y de equipo pequeño).
Es hora de meterse la mano en la chequera, de comprar varios jugadores de peso para la planilla. Me gustaría futbolistas como José Mena (el defensa de la Universidad de Costa Rica), Josimar Pemberton (jugador de Limón Fútbol Club) y Carlos Hernández (exjugador del Herediano). De igual manera, falta un delantero “nueve”, de área y ahí está Kenneth Dixon, sin haber jugado un minuto durante el torneo. Se dejó libre a un jugador como Alejandro Aguilar y se cedió a un talento, un diez casero, como Kenneth Cerdas al Santos.
Es triste ver los refuerzos de este año como Javier Loaiza, que por algo salió de Saprissa y terminó en Santos. Mientras tanto, Andrés Lezcano me asombró: jugó y anotó. La media cancha de la Liga durante el torneo fue el hondureño Discua, Allen Guevara y Luis Miguel Valle, sin más apoyo ni banca. Los encargados de la parte deportiva deben hacerse a un lado con tantos desatinos.
Es doloroso perder una final como la que se perdió. Jugadores que perdieron la cabeza y los botines, tirando codazos y siendo perdonados por el árbitro como la salida de Patrick Pemberton a Ariel Rodríguez, quien demostró ser goleador contra equipos pequeños.
Es hora que el presidente liguista, Raúl Pinto, dé un paso al lado, que se convoque a una votación extraordinaria de los socios y buscar fondos para hacer contrataciones e indagar en las ligas menores; tal vez salga un Ronald Matarrita, quien perdió la concentración por pensar en la posibilidad de irse a jugar afuera, creo que debe quedarse más tiempo en la institución.
Debe crearse una cláusula que diga que los jugadores formados en liga menor no pueden viajar al exterior si no ganó un torneo. Esta junta directiva solo le importa hacer dinero, bueno a todos los equipos, salvo al Team, que da gusto invirtiendo en su equipo.
Por tal motivo, un mensaje final a la junta directiva que encabeza Raúl Pinto: si usted es un verdadero liguista, por favor, váyase. Usted no se merece la afición que llena los estadios cuando el equipo lo necesita.